Aquí os traemos una guía para viajar por el centro de Suecia, fruto de una ruta de una semana en la cual recorrimos sus principales puntos de interés. Pese a ser una de las zonas más asequibles del país (al fin y al cabo está a tiro de piedra de sitios tan populares como Estocolmo, Malmö o Gotemburgo), lo cierto es que no existe demasiada información en internet sobre ella. Por tanto, aquí aportamos un poquito de luz y aportamos nuestro granito de arena para dar a conocer un destino tan fascinante como lleno de posibilidades.

Tabla de contenidos
Introducción: ruta por la Suecia desconocida
Suecia es un país larguísimo, con aproximadamente 1500 kilómetros en línea recta entre su punto más meridional y el más septentrional. Existen dos maneras de recorrerlo de punta a punta: por una sucesión de carreteras que va por la costa báltica o por una paralela que va por el interior. Si bien la primera es más famosa y concurrida, nosotros en este viaje escogimos la segunda opción: la que recorre el centro del país.
Se trata de un lugar accesible, pero a la vez amplio y desconocido. De hecho, cuando preparamos la ruta encontramos muy poquitas publicaciones, por lo que tuvimos que tirar de posts en inglés o traducidos del sueco. No sabemos muy bien el motivo, pero lo cierto es que la zona es una joya por descubrir. A nosotros nos encantó, la verdad.

La diversidad fue lo que definió a la ruta que finalmente hicimos: ciudades cosmopolitas y sostenibles, pueblos con mucho encanto, viejos bosques, minas, Parques Nacionales, lagos con monstruos, caballitos de madera, mucho folclore…
Un viajero no puede presumir de conocer bien Suecia sin antes hacer una ruta como esta. Y ni aun así, porque nosotros nos pasamos una semana haciéndola y nos fuimos de allí con la sensación de que nos quedaban muchísimas cosas por ver y hacer. ¡Seguro que volveremos muy pronto!

Organización del recorrido
Cómo llegar
Nosotros entramos a Suecia por el noroeste, ya que veníamos de dos semanas recorriendo el norte de Noruega. Así, tras visitar Trondheim, entramos a tierras suecas por la E14 a la altura de Storlien. Desde allí enlazamos con la E45, la cual ya sí atraviesa el país hacia el sur.
Moverse por Suecia por carretera
Durante una semana hicimos una distancia de aproximadamente mil kilómetros. Pudiera parecer mucho, pero los puntos de interés están repartidos de una manera equilibrada y que hace que no sea necesario cubrir grandes distancias de una sola vez.
Conducir por Suecia es tirando a sencillo, más allá de los típicos consejos: cuidado con la nieve, cuidado con los alces y cuidado con las curvas. ¿Se podría hacer este viaje sin ir en coche privado? No lo tenemos muy claro, ya que es una zona poco turística y muchos puntos parecían incomunicados.

Un poquito de planificación
Tal y como hemos dicho, se trata de un lugar amplio y diverso. Nosotros llevábamos una ruta más o menos abierta, ya que no encontramos demasiada información hasta entrar en contacto con las oficinas de turismo locales. Sin embargo, según le hincamos el diente a Suecia central nos dimos cuenta de que era un lugar con muchísimo que ver. Merece la pena que preparéis la ruta, ya que inevitablemente tendréis que elegir entre destinos muy distintos: el tiempo, como siempre ocurre cuando se está de viaje, jugará en vuestra contra y nunca será suficiente.

Turismo por el centro de Suecia: ruta de una semana
Vamos a contaros ahora cómo fueron nuestros siete días por el centro de Suecia. La ruta está equilibrada entre lo más top de la zona y desvíos menos conocidos, pero que se adaptaban a nuestros intereses. Fundamentalmente buscábamos naturaleza, sitios auténticos y lugares bonitos en los que pernoctar con nuestra vieja furgoneta.
Día 1: Tännforsen
Entramos por el oeste, siguiendo la carretera E14. Así, nuestra primera parada (tras varias horas de conducción, todo sea dicho) fue en las espectaculares cascadas de Tännforsen. Si bien es cierto que el norte de Europa no destaca precisamente por sus saltos de agua (sin hablar de Noruega, eso es otra historia), lo cierto es que aquí encontramos un lugar poderoso y que superó cualquier expectativa que pudiésemos tener. Parada obligada, sin lugar a dudas.

