Los viajes de Tintín: guía para dar la vuelta al mundo junto al reportero y su querido Milú

Los viajes de Tintín es el cómic viajero por antonomasia. La serie, creada por el belga Georges Remi (que acostumbraba a firmar como Hergé), es una de las más influyentes de Europa. Fue publicada durante los años centrales del siglo XX, a través de más de una veintena de historias repletas de sorpresas, humor ácido y análisis geopolítico. Además, en prácticamente todas ellas el protagonista viajaba por todo el planeta, alimentando las ganas de recorrer el mundo de los lectores que durante generaciones han devorado sus páginas. En este artículo os hemos preparado una guía de los viajes de Tintín, acompañando al reportero belga y a su perrito Milú a lo largo y ancho de todas sus aventuras.

Tintín, el gran viajero del siglo XX

Como no podía ser de otro modo, vamos a empezar con una breve introducción del personaje y su mundo. Tintín es el protagonista de 23 obras, las cuales se publicaron entre 1930 y 1976. Hay que decir que existen cuatro historias más: una que no llegó a ser publicada (Hergé falleció durante du elaboración) y tres que no fueron realizadas por su creador, sino que son adaptaciones de diferentes largometrajes. Este post está centrado en los cómics, así que no tendremos en cuenta las tres últimas.

Si algo define a Tintín es su carácter viajero. Se presenta como un reportero intrépido y aventurero, el cual no duda en montarse en un avión si su profesión así lo requiere. Siempre va acompañado de su perrito Milú, aunque no resulta extraño verle acompañado de otros personajes como el capitán Haddock, el profesor Tornasol, la cantante Bianca Castafiore o los inconfundibles detectives Hernández y Fernández.

Pese a su aspecto juvenil y desenfadado, en el que predomina la línea clara, lo cierto es que Tintín tiene una temática engañosa. Tradicionalmente ha sido una obra consumida por público juvenil, pero su profundidad temática e ideológica hace que sea una de esas cosas que se valoran más de adultos. De hecho, a nosotros mismos no nos apasionaba especialmente de jóvenes, pero ahora disfrutamos un montón entre sus páginas.

La obra de Tintín no está exenta de polémica. Por lo mostrado en algunas de las obras, Hergé ha sido acusado de racista y colonialista. Es un tema lleno de matices, pero en nuestra opinión hay que aproximarse al autor teniendo en cuenta su tiempo. No somos nada partidarios de revisar obras de otro tiempo, igual que no nos gustaría pensar en que las personas del siglo XXXI cambiarán lo que se está creando en el XXI.

A cambio de la polémica, os diremos que las aventuras de Tintín están súper bien documentadas. El nivel de detalle es absolutamente fascinante, mostrando desde marcas de bebidas hasta calles concretas. En ese aspecto, Hergé fue imbatible.

Sea como fuere, Tintín es un personaje universal. Hasta el mismísimo Charles de Gaulle se refirió a él, diciendo que era su único rival a nivel internacional. Sus viajes son una manera excelente de conocer el mundo, tal y como os vamos a enseñar a lo largo de los siguientes párrafos.

¿A qué lugares viajó Tintín?

Europa

Teniendo en cuenta que Hergé era belga y que Tintín tenía su centro de operaciones en el país, resulta extrañas las poquitas páginas protagonizadas por Bélgica dentro de toda la serie. De hecho, únicamente hay dos historias en las que la tierra de los mejillones con patatas fritas sea la protagonista. La primera de ellas es El secreto del Unicornio, una de las favoritas del autor. En ella, Tintín se compra la maqueta de un barco, un hecho inocente que desencadena una serie de divertidas aventuras.

La segunda es Las joyas de la Castafiore, un libro raro como pocos. Fue uno de los últimos en publicarse (el 21 de 23) y en él no pasa prácticamente nada. De hecho, no hay ni siquiera un gran villano, como si Hergé buscase divertirse y simplemente mostrar un poco más de sus personajes, sin necesidad de grandes aventuras como telón de fondo.

La Unión Soviética (actual Rusia) tiene un papel destacado en la vida del reportero belga, ya que fue el escenario de su primera aventura. En Tintín en el país de los soviets se puede ver el posicionamiento claramente anti-comunista de Hergé.

Cambiando radicalmente de tercio, en La isla Negra (séptimo libro de la saga) Tintín se enfrenta por primera vez al Dr. Müller, uno de sus enemigos recurrentes. Uno de los escenarios principales del libro es Escocia, a través de su cara más rural y auténtica.

