Rolling Dance & Burger, la pista de patinaje con sabor americano en el centro de Madrid

Buscando planes diferentes por Madrid nos topamos con Rolling Dance & Burger. Se trata de un enorme espacio ubicado en la azotea de la Estación de Chamartín, en el cual se combinan dos actividades que hacen buen match entre sí: patinar y la comida americana. Seguid leyendo y os contaremos cómo fue nuestra experiencia en una de las pistas de patinaje más grandes de Europa.

Historia viva de la ciudad de Madrid

Para entender la importancia de este lugar en el imaginario colectivo madrileño hay que retroceder hasta 1975, cuando se inauguró la estación de Chamartín. En ese momento se puso en marcha Rolling Disco, una pista de patinaje que fue muy popular en los años 80.

El proyecto cerró y nunca más se supo, hasta que con el cambio de siglo se disparó una auténtica fiebre por lo retro y la cultura estadounidense. En ese contexto los patines volvieron a Chamartín, esta vez bajo el nombre de Rolling Dance & Burger.

La verdad es que nos parece el planazo: una pista de 900 metros cuadrados en los que patinar sin parar al ritmo de temazos míticos y siempre con el aroma de fondo de su delicioso diner americano. Todo con la carga emocional de ser un plan de cabecera para una generación de madrileños que ahora ve como su relevo natural también disfruta de él.

Diversión con patines en línea o en quad: nuestra experiencia y opinión sobre Rolling Dance & Burger

Lo bueno de que Rolling Dance & Burger esté sobre la estación de Chamartín es que llegar es facilísimo, ya que podéis hacerlo tanto en metro como en tren de cercanías y estaréis directamente allí. Si vais en coche no os recomendamos aparcar en la propia estación, ya que es carísimo, sino en los alrededores (zona azul o verde en función de la calle).

Una vez allí, tendréis que pasar por caja. La entrada en sí cuesta 15€ por persona para los adultos, a lo que hay que sumar 3€ por el alquiler de los patines y 1€ más en caso de que queráis protecciones. Os darán a elegir entre patines en línea (una sola filita de ruedas) o de quad (los típicos que son cuatro con dos ruedas a cada lado). Por supuesto, también os dan la opción de llevar vuestro propio equipo.

Una vez os pongáis los patines, todo consiste en ir a la pista y dejarse llevar por la música. Nosotros estuvimos tres horas dando vueltas, por lo que vimos cómo iban evolucionando nuestros compañeros de baile. Llegamos al final de la tarde y la pista estaba llena de chavales jóvenes, muchos de ellos celebrando sus cumpleaños. Según fue avanzando la cosa, los niños se fueron yendo y fueron entrando grupos de adultos. Podríamos distinguir entre dos tipos: gente súper pro que hacía piruetas loquísimas y otros que no tenían ni idea e iban arrastrándose como buenamente podían junto a la valla.

Aunque el sábado por la noche es un turno solo para adultos, tenemos que decir que nosotros coincidimos con niños y no fue nada incómodo. Todo el mundo iba a su bola, no vimos a nadie pegarse un buen castañazo y la verdad es que lo pasamos en grande.

En resumidas cuentas, nos encantó patinar. Nosotros siempre lo habíamos hecho en la calle o en pistas de hielo, pero nunca en el típico parqué de interior. Y la verdad es que es una pasada, fue súper divertido.

Un diner americano como propuesta gastronómica

Por si todo lo anterior os pareciese poco, en Rolling Dance & Burger (como su propio nombre indica) también hay un espacio gastronómico. En concreto, un restaurante claramente inspirado en los diners americanos, en el cual se sirven como platos principales hamburguesas, hot dogs y los típicos sándwiches de varios pisos. Por supuesto, no faltan entrantes grasientos (aros de cebolla, nachos, nuggets de pollo) ni refrescos o batidos.

Tienen un menú para dos personas que vale 26€ y que incluye todo para una cena en pareja: un entrante, dos principales (se puede elegir entre todas las hamburguesas, todos los perritos calientes y todos los sándwiches), dos raciones de patatas y dos bebidas.

Hay que destacar que la carta tiene alternativas para celiacos y platos veganos, algo que debería ser normal en cualquier parte pero que no siempre se encuentra con facilidad.

Comimos súper bien y a un precio correcto. Además, como la entrada te permite volver a patinar después de la cena, dimos unas cuentas más para bajar todo lo que nos habíamos metido en el cuerpo.

Información práctica: días de apertura, horarios, tarifas…

Aquí os dejamos toda la información práctica para preparar vuestra visita. Los datos son de 2022, así que si visitáis este sitio en el año 2105 seguramente estemos muertos y la información haya quedado desactualizada:

  • Dirección: Estación de Chamartín (azotea). 28036, Madrid.
  • Días de apertura: de miércoles a domingo.
  • Horarios:
    • Miércoles y jueves: de 17:00 a 00:00.
    • Viernes: de 13:00 a 00:00.
    • Sábado:
      • Primer turno: de 13:00 a 20:00.
      • Segundo turno: de 21:00 a 2:00 (no permitido el acceso a menores de edad).
    • Domingo: de 13:00 a 00:00.
  • Tarifas:
    • Entradas:
      • Mayores de 14 años: 15€.
      • Menores de 14 años: 12€.
    • Alquiler de patines: 3€.
    • Alquiler de protecciones: 1€.
    • Restaurante: a modo de referencia, tienen un menú para dos personas que incluye un entrante, dos hamburguesas, dos raciones de patatas fritas y dos refrescos por 26€. Una hamburguesa suelta cuesta unos 10€.
  • Teléfono: 911 59 03 01
  • Web: https://www.rollingdance.com/
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