Qué ver, hacer y comer en Chinchón: ruta de un día por la joya de la Comarca de Las Vegas

Chinchón es uno de esos lugares que los madrileños siempre tenemos en la cabeza. Su cercanía a la capital (menos de 50 kilómetros), su bonito casco histórico y su innumerable lista de productos típicos hacen de este Conjunto Histórico-Artístico una de las mejores excursiones desde Madrid. En este artículo os contamos todo lo que podéis esperar de esta increíble localidad de la Comarca de Las Vegas, en el sureste de la Comunidad de Madrid.

La plaza más bonita del sur de Madrid huele a ajo, aceite y anís

La ubicación de Chinchón es inmejorable: agua en abundancia, fértiles terrenos en los alrededores y una posición en altura que desde antiguo le ha permitido controlar grandes cantidades de territorio. Por eso, no debe sorprender que haya sido un lugar poblado de manera ininterrumpida desde la Prehistoria.

Aunque la villa actual tiene mayormente una estructura a medio camino entre lo medieval y lo renacentista, si se mira con atención también es posible encontrar vestigios de época romana y árabe. Por supuesto, también de momentos posteriores, puesto que Chinchón entró en la modernidad con el pie derecho gracias a un gran desarrollo (primero agrícola y luego industrial).

Incluso en la primera visita a Chinchón todo tiene un aire ciertamente familiar, ya que la localidad es uno de los escenarios de rodaje de cine más famosos de toda España. Es frecuente verla en películas y series nacionales e internacionales, habiendo rodado aquí figuras de la talla de Orson Welles o Wes Anderson.

También os sentiréis como en casa a nivel gastronómico, pues Chinchón es un excelente representante de todo lo que tiene que ofrecer el interior peninsular en el arte del buen comer. Desde su famoso anís con Denominación Geográfica hasta sus vinos de uva garnacha, pasando por productos como el ajo o el aceite de oliva: cualquier producto se puede encontrar en esta despensa de grandes dimensiones. No os podéis perder sus asados, sus guisos tradicionales o su excelente propuesta repostera, con excelentes establecimientos en cada una de sus calles.

Chinchón os está esperando con los brazos abiertos. Y, para muestra, a continuación os enseñamos todo lo que puede dar de sí una visita de un día a la localidad.

Turismo en Chinchón

Plaza Mayor

Es inevitable que el inicio del recorrido sea en la Plaza Mayor, ya que es el lugar más emblemático de Chinchón. De hecho, es una de las plazas más bonitas y famosas de todo el sur de Europa, lo cual es mucho decir.

Este bello lugar surgió en la Edad Media, respondiendo a la necesidad que tenía la villa de un espacio amplio para celebrar mercados y ferias de ganado. Rápidamente cogió fama, hasta el punto de que en 1502 fue visitado por Felipe el Hermoso y Juana la Loca.

Aunque en 1683 quedó cerrada por completo, se dejaron espacios suficientes en los laterales para que pudieran entrar carros y carretas. Eso sí, los edificios se convirtieron en privilegiados balcones hacia un espacio que ha sido utilizado para representar obras de teatro, hacer corridas de toros e incluso para ejecuciones públicas. Por supuesto, sin perder su actividad comercial. También hay que destacar su propuesta gastronómica, pues en la plaza podéis disfrutar de algunos de los bares, mesones y restaurantes más míticos de Chinchón.

Por cierto, uno de los edificios más relevantes de la Plaza Mayor es el Ayuntamiento, que lleva estando en el mismo lugar desde el año 1499. Pocas casas consistoriales en el mundo entero pueden presumir de esa antigüedad.

Lavadero (Oficina de Turismo)

En un rinconcito de la Plaza Mayor veréis una puerta abierta hacia la Oficina de Turismo de Chinchón, que está junto al antiguo Lavadero. Merece la pena que vayáis allí incluso si no queréis un mapita turístico, ya que es un espacio realmente bonito.

Torre del Reloj

Teniendo como referencia la Plaza Mayor, para recorrer el resto de Chinchón hay que hacer diferentes ramales. El primero de ellos nos llevaría hasta la zona alta del pueblo, con la interesantísima Torre del Reloj esperando a ser visitada. El edificio es parte de la antigua Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, pero lamentablemente el resto del templo se perdió durante la Guerra de Independencia.

