Llegó el momento de hablar de la parte más tediosa y poco apetecible de la camperización: el proceso de homologación. En este artículo os vamos a contar los motivos que nos llevaron a hacerlo, todo lo que hizo falta para llevarlo a cabo, cómo fue hacer esos trámites y cual fue el presupuesto. Vamos, que aquí vais a encontrar una guía para homologar una camper y poder afrontar el proceso conociéndolo de principio a fin.
Tabla de contenidos
¿Por qué decidimos homologar la camperización?
No vamos a abrir de nuevo el debate, pues ya hablamos ampliamente sobre él en un artículo en el que se analizaban las principales ventajas e inconvenientes de camperizar y homologar. Si quieres más información, pues ir allí a ver los argumentos que dábamos. Si quieres homologar, sigue leyendo.
Nosotros fuimos durante mucho tiempo con una camperización sin homologar, pero cada ITV era ir a lo desconocido. Un buen día no nos dejaron pasarla y nos hicieron retirar toda la instalación, lo cual supuso para nosotros un antes y un después: ¡había que homologar!
Ya que nos poníamos, nos decidimos a equipar hasta los topes a nuestra bonita T4: mobiliario, instalación eléctrica, claraboya… De hecho, esto es algo muy importante: hay que homologar todo de golpe, ya que cada vez que instalas algo hay que hacer un montón de tediosos (y caros) trámites.
También decidimos homologar porque nos parecía un dinero bien invertido: primero, porque le vamos a sacar mucho partido; y segundo, porque una furgoneta homologada se vende por un valor muy superior a una no homologada. El día en que ampliemos la familia o queramos cambiar de furgo, podremos recuperar prácticamente todo el dinero que le hemos metido.
Por último, también nos interesaba cambiar la clasificación de la furgoneta, pues estaba dada de alta como furgón de carga y nos interesaba que fuese furgón vivienda. Así podríamos instalar todo lo que queríamos y, de paso, retirar el separador de carga.
¿Qué hace falta para homologar una furgoneta?
Pues, como en todo lo relacionado con mundo camper en España, el tema tiene su miga. Habría que distinguir entre requisitos, documentación e información a suministrar. Vayamos por partes.
En cuanto a requisitos, básicamente se trata de acreditar que tu furgoneta puede ser utilizada a modo de vivienda. Para ello, como mínimo, tiene que tener:
- Una cama fija y/o un asiento que se convierta en cama.
- Un mueble anclado al chasis que sirva de almacenamiento.
Esos son los mínimos, en principio con tener esas dos cosas (una cama y un armario) sería más que suficiente para acometer el proceso. Sin embargo, como ya hemos dicho, cada vez que instales algo nuevo tendrás que volver a hacer todo, así que merece la pena hacer de una vez todo lo que tengas en mente.
Durante todo el proceso de camperización, tendrás que ir recogiendo diferente documentación para posteriormente hacer la homologación:
- Proyecto técnico: describe las reformas que vas a hacer y acredita que todo cumple con la legislación vigente. Lo tiene que hacer un Ingeniero Industrial que esté colegiado, y normalmente tiene una memoria, cálculos que razonen que la instalación está bien planteada, planos y un presupuesto orientativo.
- Certificado de dirección de obra: también lo hace un Ingeniero Industrial, normalmente el mismo que firmó el proyecto. Indica que la reforma ha finalizado y detalla cómo fueron los trabajos realizados.
- Informe de conformidad: aunque lo emite la empresa que fabricó tu vehículo, lo normal es que te lo dé el mismo ingeniero que te hace los dos documentos anteriores. Sirve para decir que todo lo que has instalado es homologable y que cumple con los estándares que marca la Unión Europea.
- Certificado del taller: hagas la camperización por libre o en un taller, necesitas que te emitan un papelito diciendo que todo está correcto. This is Spain, así que lo normal es que el ingeniero tenga un taller «amigo» que te haga el papel a cambio de pagar por él una cantidad de entre 50€ y 100€.
- Si has hecho una instalación eléctrica y/o una instalación de gas, también necesitas un documento específico para cada una de ellas. Se llama boletín y acredita que todo está en orden. Ocurre como con el certificado del taller: aunque hayas hecho tú la instalación, necesitas que un instalador autorizado te haga el papelito. También es habitual que el ingeniero te ponga en contacto con alguien en caso de necesitarlo.
Hasta ahí los papeles. Lo normal sería tener el proyecto técnico antes de empezar y lo demás ir consiguiéndolo sobre la marcha, pero en España hacemos las cosas de cualquier manera menos la normal. A nosotros nos dijeron en todos los sitios en los que preguntamos (y así hicimos) que camperizásemos como quisiéramos (sin volvernos locos y siempre con materiales homologables) y que al final del proceso ya cuadraríamos el tema.
Por tanto, lo único que tienes que tener en cuenta antes de empezar es que todo lo que vayas a ponerle a la furgo tenga el certificado CE y hacer cosas más o menos normales. Si de repente tu furgoneta pesa el doble o mueves el motor al techo igual te ponen problemas, pero dentro de lo razonable no debería haber ninguna complicación.
Por último, si que es importante ir recopilando toda esta información complementaria, ya que el Ingeniero Industrial que te hará los papeles la necesitará para ponerlo todo en marcha:
- Fotos del exterior de la furgo (por delante, por detrás, por los lados…).
- Fotos del interior de la furgo (haciendo hincapié en todo lo que hayas instalado).
- Fotos de los certificados CE de todo lo que hayas instalado.
- Fotos de la contraseña de homologación de ventanas y claraboyas, en caso de haber instalado.
- Copia de la ficha técnica y del permiso de circulación.
- Ticket de pesaje: muy importante hacer esto antes de ir a la ITV, porque como te la pesen y vayas pasado de peso es un follón. Tendrías que pesarla con al menos el 90% del depósito de combustible.
- Planos de tu reforma.
- Descripción detallada de todo lo que hayas hecho.
Si ya tienes todo esto, llegó el momento de pasar por caja y homologar.
¿Cómo es la homologación de una furgoneta?
Lo siguiente sería pedir cita en la ITV. Como es sabido por todos, no hay un criterio uniforme. No hablemos ya de Comunidades Autónomas, sino a nivel de ITV: unas son más permisivas, otras más exhaustivas, dependes de que el inspector tenga un buen día… Vamos, que incluso haciéndolo todo bien, siempre tienes un mínimo riesgo de que te tiren atrás.
Básicamente hay que pedir cita (ojo, que normalmente tardan un mes) y llevar todos los papeles para que el ingeniero de turno te homologue la furgo. Cuesta unos 100€ la broma, te dan un permiso de circulación provisional y es el punto final para un proceso largo y agónico. Por suerte, lo mejor empieza justo después: tu furgo ya estará homologada y podrás empezar a hacerle kilómetros como si no hubiera un mañana.
Presupuesto para homologar una furgoneta camperizada
Para terminar, hablemos de dinero. Básicamente hay dos maneras de hacer una homologación:
- Todo en un mismo Ingeniero Industrial: en ese caso, te dará una tarifa única por todos sus servicios y también te facilitará conseguir los papeles que te falten. Lo normal sería que te cobrase entre 800€ y 1000€. Sentimos que sea una franja tan abierta, pero pedimos muchos presupuestos y había mucha oscilación de precios.
- Conseguir tú toda la documentación y después ir a un Ingeniero Industrial: en ese caso, te puede salir algo más barato: entre 600€ y 800€. Eso si, no te librarás de pasar por caja para obtener el certificado del taller, la inspección de la ITV o pesar el vehículo por poner tres ejemplos.