La lujosa Suiza también tiene cabida en las obras de Tintín. Sin ir más lejos, en El asunto Tornasol el reportero viaja a Ginebra, donde va al mítico Hotel Cornavin. Los acontecimientos incluso le llevan a darse un chapuzón involuntario en el lago Ginebra, pues un taxi en el que viaja se precipita a sus aguas.

En La estrella misteriosa, Tintín llega ni más ni menos que hasta Islandia. En concreto, hace una parada en la ciudad de Akureyri, en el contexto de un viaje al Ártico en busca de un meteorito que se había estrellado en la región. Fue un libro no exento de polémica, ya que muestra una preocupante deriva antisemita que posteriormente salió a relucir en otros episodios de la saga.

Por último, en Tintín y el Arte-Alfa, el protagonista llegaría hasta Italia. Lo ponemos en condicional, dado que Hergé falleció antes de su publicación.

América

Cambiamos de continente, en este caso para ir a América. En ambos hemisferios del continente se ambientaron historias del legendario personaje.

Comenzamos por un clásico entre clásicos: Tintín en América. Fue la tercera aventura del personaje, durante la cual viajó a Estados Unidos. El escenario principal es la ciudad de Chicago, incluyendo el lago Míchigan. Allí, su enemigo sería el mismísimo Al Capone, en una de las pocas veces en las que Hergé enfrentó a Tintín con un personaje real.

En el libro anterior también se ve a Tintín viajar por el far west, dando cuenta de la fascinación de Hergé por los indios nativos americanos. No sería la única historia en la que se muestran civilizaciones previas a la colonización europea. Sin ir más lejos, la dupla Las 7 bolas de cristal y El templo del Sol lleva a Tintín, Milú y el capitán Haddock a Perú.

¿Recordáis El secreto del Unicornio? Esta historia tuvo su continuación en El tesoro de Rackham el Rojo, publicada en 1943. En ella se siguen las huellas de un temible pirata, lo cual lleva a Tintín y a sus amigos a investigar las aguas del Caribe.

África

Las mayores dosis de polémica las encontraréis en los viajes de Tintín por África, ya que Hergé no escondía una ideología tirando a racista, poco compatible con los estándares del siglo XXI.

Así, en Tintín en el Congo, el reportero viaja al Congo Belga. En ella sale a relucir el apoyo al colonialismo, exaltación de la caza mayor y un trato chunguísimo hacia un pueblo nativo congoleño. De hecho, el cómic fue súper criticado en EEUU y Reino Unido, hasta el punto de que se intentó su prohibición. Curiosamente, en la República Democrática del Congo es un cómic súper popular y que generalmente goza de buena aceptación.

Otra de las aventuras más míticas de Tintín ocurren en África. Nos referimos a Los cigarros del faraón, en la cual el reportero y su perro viajan hasta Egipto. No es la única localización de esta historia, tal y como os contaremos cuando lleguemos a Asia.

Eso sí, antes hay que destacar un último viaje de Tintín por el continente africano. Sucede en El cangrejo de las pinzas de oro, en el cual el escenario es Marruecos. Allí llegan Tintín y Milú, persiguiendo a un terrible grupo de contrabandistas de Opio.

Asia

Retomemos Los cigarros del faraón, el libro que introdujo a los míticos detectives Hernández y Fernández. Sirve también para meternos de lleno en los viajes asiáticos de Tintín, ya que en la búsqueda de las misteriosas cajas de puros se va tanto a Arabia Saudí como a la India.

No fue la única incursión del personaje de Hergé en Asia. La imprescindible El Loto Azul, segunda parte de la historia anterior, llevó a Tintín a viajar por China. La ciudad de Shangai es el escenario principal, dando nombre al cómic a través de un fumadero de opio ficticio.

El Loto Azul es interesantísimo desde el punto de vista de la propia obra, ya que Hergé no siempre escribía a partir de sus propias experiencias. En este caso, contó con la inestimable ayuda de Zhang Chongren, un estudiante chino que le daría muchísima información sobre su país.

Por último, en Tintín en el Tíbet, nuestro protagonista viaja hasta la cordillera del Himalaya. Tintín vuela hasta Katmandú, la capital de Nepal, mostrando algunos de los paisajes más espectaculares de toda la saga.

