La pequeña isla de Frösön es una porción de tierra de apenas 40 kilómetros cuadrados, ubicada al este del lago Storsjön. Está al ladito de la ciudad de Östersund, siendo la suma de ambas el contenido perfecto para una jornada llena de sorpresas en el corazón de la provincia de Jämland. En este artículo os contamos qué ver y qué hacer en una isla que superó todas nuestras expectativas.
Tabla de contenidos
La isla de la fecundidad y el amor
Frösön es un nombre derivado de Freyr, la divinidad nórdica de la fecundidad y el amor. No sabemos cuánto de eso se habrá trasladado a la isla, pero desde luego nosotros solo nos cruzamos con gente que tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Se trata de la isla más grande del lago Storsjön, que a su vez es el quinto más grande de Suecia. A modo de referencia, en la propia isla hay un aeropuerto, un pueblo y varios lugares de interés (que ahora mismito os mostraremos).
Tened claro que este es un sitio que deberéis visitar con vehículo propio sí o sí. Las cosas están bastante desperdigadas, así que si no vais con vuestro coche será casi imposible hacer esta visita. A cambio, las carreteras están en perfecto estado de conservación.
Por cierto, puede que os suene el nombre de Frösön por culpa de Ikea. Y es que el gigante de los muebles acostumbra a ponerle nombres de localidades suecas a su producto, siendo en este caso la denominación de uno de sus cojines más vendidos.
Turismo en Frösön
Hornsberg
Nosotros hicimos la visita yendo desde Östersund y saliendo por el norte, por lo que realizamos la ruta de este a oeste. Así, la primera parada fue en el pequeño pueblo de Hornsberg, a donde va a parar el puente que une la isla con el continente. La localidad no tiene mucho que ver, aunque precisamente ahí está su encanto: es un lugar auténtico y en el que se puede contemplar de primera mano cómo es el modo de vida en esta zona de Suecia.
Frösöstenen, la piedra rúnica
Aun así, se hace imprescindible la parada en Hornsberg. Y es que allí está la Frösöstenen, la piedra rúnica de Frösö. Se trata de la piedra rúnica más septentrional que se conoce, cuyo contenido la convierte en doblemente única: en ella se menciona tanto el proceso de cristianización de la región como la construcción de un puente.
La piedra está fechada entre los años 1030 y 1050. Originalmente estaba donde la estación de ferrys, pero fue recolocada en su emplazamiento actual a mediados del siglo XX. Dicho sea de paso: aunque está claramente señalizada en Google Maps, no es fácil de encontrar.
Por cierto, la ruta es uno de los hitos más destacados del Camino de San Olaf (a su paso por Suecia, claro).
Frösötornet, el mirador-cafetería
A las afueras de Hornsberg os espera Frösötornet, una cafetería con una particularidad reseñable: su mirador. Ni cortos ni perezosos, han construido una torre de observación desde la que se pueden disfrutar de unas buenas vistas de la isla. Subir tiene un coste de 2€ por persona.
Iglesia de Frösön
La siguiente parada es, junto con la piedra rúnica, el reclamo turístico más conocido de la isla. Nos referimos a la Iglesia de Frösön, uno de los lugares más populares en Suecia para contraer matrimonio. También es destacable por ser el lugar en el que está enterrado el compositor Wilhelm Peterson-Berger.
Es uno de esos lugares asociados a lo espiritual desde la noche de los tiempos. El edificio actual fue construido en el siglo XIII sobre un lugar de sacrificio pagano, aunque con el paso de los siglos fue restaurada e incluso reconstruida en varias ocasiones. Hoy destaca fundamentalmente por su torre de madera anexa, bonita a más no poder.
Casa de verano de Wilhelm Peterson-Berger
Si tomáis el desvío que hay justo al lado de la iglesia, llegaréis hasta la Casa de Verano de Wilhelm Peterson-Berger (Peterson-Berger Sommarhagen). Acabamos de mencionar al músico por estar enterrado en el cementerio del templo, pero es que también pasó buena parte de su vida en esta bonita casa. Hoy hace las veces de museo, pero también de tienda y de cafetería.
Playas
Si tenéis suerte y os pilla un día soleado, quizá podáis ir a echar un rato en las playas de Frösön. Hay varias zonas de baño muy interesantes, con los típicos elementos nórdicos (como refugios, fireplaces y merenderos) pero también con arenita y posibilidades de darse un chapuzón.
Excursiones desde Frösön
Östersund
No hay visita a la isla de Frösön que esté completa sin pasarse (antes o después) por la vecina ciudad de Östersund. Es un lugar perfecto para darse un paseíto y disfrutar de la cara más urbana de esta zona de Suecia.
Buscar al Monstruo del lago Storsjön
Además, tenéis que saber que en las aguas que rodean a la isla vive el Monstruo del Gran Lago, una especie de Nessie pero en sueco. Si abandonáis Frösön por el norte, podréis seguir sus huellas e incluso encontrar sus cacas gigantes.
