El Cabo de Tres Forcas es uno de los enclaves naturales más representativos de la costa mediterránea de Marruecos. Está ubicado en su extremo oriental, al ladito de la ciudad de Nador (y también de española Melilla). En él podréis disfrutar de paisajes únicos y playas de ensueño, en una zona que todavía no está masificada y que rezuma autenticidad por los cuatro costados. Una mañana es tiempo más que suficiente para recorrerlo de punta a punta, aunque podría llevaros una eternidad si os dejáis embaucar por la belleza de sus playas.

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Siguiendo la P6209 desde el faro hasta las playas
El origen del Cabo de Tres Forcas, compartido con otros accidentes geográficos de la región, es volcánico. Es un lugar tirando a escarpado, con una geografía árida que ofrece al viajero una naturaleza cruda y a la vez llena de belleza.

En términos económicos no es un sitio especialmente desarrollado, pues a duras penas viven de la agricultura, la ganadería y la pesca. Sin embargo, geopolíticamente tiene mucha relevancia, ya que este «piquito» que se adentra en el Mediterráneo hace que sea óptimo para controlar la zona. De hecho, por doquier os toparéis con instalaciones militares a las cuales no podréis acceder.

¿Qué se puede esperar del Cabo de Tres Forcas? Pues la experiencia lo fía todo a sus playas. Es un lugar con láminas de fina arena y calas rocosas con aguas transparentes. Imágenes muy pintorescas en apariencia, pero que tienen en común un problema realmente grave: la suciedad. Marruecos en general tiene un enorme problema con los plásticos, algo que está muy presente en esta zona. No hay playa en la que el agua, la arena y los alrededores en general no estuvieran abarrotados de basura no biodegradable.

Así las cosas, nuestra recomendación es que no penséis en el Cabo de Tres Forcas como un lugar para hacer turismo de sol y playa. Más bien es una ruta paisajística, en la que podéis ir haciendo paradas para contemplar su belleza natural y sus diversos ecosistemas.

Se tarda más o menos una hora en coche desde Nador hasta el extremo norte del cabo, recorriendo la carretera P6209. Nuestra recomendación es que vayáis directamente hasta allí y luego retrocedáis poquito a poco, parando allí dónde os interese. Tendréis que atravesar varios controles militares y la carretera a veces no se encuentra en buen estado, pero nadie dijo que fuera un destino fácil. Sin embargo, os aseguramos que merece la pena.

Qué ver en el Cabo de Tres Forcas
Faro de Tres Forcas
Así, nuestra ruta empezó en el extremo norte del faro, yendo directamente al Faro de Tres Forcas. Empezamos con una pequeña decepción, ya que no es un lugar visitable. Tal y como nos indicó el personal de la zona, se trata de una instalación militar y tuvimos que contentarnos con verlo desde fuera.

Sin embargo, mereció muchísimo la pena llegar hasta allí. La carretera en sí es espectacular, pero es que la figura del faro encaramado en un pequeño promontorio no podría ser más inspiradora. Conocemos bien la costa marroquí y en seguida nos vienen a la mente otros ejemplos de estructuras más vistosas (como el faro que hay en Cabo Espartel), pero sin duda el de Tres Forcas tiene algo especial.
Por cierto, el Faro del Cabo de Tres Forcas ha cumplido un siglo recientemente. Las fechas difieren según las fuentes consultadas, pero parece que fue construido entre 1921 y 1925 por el las autoridades españolas (que administraban esta zona de Marruecos desde 1913).

Playa de Tres Forcas
Una vez visto el faro, empezamos a retroceder en dirección a Nador, haciendo parada en las playas más interesantes. Cada 5 o 10 minutos hacíamos un alto en el camino, por lo que fue una ruta dinámica y que no se hizo pesada en ningún momento. Eso sí, tenemos que decir que no todo fue bonito.
La primera parada fue en la Playa de Tres Forcas, que no está exactamente al sur del faro sino más bien al oeste. Sea como fuere, solo os tomará 10 minutos llegar hasta ella, pese a que el último tramos se hace por una carretera de arena sin apenas mantenimiento.

La playa en sí es espectacular: amplia, con un paisaje alucinante y con unas poquitas casitas de pescadores que le dan el toque bucólico. Sin embargo, más bien tenemos que decir que podría ser espectacular, pero que su realidad es otra. Y es que la Playa de Tres Forcas está sucísima: llena de plásticos y de todo tipo de residuos que no parece que vayan a ser recogidos.
Es una pena, porque fuimos allí con intención de bañarnos, pero definitivamente tuvimos que abandonar la idea (durante toda la excursión) y cederle todo el protagonismo a los paisajes.

