12 Consejos para comprar una furgoneta de segunda mano para camperizar

La principal barrera de entrada para meterse en el mundo camper es conseguir un vehículo propio, especialmente por el coste. Por eso, para la mayor parte de la gente el punto de partida es comprar una furgoneta de segunda mano y posteriormente camperizarla. Además de caro, este proceso es muy dificultoso: porque hay mucha demanda, elegir un buen vehículo no es sencillo y hay que fijarse en muchas cosas.

Sin ir más lejos, nuestra actual furgo (una maravillosa Volkswagen T4) llegó a nosotros tras muchos meses peinando el mercado. Al principio no sabíamos por dónde empezar, pero acabamos sabiendo en qué fijarnos a partir de lo que aprendimos a base de hablar con amigos y leer información en internet.

Fruto de todo ese proceso, nace este artículo en el que os damos consejos para comprar una furgoneta de segunda mano. Esto no es una ciencia exacta, pero estamos seguros de que los siguientes párrafos pueden ser de ayuda a otros viajeros.

Bangkok, Thailand – March 13,2017 : Miniature yellow van with summer scene

Las tres preguntas básicas antes de comprar una furgo

Antes de entrar en materia, hay que tener en cuenta tres cosas:

  • ¿Para qué queréis la furgo? No es lo mismo comprarla para salir unos pocos fines de semana al año que para hacer un viaje de varios meses, por no hablar de si lo que queréis es vivir en ella.
  • ¿Qué tamaño estáis buscando? Un vehículo pequeño puede ser suficiente si vuestra intención es viajar en pareja, pero seguramente se quede pequeño si viajáis con niños o si os gusta hacer algún deporte que requiera material voluminoso (como esquí o surf).
  • ¿Cuál es vuestro presupuesto? Si tenéis 50.000€ ahorrados, el proceso de búsqueda es bastante más sencillo que si vais con el presupuesto justo. Nosotros dimos tanta vuelta porque no teníamos grandes ahorros, pero aquí viene la buena noticia: si se busca bien, se acaba encontrando algo chulo.

12 consejos para comprar una furgoneta de segunda mano

¿En qué hay que fijarse para comprar una furgoneta de segunda mano? Aquí vamos a daros doce referencias que seguro que os son de mucha ayuda.

  • En nuestra opinión, hay que partir de algo tan básico como elegir la marca y el modelo. Vais al mercado de segunda mano, por lo que en principio se tratan de vehículos contrastados y de los que podréis encontrar muchas opiniones en internet. Si investigáis un poco, veréis que hay averías comunes, modelos que están de moda (y por tanto tienen el precio un poco inflado) y furgos que se prestan mejor a camperizar que otras.
  • La segunda cosa es escoger el mercado al que vais a acudir. No es lo mismo comprar a una empresa que hacerlo a un particular, ni elegir un vehículo que procede de renting que uno que procede de un profesional. No hay una opción mejor que otra: hay empresas vendiendo basura, profesionales que guardan joyitas y al revés.
  • Tercera cosa a tener en cuenta: el kilometraje. Aunque hay modelos indestructibles que pueden llegar fácilmente al millón de kilómetros, es innegable que cuanto más caña se le haya metido a una furgo menos vida le queda. Eso por no hablar de las averías, las cuales surgen con el paso del tiempo.
  • Lo cuarto sería averiguar todo lo que podáis sobre el historial de la furgoneta. A partir de la matrícula podéis pedir un informe a tráfico, en el cual podréis ver algunas cosas interesantes. Por un lado, os permitirá averiguar si la furgo ha tenido muchos dueños: en general, cuantos menos propietarios mejor, ya que un vehículo que pasa de mano en mano normalmente es porque no sale bueno. Por otro lado, también os servirá para averiguar si tiene alguna carga. Esto es como cuando se compra una casa: si hay pufos de por medio, el comprador puede tener un problema.
  • Hay que fijarse también en el estado del chasis. Si ha tenido muchos golpes, malo; si encima tiene óxido, peor. Hay que doblar el lomo y echar un vistazo por debajo, ya que en ocasiones la sal que echan para que no se congelen las carreteras hace que los bajos estén llenos de corrosión. Este problema es muy típico en vehículos importados de Alemania y otros lugares del centro y norte de Europa.
  • En sexto lugar, hay que mirar bien el motor. Hablamos a nivel teórico, ya que no todos los motores son iguales, pero también práctico. De hecho, mucha gente que no tiene ni idea de mecánica va a ver la furgo con un mecánico de confianza.
  • En séptimo lugar, tenéis que pedirle al que os lo venda toda la información que tenga sobre el mantenimiento que se le ha hecho a la furgo. Una buena señal es que tenga facturas de todas las revisiones y averías que haya tenido que reparar, así como haber hecho todo eso en la casa oficial o al menos siempre en el mismo taller. Nosotros le compramos la furgo a un carpintero que cuidaba el vehículo más que a su hijo, llegando a enseñarnos pagos de cambios de aceite de hace 20 años. También conviene estar al tanto de lo que falta para mantenimientos que son caros, como el cambio de correa de distribución.
  • Más importante de lo que parece, hay una parte humana que hay que tener en cuenta: mantener la calma cuando una furgo os interesa, poner en equilibrio los caprichos con la practicidad, saber regatear… Algo muy a tener en cuenta es el feeling que tengáis con la persona que os lo vende, ya que si no conectáis seguramente el proceso no fluya igual de bien.
  • Hablando de sentimientos, el noveno consejo que os podemos dar es que prestéis atención a vuestros sentidos. ¿Suena bien la furgo? ¿Huele a aceite quemado? ¿El tacto os indica que hay corrosión en los bajos? Mala cosa.
  • En décimo lugar, hay que prestar atención a que no haya nada raro a nivel legal. Nos referimos a que tenga los papeles en regla, coincida el kilometraje con lo que puso en la última ITV o que el número de bastidor sea el mismo que figura en la documentación del vehículo. No sería la primera vez que alguien compra una furgo y acaba perdiendo el dinero porque era robada.
  • Precisamente, el undécimo consejo va en esa línea: nunca adelantéis dinero. Hay mucho boom y los vehículos más demandados vuelan, por lo que hay gente que se aprovecha de ello y pide dinero en efectivo para reservarla. ¡Mala cosa también! Si vais a pagar una parte por adelantado, que sea mediante transferencia y con un contrato de por medio.
  • Para terminar, calculad todos los gastos asociados a la compra. La transferencia normalmente la paga el comprador, el vehículo puede tener alguna carga, según compréis la furgo lo normal es llevarla al taller para una revisión… Si vuestro presupuesto es justo, estos costes han de ser tenidos muy en cuenta.

Consejos para comprar una furgoneta camperizada

Para terminar, un pequeño apéndice para aquellos que le hayáis echado un ojo a una furgoneta ya camperizada: ¿en qué fijarse en ese caso? Aparte de todo lo anterior, en nuestra opinión hay que tener en cuenta algunas cosillas.

Lo primero es ver el tipo de camperización que tiene. Cuando no tienes una furgo las ganas aprietan y todo puede parecer maravilloso, pero hay que verlo en detalle: ¿es funcional? ¿Tiene cosas rotas? ¿Sirve para vuestro modo de viajar?

Por supuesto, hay que ver si está homologada o no, puesto que una camperización muy bonita que no ha sido convenientemente legalizada os hará pasarlas canutas a la hora de pasar la ITV.

También habría que averiguar qué tipo de viajes se han hecho con ese vehículo. No es lo mismo una furgo con la que se ha salido los fines de semana que una con la que se ha recorrido África de cabo a rabo, por no hablar de que si ha frecuentado zonas costeras lo normal es que surjan óxidos.

Por último, os recomendamos ser un poco más flexibles en todo si la furgo ya está camperizada. Al final, te habrás quitado una parte muy importante del proceso (realizar toda la camperización es un proceso larguísimo) y la tendrás lista para viajar.

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