Conducir por Francia: guía para recorrer las carreteras galas

Después de infinitos viajes por Francia en los que hemos visitado el país por carretera de todas las formas posibles (desde largos viajes hasta excursiones de un día, o simplemente atravesando el país de punta a punta para ir a otro destino), podemos decir que conocemos muy bien las carreteras de nuestros vecinos del norte. Por eso, aquí os traemos una guía para conducir por Francia, en la que os contamos unas cuantas cosas que hemos ido aprendiendo a lo largo de los años. No diremos eso de «la guía definitiva», ya que no lo es ni tiene esa intención, pero sí consideramos humildemente que puede ser una buena lectura para gente que no esté tan acostumbrada a conducir fuera de España.

El lugar de paso obligado para un road trip por Europa

Solo se nos ocurren unas poquitas excepciones para viajar por Europa sin pasar por Francia: ir de viaje a Portugal o Andorra, coger un ferry directamente hacia Italia o hacer lo mismo hacia Reino Unido. Sin embargo, al margen de esas cuatro posibilidades, lo cierto es que cualquier ruta que hagáis por Europa en coche o furgoneta pasará necesariamente por tierras galas.

Vaya por delante que conducir por Francia no tiene grandes complicaciones. De hecho, seamos sinceros: resulta más sencillo que en España, ya que nos llevan años luz en algunos aspectos como el estado de las carreteras. Sin embargo, eso no evita que existan algunos inconvenientes a considerar, como el precio de las autopistas.

Sea como fuere, recorrer Francia por carretera es una experiencia en sí misma. Ya sea para unos pocos kilómetros o para atravesar el país de punta a punta, lo ideal es que vayáis con los ojos bien abiertos y disfrutéis de sus excelentes paisajes, hagáis paraditas por el camino y aprendáis de un país que tiene infinitas posibilidades.

12+1 consejos para conducir por Francia

Las autopistas son carísimas, pero su estado es maravilloso

Empecemos por algo que ya suena casi a tópico, ya que lleva aterrorizando a los viajeros españoles desde que el mundo es mundo: las autopistas de Francia son muy caras. Preparaos para pasar por caja cada pocos kilómetros o para que os peguen un buen sablazo después de un largo rato de conducción, en función de la zona que estéis recorriendo. Eso sí, tenemos que reconocer que probablemente son las mejores autopistas de Europa, así que pagaréis por un servicio premium.

Aires, pequeños oasis en medio del asfalto

Uno de los elementos más característicos de las susodichas autopistas son los aires, que vienen a ser una versión mejorada de las típicas áreas de servicio que se suelen ver en España. Hay dos tipos:

  • Las que tienen gasolinera o restaurantes: suelen ser enormes, anuncian antes del desvío tanto los precios del combustible como el tipo de gastronomía que se puede consumir y suelen estar abarrotadas a cualquier hora del día.
  • Las que no tienen establecimientos comerciales: prácticamente todas tienen baño, mesitas para hacer un pequeño picnic y una amplia zona verde para estirar las piernas.

Autopistas VS Carreteras secundarias

Seguro que ya habéis pensado en evitar las autopistas, ya que son tan caras. Tenemos una buena noticia: no solo es posible, sino que yendo por carreteras secundarias descubriréis un montón de pueblos adorables de la Francia más auténtica. Imaginad el Tour, solo que en coche en vez de en bicicleta.

En cualquier caso, los viajes serán mucho más lentos. De hecho, en trayectos largos (por ejemplo entrar en Francia desde Euskadi y salir por el norte rumbo a Bélgica) puede hacer que sea el doble si vais por carretera en vez de por autopista, por lo que acabaréis pagando más en gasolina que en peajes.

Los puentes para animales y su utilidad

Por toda Francia veréis, sobre todo en las zonas más boscosas, que la carretera pasa por debajo de unos puentes sin tráfico rodado. Esto es algo muy típico de Europa que en España no se ve tanto, y que básicamente consiste en hacer pasos naturales para que la fauna se pueda mover con más facilidad. No solo es algo que favorece al medio ambiente, sino que reduce significativamente la presencia de animales en las carreteras.

El límite de velocidad es distinto al de España…

Tampoco es que haya mucha diferencia, pero el caso es que en las autopistas el límite es un poco mayor: si en España la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora, en Francia asciende hasta los 130 kilómetros por horas. Un poquito más que agradeceréis especialmente en los desplazamientos largos.

…y cambia en función de la meteorología

Eso sí, esta diferencia de tiempo tiene un pequeño truco. En caso de que haga mal tiempo, el límite máximo se reduce desde los 130 hasta los 110 kilómetros por hora. Teniendo en cuenta que el clima francés es mucho más lluvioso que en España, buena parte del año los límites de velocidad podrán considerarse más bajos en tierras galas.

El precio de la gasolina y el diesel es una lotería

El precio de los combustibles varía muchísimo de una gasolinera a otra. Hay una distinción muy clara: las que están en autopistas siempre son un 20% más caras que las que están en carreteras secundarias. Sin embargo, incluso entre dos gasolineras en la misma carretera y a pocos kilómetros de distancia puede haber muchísima diferencia. Por tanto, no apuréis demasiado los depósitos y así tendréis más margen de maniobra.

Hay que ir full equip para las emergencias

En Francia es obligatorio llevar en el vehículo un chaleco reflectante por cada persona que se baje del coche en caso de avería, el triángulo de la preseñalización de peligro, un botiquín e incluso un alcoholímetro. Eso sí, los gendarmes franceses están acostumbrados a que los turistas no vayan tan preparados, así que normalmente hacen la vista gorda en caso de que no dispongáis de alguno de estos elementos.

No te olvides del certificado Critic’Air si vas a ciudades

Esto es algo relativamente nuevo, pero que parece que ha venido para quedarse. Si tenéis pensado visitar las grandes ciudades de Francia, previamente tendréis que comprar el CriticAir, un certificado similar a las etiquetas ecológicas de los coches. Hay seis categorías en función del combustible y la antigüedad de tu vehículo, las cuales se pueden comprar en su web oficial por unos 5€ aproximadamente. Tarda unos diez días en llegar.

En algunas ciudades (como París) hay que usarlo todo el año para acceder al centro, mientras que en otras solo se activa en función de la contaminación que haya en ese momento.

¿Se pagan las multas? El eterno debate

La respuesta rápida es que si: las multas que os pongan en Francia hay que pagarlas. No obstante, hay dos situaciones claramente distintas:

  • Si un gendarme os para y os notifica la multa, os hará pagarla al momento: no deis mucha vuelta al asunto, ya que tienen potestad para inmovilizar vuestro vehículo.
  • Si la multa os llega a casa, tendréis que abonarla por transferencia: es aquí donde la picaresca española os hará pensar «yo no pago». Y, en efecto, si no pagas muchas veces la multa queda en el limbo, pero conocemos casos de gente que han sufrido embargos en su cuenta.

En resumen: respetad los límites y así no tendréis problema de ningún tipo.

¿Cuánto se tarda en cruzar Francia de lado a lado?

Calculad unas doce horas de conducción por el norte y la mitad por el sur. Nos referimos a las dos opciones principales:

  • Entrando por Euskadi: en teoría, el camino más sencillo para ir al norte de Europa. Tardaréis unas 10 horas de Irún a Bélgica, siempre teniendo en cuenta que es tiempo puro de conducción. A poco que hagáis tres paradas, echéis gasolina u os pille un poco de atasco, os vais a media jornada.
  • Entrando por Cataluña: si vais a Italia, a Suiza o a Europa del este, necesitaréis unas seis horas. A modo de referencia, es lo que se tarda desde La Jonquera hasta Ventimiglia, el primer pueblo italiano.

¿Cuánto cuestan los peajes para atravesar Francia?

Yendo por autopistas, no esperéis atravesar el país por menos de 60€ (sumando los diferentes peajes). Tened en cuenta que también hay que contar con el precio de la gasolina, así que entre pitos y flautas estaréis en unos 120€. El avión os empieza a parecer barato, pájaros.

Lleva tu propia comida o lo pagarás caro

Nuestro último consejo es que llevéis siempre comida preparada para atravesar Francias: bocadillo, snacks, refrescos… Obviamente en el camino encontraréis restaurantes y gasolineras, pero los precios son muy superiores a los de España. A nosotros nos duele pagar 7€ por el típico sándwich de gasolinera, la verdad.

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