Oceanía

Las antípodas tuvieron también su minutito de gloria en Vuelo 714 para Sídney. Hay que decir que Tintín llega a Australia por los pelos, ya que su avión fue secuestrado y trasladado a Indonesia. Allí tiene un encuentro con… ¡extraterrestres! Sin embargo, todo acaba bien y acaban llegando a Sídney.

Viajes al espacio

La obra de Hergé fue más allá de nuestro planeta, contando entre sus pasajes más míticos con una dupla de historias protagonizadas por la exploración especial. De este modo, podemos ver a Tintín haciendo las veces de astronauta en Objetivo: la Luna y su secuela Aterrizaje en la Luna.

En ambos libros se muestran elementos súper reconocibles del imaginario de Tintín, como la mítica nave de color rojo o los trajes espaciales de color naranja. Podéis verlos recreados en el Museo Belga del Cómic, junto a otras muchas referencias a Tintín, en la ciudad de Bruselas.

Viajes a lugares inventados

Por último, Hergé incluyó en sus obras muchos lugares inventados. A veces lo hacía por evitar las críticas (presentes en todo lo que hacía desde prácticamente la publicación de su primera página), otras por no mencionar específicamente lugares con conflictos en curso.

En los Balcanes, Tintín viajó a dos países inventados: Syldavia y Borduria. Aparecen de manera recurrente en las aventuras del reportero (sobre todo el primero), aunque sin duda son recordados por El cetro de Ottokar. Fue la séptima obra publicada y está considerada una crítica satírica de la política expansionista de la Alemania nazi.

Para hablar de la problemática belicosa de América Latina a mitad del siglo XX, Hergé se inventó dos países que también fueron visitados de manera habitual por Tintín: San Teodoro y Nuevo Rico. El conflicto entre ambos, mostrado en La oreja rota, es una representación de la Guerra del Chaco, una contienda que enfrentó a Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935. ¿El motivo? El petróleo, ni más ni menos. A San Teodoro se volvería en Tintín y los Pícaros, la vigésimo tercera aventura de Tintín. Fue la última publicada por Hergé, que fallecería 7 años más tarde.

Por cierto, hablando de petróleo, en la Península Arábiga se sitúa el país de Khemed. El país es el protagonista de Tintín en el El país del oro negro, aunque la cosa tiene truco. Originalmente la obra (publicada en 1939) estaba situada en el Mandato Británico de Palestina, pero 1971 esto fue modificado por expreso deseo de la editorial británica que daba salida a las obras de Hergé. Así fue como se introdujo este país ficticio.

Más tarde volverían a él en Stock de coque, el primero en el que se entrelazaban las historias de los muchísimos personajes secundarios de Tintín. De golpe y porrazo era posible ver interactuando al general Alcázar, a Mohammed Ben Kalish Ezab y Abdallah, a Rastapopoulos, a J. M. Dawson, a Allan Thompson, al terrible Dr. Müller, a Oliveira da Figueira, a la querida Bianca Castafiore… Incluso se mencionaron a otros, como Bab el Ehr, Patrash Pasha o el general Tapioca, aunque no aparecen en la obra.

Los viajes de Tintín, fuente de inspiración

Los viajes de Tintín son inspiradores a más no poder. Por ello, tomando como referencia los 23 libros publicados por Hergé, se han escrito un buen puñado de obras. En ellas se analiza todo: el personaje, su autor, los lugares visitados…

Podemos hablaros del magnífico Geografías y paisajes de Tintín, una completísima obra de Eduardo Martínez de Pisón. Si buscáis algo más ligero, la editorial Zephyrum tiene el delicioso El Pequeño libro de los viajes de Tintín, en el cual simplemente se muestran escenas icónicas de la saga.

No os olvidéis de que también es posible comprar la colección completa de las obras de Tintín. Existen versiones de súper lujo para conmemorar efemérides concretas, como los cien años del nacimiento de Hergé

Incluso hay quien ha hecho de los viajes de Tintín el motor de sus propias aventuras por el mundo. En este tema siempre sale como ejemplo Nelwin Aldriansyah, un indonesio profesional de las finanzas que intenta fotografiarse junto a localizaciones del reportero. A lo largo de los años ya ha ido a más de treinta distintas, consiguiendo instantáneas como esta:

Mapa con los viajes de Tintín

Como no podía ser de otra manera, os hemos preparado un mapa con todos los viajes que hizo Tintín. En él podéis encontrar tanto lugares reales (con un icono de Tintín y Milú) como imaginarios (con un icono del cohete con el que van a la Luna). Esperamos que os guste y que alimente vuestras ganas de viajar.

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