Suiza para principiantes: diez consejos para una primera visita al país

¿Estáis pensando en visitar Suiza por primera vez? No podríais haber tenido mejor idea, ya que se trata de un país absolutamente fascinante. Sin embargo, se trata de un sitio complejo, en el que encontraréis muchas particularidades que no hallaréis en ningún otro lugar del mundo. Por eso, aquí os traemos una lista con diez consejos para sacarle todo el partido a Suiza en vuestra primera visita a este destino.

Suiza no es destino sencillo

Suiza es uno de esos países que todo el mundo debería visitar al menos una vez en su vida. Ubicado en el corazón de Europa, representa a las mil maravillas todo lo que el viajero puede esperar del Viejo Continente: por el modo de vida, por la gastronomía o por los paisajes, por poner algunos ejemplos.

Tiene una propuesta turística súper elaborada, ya que Suiza fue uno de los primeros destinos que se sumaron a los viajes modernos. Por doquier veréis trenes que os permitirán alcanzar parajes increíbles, oficinas de turismo que os facilitarán materiales de una calidad fuera de lo normal o actividades que llenarán vuestro instagram (y vuestra memoria) de recuerdos imborrables.

Eso sí, tenemos que reconocer que Suiza no es el país más sencillo del mundo. Sus elevados precios, las marcadas diferencias climáticas entre cantones o la profundidad de su territorio son factores a tener en cuenta, los cuales hacen que este país requiera un extra de preparación. No lo decimos como algo negativo, sino simplemente como una situación a tener en cuenta: en Suiza hay que planificar muy bien las cosas.

Precisamente, para ayudaros en esa preparación, aquí os traemos unos cuantos consejos que hubiésemos agradecido haber recibido antes de visitar el país. Esperamos que os sirvan de ayuda y os permitan llevar a cabo un viaje espectacular por Suiza, uno de nuestros destinos favoritos.

Consejos para disfrutar de Suiza al máximo

Suiza es un país caro, pero si se sabe buscar…

Como no podía ser de otro modo, empezamos hablando de dinero. Suiza es un país muy caro, probablemente en el que más pobres os sentiréis de todo el mundo. Es difícil encontrar restaurantes o tiendas con precios asequibles, la entrada a museos es carísima, si os ponen una multa tendréis que romper vuestra hucha…

Sin embargo, si tenéis un poco de picardía podéis hacer que el viaje sea algo más asequible. Por ejemplo, en todos los supermercados encontraréis enormes secciones de comida preparada, por lo que podéis ahorraros un buen dinero en lugar de comer siempre en restaurantes. También existen muchos abonos turísticos que incluyen acceso a museos o medios de transporte, por lo que si investigáis encontraréis posibilidades interesantes.

El dinero en efectivo: una rareza imprescindible

Hablando de dinero, os recomendamos que os hagáis con un poquito de efectivo. En el 99% de los sitios de Suiza pagaréis con tarjeta, pero en ocasiones hay sitios en los que requeriréis tener monedas: parquímetros, kioskos en los que venden comida, tiendas de souvenirs en los pueblos… Serán muy pocas las situaciones, pero agradeceréis este consejo.

Conducir y aparcar a la suiza

Si vais a conducir por Suiza, necesitaréis tener en cuenta algunas recomendaciones: luces siempre encendidas, los colores de las autopistas no son los mismos que en Europa, hay carreteras que cierran en invierno… Si vais desde fuera necesitaréis comprar la Vignette Suiza, una pegatina que se pone en la luna delantera y os da acceso a todas las autopistas del país.

Por cierto, aparcar en Suiza no es tarea sencilla. Hay sitios que son gratis pero en los que hace falta tener una ruedecita horaria, otros en los que solo se puede pagar por una app, pueblos en los que no veréis ni una plaza…

Swiss Travel Pass, un abono imprescindible

Y, ya que entramos en el tema de los transportes, os recomendamos encarecidamente la Swiss Travel Pass. Se trata de un abono turístico que os permitirá utilizar todos los medios de transporte de Suiza, además de ofreceros suculentos descuentos en las excursiones de montaña. Por si eso fuera poco, incluye el acceso a más de 500 museos y monumentos repartidos por todo el país. Incluso la Swiss Travel Pass merece la pena yendo en coche o furgoneta, ya que hay muchos pueblos a los que no podréis acceder con vuestro propio vehículo.

Con cantimplora a todas partes

Aquí os dejamos un consejo bueno para el planeta y también para vuestro bolsillo: llevad una cantimplora encima todo el tiempo. En Suiza, una botella de agua os puede costar 5€ tranquilamente, pero por suerte hay fuentes y manantiales de agua potable repartidos por todo el país. Así que podréis ir rellenando vuestra cantimplora sin ningún problema.

Una academia de idiomas al aire libre

Es muy interesante la gran mezcla de idiomas que hay en el país. A poco que os mováis entre ciudades, pasaréis casi sin daros cuenta de estar escuchando francés a escuchar alemán o italiano. Eso por no hablar de que el inglés está extendido por todas partes o de la gran cantidad de inmigrantes de todo el mundo que hay allí. Es muchos sitios, solo con vernos la cara, ya nos atendían en español. Por tanto, si os gustan los idiomas, Suiza es un lugar muy bueno para practicar todos aquellos que sepáis.

Diferentes épocas, diferentes países

Es increíble lo muchísimo que cambia Suiza del invierno al verano. Si en los meses fríos del año todo es nieve y alta montaña, en verano encontraréis un destino con clima suave y un montón de actividades disponibles al aire libre. Es muy importante que tengáis en cuenta la época del año en la que viajáis a Suiza, porque hay muchas zonas inaccesibles. Además, las excursiones por la naturaleza cambian completamente.

Las excursiones de montaña nunca fallan

Lo que nunca falla en Suiza son las excursiones de montaña. Todas tienen un denominador común: son caras de narices. Pero caras caras: por ejemplo, imposible subir a Top of Europe o al Matterhorn Glacier Paradise sin dejaros al menos 100€ por persona. Eso sí, os aseguramos que son experiencias únicas y que recordaréis durante toda la vida. Haced todas las que vuestro tiempo y vuestro dinero os permitan, porque son absolutamente brutales.

Cada viajero tiene su propia Suiza

De hecho, es un buen momento para plantear que no hay dos viajes a Suiza iguales. Pese a ser un país relativamente pequeño, sus posibilidades son únicas: grandes ciudades, parajes de naturaleza increíbles, turismo activo, balnearios, una elaborada propuesta gastronómica… Haced la prueba: si buscáis en internet rutas por Suiza de una semana, es imposible que encontréis dos iguales. Así que no os agobiéis y preparad el viaje que más se adapte a vuestros intereses, ya que siempre se quedarán cosas en el tintero.

Un país infinito

Siguiendo en la línea de lo anterior, y ya llegando al final de estos consejos, Suiza es un país infinito. Con esto nos referimos a que es uno de esos sitios en los que es imposible «verlo todo». Da igual si vais un fin de semana, una semana, un mes o una vida entera: en Suiza siempre se quedarán cosas por ver.

Incluso si reducís vuestro viaje a una zona concreta, en esa misma localización seguro que van apareciendo cosas que quisierais visitar pero vuestro tiempo no da para más. Tomadlo con filosofía: Suiza siempre estará allí, esperando vuestro regreso.

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