Os vamos a enseñar cómo fue nuestra experiencia haciendo la Ruta a la Cascada de Belabarce, la Cueva del Ibón y los puentes de Isaba, el recorrido de senderismo más popular de todo el Valle de Roncal. En gran medida seguiréis los pasos de la SL-NA 79 Artikomendia, un itinerario de unos 10 kilómetros que se completa en aproximadamente tres horas. Sin duda, os llevará por algunos de los rincones con más encanto del lugar. Una ruta variada, de increíble belleza y que por sí sola justifica un viaje a este paraje del Pirineo navarro.

Una ruta para exprimir el Valle de Roncal
Aunque claramente la gran protagonista de la ruta es la Cascada de Belabarce, lo mejor de este itinerario es que también permite visitar la estupenda Cueva del Ibón y una magnífica sucesión de puentes de época medieval. Todo ello saliendo desde el casco urbano de Isaba, en concreto desde un cartel que está en el extremo sureste del pueblo. Si queréis llegar hasta él, lo encontraréis señalizado en Google Maps con el texto «Inicio ruta cascada de Belabartze». Aprovechamos para recomendaros que veáis el pueblo antes o después de la ruta, ya que es uno de los más bonitos del valle.

Hay que decir que es un recorrido que no tiene pérdida. En el primer tramo iréis siguiendo las señales rojas y blancas, que indican que se está transitando por un tramo de un Sendero de Gran Recorrido. Tras escasos dos minutos llegaréis a la coqueta Ermita de Belén, un templo que sirve para introducir las cosas bonitas que veréis a lo largo de la ruta.

Poquitos minutos después, el camino irá a parar a una pista forestal. Caminaréis siempre a los pies de la impresionante Peña Ezkaurre, una montaña que representa a las mil maravillas los brutales picos desnudos que se pueden encontrar en esta zona de los Pirineos navarros.
Como a los veinte minutos de comenzar la ruta, veréis un cartel en el que se indica un desvío a la Calera de latsukunzarra. Bajaréis por unas escalerillas y podréis visitar una estructura importantísima desde el punto de vista etnográfico, ya que la elaboración de cal ha sido uno de los grandes motores económicos de la zona. Una vez la visitéis, tendréis que volver al camino principal y continuar con la ruta.

Al poquito llegaréis a un cruce de caminos con muchas flechas. No tiene mayor complicación, ya que la cascada está claramente indicada, pero en cualquier caso tenéis que ir a mano izquierda. En este tramo hay un poquito de desnivel, algo que será una constante durante el resto de la ruta.

Llegados a un poste, se anuncia que a 300 metros está la cascada y a dos kilómetros y medio (a mano izquierda) la cueva. De momento seguid adelante, en busca del salto de agua, aunque posteriormente tendréis que retroceder hasta este punto. Hay que decir que desde este punto tendréis que ir siguiendo las indicaciones verdes y blancas.
El único punto confuso de toda la ruta lo encontraréis más adelante, ya que hay un puente y lo lógico parece seguir por él a mano derecha. Sin embargo, tenéis que seguir de frente, en el punto que os indicamos en la foto.

Estaréis ya llegando a la Cascada de Belabarce. El último tramo es precioso, con pasarelas de madera y el río a mano derecha. ¡Seguro que os quedan unas fotos estupendas!

La Cascada de Belabarce en sí es alucinante. No es que sea la más alta del mundo, pero ni falta que hace. Su potente chorro, sus aguas transparentes y su entorno crean una estampa única.

Cuando terminéis de disfrutar del lugar, tendréis que volver hasta el poste que indica la subida a la Cueva del Ibón. Poco a poco la vegetación irá cambiando, haciéndose frecuentes los acebos (algo que no esperábamos, la verdad).
Primero se sube un poco, hasta que lleguéis a unos claros con buenas vistas de la montaña. A partir de ahí, comenzará una bajada pronunciada que pondrá a prueba vuestras rodillas.

Cuando lleguéis al nivel del río, lo haréis a la altura del Puente Románico de Isaba. Es una estructura que aprovecha al máximo lo cautivador de la ruina romántica, pues aunque ya vio pasar sus mejores días todavía sigue siendo una maravilla.

Tendréis que avanzar ahora unos 10 minutos en paralelo a la carretera, hasta que lleguéis a la altura del Puente de Otsindundua. Es igual de bonito que el anterior, aunque en este caso está en buen estado y podréis cruzar sobre él.

Pasar por encima del río Belagua a estas alturas tiene premio, ya que allí mismo se encuentra la Cueva del Ibón. Primero podréis contemplarla desde una especie de madera, donde podréis hacer unas fotos espectaculares.

Sin embargo, lo interesante aquí es que podréis adentraros en la ruta y explorar con facilidad su primera cavidad. Resulta sobrecogedor verse en ese abrigo de piedra y oscuridad.

Por cierto, junto a la cueva hay un amplio aparcamiento. Si queréis ir a verla sin meteros entre pecho y espalda toda la ruta, sin duda esta sería una buena opción.

Al terminar de ver la cueva… ¡rumbo al pueblo! Tendréis que deshacer el camino andado, volviendo a pasar por los dos puentes que os hemos mencionado antes. Dicho sea de paso, ambos forman parte de la Ruta Pax Avant, un recorrido en coche que conecta los valles de Roncal y Baretous. Rinde homenaje al Tributo de las Tres Vacas, el tratado en vigor más antiguo del continente europeo.

Pasaréis por un par de puentes más. El segundo es el Puente de la Molina, donde tendréis que tomar una difícil decisión. ¿Estáis cansados? En ese caso continuad por la carretera y en 15 minutos estaréis en el pueblo. ¿Todavía contáis con energía? En ese caso adentraos en el bosque. Tendréis que enfrentaros a un último repecho, pero a cambio disfrutaréis de unas vistas magníficas de Isaba.

Así, unas tres horas después estaréis volviendo al pueblo, tras haber realizado una ruta absolutamente maravillosa. No solo es la más popular del Valle de Roncal, sino también una de las más bonitas que se pueden hacer en todo el Pirineo navarro.

Ficha técnica de la ruta a la Cascada de Belabarce: cómo llegar, distancia y otros datos
- Distancia: 9,85 kilómetros (ruta circular), pasando por la Cascada de Belabarce, la cueva y los puentes.
- Desnivel: casi 400 metros de desnivel positivo.
- Dificultad: es una ruta fácil en general, pero pensad que son casi 10 kilómetros con bastante pendiente. Sudaréis muchísimo si no tenéis costumbre de ir al campo a caminar.
- Duración: contad con no menos de tres horas. Al margen de la distancia a recorrer, pararéis a menudo para hacer fotografías.
- Punto de inicio: el cartel con la información de la ruta está en el extremo sureste de Isaba. No tiene pérdida, ya que en Google Maps está marcado como «Inicio ruta cascada de Belabartze».
- Señalización: es una ruta fácil de seguir, primero con balizas rojas y blancas y luego con otras verdes y blancas. Hay solo un tramo confuso, pero os lo hemos señalizado a lo largo del post.
- Época recomendada: cualquier época es buena, pero en nuestra opinión es una ruta 100% otoñal.
- Popularidad: probablemente es la ruta más conocida de todo el Valle de Roncal, así que evitad hacerla en fechas de mucha afluencia.
- Dog friendly: vuestro perrete tendrá acceso a puntos de agua y sombras durante toda la ruta. Eso sí, cuidado: en la zona a veces hay mastines y ganado suelto. ¡Mucho ojito!