Día 2: explorando el lago Storsjön
El primer día completo en Suecia central arrancó en Östersund, una tranquila ciudad que sirvió para darnos cuenta del tipo de sitio al que habíamos ido a parar. La urbe tiene mucho que ver, una buena oferta comercial y rezuma felicidad por los cuatro costados.

Justo al lado está la isla de Frösön, en la cual pasamos buena parte de la jornada. Allí visitamos una piedra rúnica, subimos a un mirador, visitamos un museo, conocimos una iglesia súper peculiar e incluso hubo tiempo de ir a la playa.

Por cierto, tanto Östersund como Frösön están en el lago Storsjön, el cual está poblado por… ¡el Monstruo del Gran Lago! Podéis seguir las huellas de esta terrorífica criatura e incluso hacer una ruta en la que os toparéis con sus cacas gigantes.

Abandonamos la zona yendo hacia el sur, no sin antes hacer una parada en el Oso de Madera Gigante de Sveg.

Día 3: Orsa Finnmark
El tercer día estuvo dedicado de lleno a Orsa Finnmark, una comarca en la que las ciudades quedan en segundo plano y el protagonismo absoluto es para la naturaleza.
Empezamos en Bortom Aa, una granja tradicional que forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Cambiamos de tercio y de allí fuimos hasta la Mina de Cobalto de Loos, cuya visita guiada no pudo gustarnos más. Otra experiencia absolutamente imprescindible.

Seguimos con un día top, en este caso para ir hasta el Parque Nacional de Hamra, cuyos tranquilos bosques conviven con algunos de los ríos más traicioneros de Suecia.

Por último, apuramos el día con una breve visita a la Reserva Natural de Börningsberget, en donde visitamos su Museo del Bosque.

Día 4: Lago Siljan
El siguiente día fue para el lago Siljan y sus alrededores, otra zona absolutamente fascinante. Pese a la compleja forma de esta masa de agua, lo cierto es que moverse por su perímetro no podría ser más sencillo.
Empezamos en Mora, una ciudad preciosa y que es conocida en el mundo entero por su popular carrera de esquí.

Al ladito de ella está la isla Sollerön, la mayor del lago. En ella visitamos un museo histórico sensacional y también hicimos una pequeña ruta que nos llevó a los alrededores de un cementerio de época vikinga.

También muy cerquita de allí está Nusnäs, un pueblo que también tiene su miga. Pese a ser súper chiquitito, alberga una enorme industria: la que se encarga de fabricar cada día miles y miles de caballos de Dalecarlia.

Exploramos al máximo la zona, yendo también a ver el Dalhalla: uno teatro al aire libre construido sobre una antigua cantera.

Después nos fuimos hasta la Reserva Natural de Styggforsen, cuyo paisaje ha sido moldeado por la caída de un meteorito.

Seguimos apurando esta maratoniana jornada con la visita a Rättvik, un pueblo complicadillo de ver (está todo disperso) pero a la vez lleno de encanto.

Por si todo esto fuera poco, rematamos la jugada visitando un lugar Patrimonio de la Humanidad: Falu Gruva, una antigua mina de cobre. Estuvo operativa durante más de mil años, por lo que es uno de los grandes centros mineros de Europa.

Día 5: Parque Nacional de Garphyttan
El quinto día empezó con unas tres horitas de conducción, solo interrumpidas por la visita al Dalahästen: el caballo de Dalecarlia más grande del planeta. Esto concluía una visita de casi tres días a Dalarna, una de las regiones más representativas de Suecia.

En cualquier caso, el protagonismo de esta jornada iba a recaer sobre el precioso Parque Nacional de Garphyttan, en el que pasamos unas cuantas horas.

Día 6: ¡más Parques Nacionales!
Los Parques Nacionales de Suecia nos encantan, así que no podíamos irnos de allí sin visitar alguno más. Empezamos el día en el Parque Nacional de Tiveden, donde pasamos la mayor parte de la jornada. Hicimos rutas por encima de nuestras posibilidades, pero era imposible estar en un sitio tan guay y no explorarlo al máximo.

De hecho, al final del día hicimos una breve e improvisada parada en el Parque Nacional de Store Mosse, que también nos pareció lo más de lo más.

Día 7: llegada al sur
Y concluimos el viaje por el centro de Suecia en el extremo sur del país, haciendo tres paradas absolutamente diversas entre sí (pero a la vez complementarias). La primera fue en el Museo Ikea, un sitio que os recomendamos a tope tanto si sois fans de la marca como si odiáis tener que montar vuestros propios muebles.

