Zeluán, su kasbah y su mercado

Zeluán (Selouane en francés) es una pequeña población del noreste de Marruecos. Sus poco más de 20000 habitantes viven alrededor de los vestigios de una antigua alcazaba del siglo XVII. Puede que hoy esté en estado ruinoso, pero en sus muros todavía es posible palpar el esplendor de otro tiempo. En este artículo os vamos a mostrar cómo fue la breve parada que hicimos allí, visitando tanto la alcazaba como el ajetreado mercado semanal que surge a su alrededor.

Zeluán

Zeluán, parada perfecta entre Nador y el aeropuerto

No lo vamos a negar: el único motivo por el que fuimos a Zeluán fue su ubicación. Y es que ya habíamos exprimido a tope Nador y sus alrededores, pero todavía nos sobraban un par de horitas hasta tener que tomar el vuelo de regreso a casa. Buscamos en Google Maps qué hacer y… ¡bingo! Justo entre la ciudad y su aeropuerto se encontraba Zeluán.

Ruinas de la kasbah de Zeluán

No sabíamos nada sobre este destino, pero rápidamente nos informamos. Fue así como supimos que había sido clave durante uno de los episodios más memorables de la Guerra del Rif: el Desastre de Annual. Pese a que la mayor parte de los combates se dieron en otra zona, hasta aquí llegó buscando refugio un grupo de militares españoles en 1921. Fueron asediados por las tropas rifeñas, que finalmente consiguieron que se rindieran a comienzos del mes de agosto. Lo que vino después fue terrible, pues asesinaron a la práctica totalidad de los 500 militares españoles que allí se habían apostado.

En cualquier caso, hoy en día la ciudad ha crecido mucho. En los alrededores podréis encontrar modernas teterías, zonas comerciales y algún que otro edificio de interés. Sin embargo, nosotros fuimos con el tiempo justo y centramos la visita tanto en la alcazaba como en su mercado.

Zeluán pueblo

La Alcazaba de Zelúan, muy inspiradora… en las fotos

Fruto de los combates que os mencionábamos más atrás y del deterioro de épocas venideras, la Alcazaba de Zeluán (Kasbah de Selouane) se convirtió en una ruina. Todavía se puede palpar su grandeza gracias a unos pocos muros que siguen en pie y a las enormes dimensiones de su espacio central, pero lo cierto es que el estado en el que se encuentra es malo.

Alcazaba de Zeluán

El edificio fue fundado por Moulay Ismail a finales del siglo XVII, el sultán marroquí conocido como como el sediento de sangre. Quizá no fuese el tipo más amable, pero claramente construyó una buena fortaleza. Un siglo y medio después fue reformada y ampliada por Mohammed IV, pero ahí acaban las buenas noticias. Como ya hemos dicho, tras la batalla de 1921 el edificio cayó en ruina.

Interior de la kasbah de Zeluán

Podéis aparcar en las calles cercanas y rodear el edificio, entrar a su interior y contemplar algunas de las torres de planta cuadrada que todavía quedan en pie. De domingo a viernes lo haréis con toda la tranquilidad del mundo, pero los sábados la cosa se complica.

Edificio en Zeluán

El mercado de Zeluán

Y es que el mercado semanal de Zeluán se celebra los sábados. Es uno de los más importante de la zona, pues a él acuden mercaderes y clientes procedentes de muchos kilómetros a la redonda. Teniendo en cuenta que los domingos no hay vuelo de regreso a Madrid desde Nador, muchos viajes como el nuestro acaban en sábado. ¡Perfecto para pasarse por este mercado!

Eso sí, tened claro que no es un sitio turístico. De hecho, más bien todo lo contrario: no están nada acostumbrados a recibir viajeros. Podréis vivir una experiencia auténtica y sin ningún filtro, que os permitirá adentraros en una realidad marroquí que no está adulterada por el turismo de masas.

Mercado de Zeluán

¿En qué se traduce eso? Pues en estampas alucinantes: las verduras más coloridas que podáis imaginar, un bullicio constante a cualquier hora del día, gente ganándose la vida como buenamente puede… Pero claro, también hay un reverso tenebroso. Si queréis comprar algo os pedirán hasta cinco veces más de lo normal (os verán guiris y pensarán que sois rico), presenciamos más de una escena que en Europa se consideraría maltrato animal (como gallinas matadas allí mismo sin ningún respeto hacia el animal), suciedad por doquier…

Nosotros lo pasamos en grande, pero tenemos que reconocer que nos dejó helados en algunos momentos.

Mercado de Zeluán

Visitar Zeluán: una experiencia auténtica, pero dura

Si miráis el sitio desde el punto de vista occidental, probablemente salgáis horrorizados. Si os acercáis a él con respeto y espíritu conocedor, viviréis una de las experiencias más fascinantes que se pueden vivir en esta zona de Marruecos.

Torres y murallas en ruinas de Zeluán

La Alcazaba de Zeluán está en mal estado, pero todavía puede dejaros buenas imágenes en la retina. En el mercado tendréis que saber aguantar miradas y a veces mirar hacia otro lado con cosas que no os gustarán, pero también podréis tomarle el pulso de la manera más auténtica a la vida en el norte de África.

En resumen: si sois viajeros de hotel con pulserita all-included, no os paséis por allí. Por el contrario, si queréis conocer la cultura marroquí más auténtica, tenéis ante vosotros una oportunidad única.

Suciedad en Zeluán
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