Desde entonces, se le hicieron diferentes reformas, destacando especialmente dos: una en el siglo XVIII, cuando se le instaló el reloj; y otra en el siglo XIX, que le dotó de su aspecto actual. Sea como fuere, este edificio es el responsable del dicho «Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre«.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Al ladito de la Torre del Reloj está la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un enorme templo que a estas alturas seguro que no os ha pasado desapercibido. Su enorme silueta es visible desde fuera de la ciudad, aunque también es lo que más destaca desde la propia Plaza Mayor.

Más allá de sus colosales dimensiones, el templo destaca por albergar en su interior «La Asunción de la Virgen», un lienzo de Francisco de Goya. Si tenéis intención de verlo lo mejor es que vayáis el primer fin de semana de cada mes, que es cuando abre su interior (y el de otros muchos edificios).

Por cierto, junto al templo tenéis el Mirador de la Iglesia, que, como su propio nombre indica, ofrece unas vistas privilegiadas a la Plaza Mayor de Chinchón.

Teatro Lope de Vega

Para terminar con esta zona, allí también tenéis el Teatro Lope de Vega. Está construido sobre los restos del Palacio de los Condes de Chinchón, que fue destruido durante la Guerra de Sucesión española. Se construyó un teatro y se le puso ese nombre porque el famoso dramaturgo escribió su obra «El Blasón de loas Chaves de Villalba» mientras estaba alojado en ese palacio. No es sencillo, ya que su horario de apertura es restringido, pero si podéis visitarlo os encantará.

Convento de los Agustinos (Parador Nacional)

De vuelta a la Plaza Mayor, en uno de los laterales hay una pequeña plaza auxiliar conocida como Plaza del Convento. Se llama así porque en ella está el Convento de los Augustinos, actual Parador Nacional de turismo.

Su construcción fue auspiciada por los Condes de Chinchón en el siglo XVII y desde entonces ha tenido muchos usos: desde centro de formación hasta juzgados. Actualmente es un hotel.

Casa de la Cadena

Al ladito del Convento de los Agustinos está la Casa de la Cadena, célebre por haberse alojado allí Felipe V el 25 de febrero de 1706. Más allá de ese suceso, se trata de un bonito edificio barroco que no pasa desapercibido.

Convento de las Monjas Clarisas

Si desde la Plaza del Convento tomáis la Calle de los Huertos llegaréis hasta el Convento de las Monjas Clarisas, donde sus habitantes venden todo el año deliciosos dulces elaborados a mano. Podéis ir allí si sois un poco golosos, aunque también si os gusta la arquitectura barroca: este edificio es uno de los más representativos del país.

Centro de Interpretación Turística «El Matadero» (Casa de Cultura)

En ese mismo sitio, al otro lado de la rotonda, esté el Centro de Interpretación Turística «El Matadero», también conocido por ser la Casa de Cultura «Manuel Alvar». Está en el antiguo matadero municipal y es un estupendo espacio para entender mejor la vida en Chinchón a través de los siglos.

Ermitas

No las hemos ido mencionando porque son un montón, pero si habéis ido haciendo esta ruta os habréis topado con un montón de ermitas. Chinchón es un destino de primer nivel en cuanto a arquitectura religiosa. Algunos de los ejemplos más destacados son:

  • Ermita de San Antón: un templo románico que tiene el honor de ser el más antiguo de la localidad, pues probablemente data del siglo XI. Eso sí, su estado actual es claramente mejorable.
  • Ermita de Nuestra Señora del Rosario: es un edificio anexo al Convento de los Agustinos (el Parador Nacional). Se celebran fiestas en su honor el tercer finde de septiembre.
  • Ermita de San Roque: data del siglo XVII y en su fachada encontraréis los ladrillos tan típicos del barroco castellano.
  • Ermita de la Misericordia: en la parte alta, por la zona de las cuevas. Otro excelente edificio de estilo barroco.
  • Ermita de la Cerca.
  • Ermita de la Cueva.

Castillo de los Condes

Para terminar, no os podéis ir de Chinchón sin antes ir a visitar el Castillo de los Condes. Estuvo en funcionamiento hasta la Guerra de Sucesión, pasó un siglo en un estado cercano al abandono y durante la Guerra de Independencia fue expoliado e incendiado. De hecho, a partir de ahí pasó otro siglo en el que se utilizó para obtener materiales y reparar otros edificios de Chinchón.

Merece la pena ir hasta el castillo, no solo por observarlo de cerca sino porque desde él tenéis una de las mejores vistas de Chinchón. ¿Acaso se os ocurre alguna manera mejor de terminar una ruta por un sitio tan guay como este?

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