De ahí fuimos hasta las Piedras de Ale, una especie de Stonehenge a la sueca en el que volvimos a estar frente al mar Báltico.

Por último, concluimos el viaje con un agradable paseo y una deliciosa barbacoa en el corazón de la Reserva Natural de Häckeberga. No podía terminar mejor un viaje tan increíble.

Consejos para viajar por el centro de Suecia
Vamos a hacer ahora una especie de brainstorming, en el cual os vamos a dejar unos cuantos consejos para viajar por el centro de Suecia:
- Lo hemos dicho por activa y por pasiva, pero insistimos una vez más: es una zona que todavía está por descubrir. No encontraréis mucha información sobre ella, pero os aseguramos que merece la pena.
- Hay muchísimo que ver, así que los sacrificios serán inevitables. Planificad un poco y os quedará un recorrido 100% adaptado a vuestros intereses.
- Las distancias son largas y las carreteras engañosas. En principio no es un sitio de mucha paliza de carretera, pero hay tramos muy pesados.
- En muchos sitios la cartelería solo está en sueco y el pago no puede hacerse por tarjeta, solo con coronas en efectivo.
- Naturaleza, ciudades, pueblos… la diversidad de este destino es su principal característica.
- En verano los días son larguísimos, podéis apurarlos al máximo. Por el contrario, en invierno los días son cortos y todo estará cubierto de nieve. Esta guía solo se puede seguir de cabo a rabo durante los meses cálidos del año.
- La vida en Suecia es cara, avisados quedáis.
- Si vais en furgoneta, tendréis infinitas posibilidades para pernoctar. Es un destino perfecto para ese tipo de viajes.
- Misma cosa si estáis viajando con perro: el centro de Suecia es súper dog friendly.

Mención aparte merece uno de los elementos más característicos de la cultura sueca: la sauna. No podéis hacer un viaje como este y no probar (aunque sea una vez) un baño de vapor. Hablamos de uno de los rasgos más característicos del país.

Gastronomía: qué comer en Suecia
Una semana da para mucho a nivel gastronómico. Por mucho que (como acabamos de decir) sea un país caro, tenéis que tener claro qué comer en Suecia para poder disfrutar de sus especialidades. Lo primero que tenéis que considerar es que son comidas calóricas, en las que la patata está por todas partes y en la que se aprovechan constantemente productos que no están muy presentes en la comida española (como los arándanos, por ejemplo).

Sin lugar a dudas, el plato estrella son las albóndigas (kottbullar en sueco). Las hemos comido en un IKEA y también a 30€ en un restaurante: manjares en ambos casos. Suelen servirse junto a puré de patata y alguna salsa.

Pescados como el arenque o el salmón no pueden faltar en vuestras comidas allí. Mucho más baratos en supermercados que en restaurantes, pero riquísimos sea como fuere.
Raggmunk (una tortilla de patatas frita en mantequilla), tostadas Skagen (un canapé de gambas con crema agria), kalops (un contundente estofado de carne)… ¡la lista es interminable!
Si os gusta lo dulce, no os podéis ir de allí sin probar los kanelbullar: rollitos de canela que entran especialmente bien a media mañana o para merendar.

Compras y souvenirs
Y en lo que a compras y souvenirs se refiere, Suecia sin duda tiene un caballito ganador. Y lo tiene literalmente, ya que el producto más típico es el Caballo de Dalecarlia: un juguete con siglos de antigüedad, popularizado a nivel mundial en el siglo XX y que hoy es el auténtico símbolo del país. Se da la circunstancia de que esta ruta justo pasa por el centro de producción mayoritario, por lo que no hay excusa para no hacerse con uno.
Artesanía de inspiración vikinga, bebidas alcohólicas que los suecos utilizan para combatir el frío, productos elaborados por los samis, objetos de diseño nórdico, prendas hechas con lana… Son muchos los artículos que no deberíais dejar de llevar a vuestros seres queridos. Y si vais a ir a lo básico, como imanes o tazas, que no falten las referencias a los alces.

Mapa turístico del centro de Suecia
Aquí os dejamos un mapa turístico de Suecia central, en el cual localizamos todos los puntos de interés que os hemos enseñado a lo largo del artículo: