A diferencia de San Marino o el Vaticano, Luxemburgo tiene muchísimas cosas que ofrecer más allá de la ciudad que le da nombre. En este post os vamos a enseñar uno de sus principales atractivos turísticos: el Castillo de Vianden. Se trata de una impresionante fortaleza con una aspecto a medio camino entre Hogwarts y lo que normalmente se espera de un castillo de época medieval. Seguid leyendo y os enseñaremos cómo llegar, cómo es la visita y consejitos para sacarle todo el partido a esta zona de Luxemburgo.
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El castillo que resistió a terremotos, incendios y nazis
Antes de nada, queremos contaros un poquito de la historia del castillo, ya que hay muchísimo que decir sobre ella. Aunque la fortaleza actual fue construida entre los siglos XI y XIV, su excelente ubicación fue aprovechada desde mucho antes para controlar la zona. De hecho, el edificio que veis utilizó como base una fortificación de época romana.
Fue residencia de los Duques de Vianden durante mucho tiempo, pero cuando se mudaron a los Países Bajos lo dejaron en una situación lamentable. De hecho, estuvo a puntito de desaparecer por varios desastres, entre los que destacan un terrible incendio y un fuerte terremoto. Se llegó a vender como escombrera, pensando en aprovechar los materiales para otra cosa.
Sin embargo, los habitantes de la ciudad se resistieron a que desapareciese, quedando constancia de diferentes intentos de restauración entre los siglos XIX y XX. Esto cristalizó definitivamente en 1977, cuando fue cedido al Estado de Luxemburgo. A partir de ahí, se realizó una ambiciosa restauración (más bien reconstrucción) que le otorgó el magnífico aspecto que tiene hoy en día.
Por cierto, Vianden fue la última ciudad de Luxemburgo en liberarse por los nazis. ¡Hasta a esa plaga sobrevivió el castillo!
Vianden gratis y Vianden pagando
Podéis enfocar la visita al Castillo de Vianden de dos maneras. Si no queréis pasar por caja, podéis visitar su exterior, contemplar la fortaleza desde diferentes miradores y aprovechar para conocer el pueblo. Por otro lado, podéis pagar la entrada y recorrer su interior, en una visita que os llevará un mínimo de dos horas.
Nosotros nos limitamos a los exteriores, ya que íbamos con perro y con él solo se puede acceder al patio interior (pero no a las diferentes estancias que lo componen). Así, nuestra primera para fue el mirador que hay en la carretera CR322. Desde allí la panorámica es sencillamente impresionante, más propia de Harry Potter o de El Señor de los Anillos que del mundo en el que vivimos
A partir de ahí, fuimos al aparcamiento del castillo y dimos un paseo por los alrededores. Se puede llegar hasta la misma puerta, obteniendo una visión muy distinta que la que teníamos desde el mirador anterior.
Como decimos, nosotros no entramos por el tema del perro, pero se puede visitar por dentro. Si esa es vuestra intención, esta información os resultará muy útil:
- Tarifas:
- Adultos: 7€
- Estudiantes: 4,5€
- Entrada infantil: 2€
- Horario:
- De lunes a domingo de 10:00 a 17:00.
La visita dura al menos dos horas, aunque lo normal es que se vaya a tres o incluso más. Y es que en su interior se visitan muchas estancias distintas, en las cuales se exponen armaduras, tapices y demás objetos relacionados con la Edad Media.
Qué otras cosas ver en Vianden aparte del castillo
El Castillo de Vianden es uno de los principales reclamos turísticos de Luxemburgo, así como una de las fortalezas más interesantes de toda Europa. Por sí mismo merecería la pena ir hasta allí, incluso aunque no visitaseis el interior como nosotros.
Sin embargo, ya que estáis allí os recomendamos dar un paseíto por Vianden pueblo. Es una localidad llena de encanto, con edificios realmente sorprendentes y con un montón de pastelerías artesanales en las que reponer fuerzas tras la visita al castillo.
También os recomendamos dejaros caer por la Central Hidroeléctrica de Vianden, una visita fuera de lo habitual y que seguro que os gusta.