Playa Tibouda
Misma cosa se podría decir de la Playa Tibouda. La materia prima es espectacular, ya que se trata de una bonita lámina de fina arena que se resguarda en un paisaje rocoso. El baño allí podría ser espectacular, pero los plásticos también son omnipresentes.
Por cierto, llegar hasta ella es muy fácil, ya que hay un pequeño desvío desde la P6209 que llega hasta la propia playa. Podéis aparcar en el apeadero cercano.

Playa Youness
La siguiente parada fue en la Playa Youness, que tiene un acceso un poco más complicado. Tuvimos que dejar el coche en el arcén y bajar por unas «escaleras» (nótense las comillas) que hay entre las piedras. Es un poco difícil llegar al nivel del mar, pero tenemos que decir que lo que encontramos fue espectacular. Pocos rincones hemos visto en el Mediterráneo con unas aguas más transparentes que estas, aunque el problema de los plásticos volvió a hacer acto de presencia. No parecía importarle a una pareja que estaba allí disfrutando de un buen día de sol y playa, todo sea dicho.

Playa Thisith
Quizá la más espectacular de toda la ruta sea la Playa Thisith, aunque a la vez es la que tiene un acceso más complicado. Tenéis que dejar el coche en la propia carretera P6209 y emprender un pequeño trekking. 15 o 20 minutos deberían ser suficientes para llegar hasta ella, aunque la verdad es que nosotros decidimos ahorrarnos la bajada. No íbamos a bañarnos (con el tema basura/plásticos se nos habían quitado las ganas) y nos conformamos con la vista desde arriba.

Playa Mina Rosita
Vamos ahora con una parada imprescindible en el Cabo de Tres Forcas. Playa Mina Rosita es en sí misma un conjunto de posibilidades. Tendréis que llegar por un camino tirando a complicado (arena y muchas piedras) hasta un cruce.
Si vais a mano izquierda, llegaréis hasta la zona de playa. Vimos a unos chavales que se la jugaban y lo hacían con la moto, pero nosotros os recomendamos hacerlo a pie.

Por otro lado, si vais a mano derecha llegaréis hasta el historical place: los restos de lo que parece una antigua industrial. Un poquito más adelante hay unas instalaciones militares (la estación de radar Ponte Lamina) que tampoco se pueden visitar por dentro. De hecho, no os recomendamos acercaros demasiado a ellas, ya que a nosotros nos recibieron unos ladridos de perros que no parecían muy hospitalarios.

Playa Charrana
Por último, abandonamos la P6209. La carretera básicamente recorre el Cabo de Tres Forcas por su cara oriental, pero acabamos la ruta yéndonos a su cara oriental. Allí nos esperaba la Playa Charrana, claramente mucho más turística y preparada para recibir a más gente. Tiene un aparcamiento amplio, varios chiringuitos de temporada (a mediados de septiembre ya estaban cerrados) y es realmente grande.

Encontramos cosas que nos gustaron, como su arena fina o sus aguas transparentes. Sin embargo, también aquí encontramos plásticos por todas partes, además de un montón de perros abandonados que parecían estar pasando hambre. No sabemos si en verano le harán un lavado de cara, pero fuera de temporada no es recomendable el baño.

¿Merece la pena visitar el Cabo de Tres Forcas?
Si habéis leído hasta aquí, habréis visto que hemos dado opiniones buenas y malas. Nosotros pensamos que sí merece la pena, aunque con matices. Los paisajes son espectaculares, las playas paradisíacas y la carretera es realmente bonita, por lo que hay argumentos de sobra para recomendar la visita. No obstante, tienen un claro problema ecológico: suciedad por todas partes, destacando especialmente la presencia de plástico.

El Cabo de Tres Forcas es una piedra por pulir. Si las autoridades marroquíes le diesen un poco de cariño, podrían desarrollar muchísimo la zona a nivel turístico. Es cierto que tiene el encanto de lo salvaje y de lo que todavía vive al margen del turismo de masas, pero eso no debería estar reñido con el cuidado del medio ambiente.

Mapa turístico del Cabo de Tres Forcas
Para que tengáis claro dónde parar, aquí os dejamos un mapa turístico del Cabo de Tres Forcas: