Qué ver en Valdesotos, un pueblo escondido en las montañas de Guadalajara

Valdesotos es un pequeño pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara. En concreto, se encuentra encajado en la vertiente sur de la Sierra de Ayllón, en una posición de cierto aislamiento por su cercanía a las montañas.

Aunque la localidad es fundamentalmente conocida por el Chorro de Valdesotos (uno de los saltos de agua más famosos de la provincia), el pueblo es mucho más que un simple punto de partida para hacer esa ruta. Precisamente por eso, en este artículo os enseñamos todo lo que descubrimos en nuestra visita.

La vida entre montañas y arroyos

Con una población de poco más de 20 habitantes, Valdesotos se caracteriza por ser un auténtico remanso de paz. Es uno de esos pueblos de serranía que parecen escondidos entre las montañas, como si quisiera alejarse del ruido y servir como telón de fondo para una vida tranquila.

El pueblo surgió en el siglo XI, después de que la reconquista cristiana arrebatase esta zona a los musulmanes. Por doquier surgieron pequeños asentamientos para repoblar la zona y asegurar su control. En su momento de mayor desarrollo se superaron ampliamente los 200 habitantes, pero lamentablemente en el padrón de 2020 ya solo figuraban 22 vecinos.

Aunque Valdesotos es un lugar tranquilo y en el que el tiempo parece ir a menos velocidad, lo cierto es que es que eso sirve de atracción para los viajeros que quieren salir de la rutina de la ciudad y respirar algo de aire puro. Por eso, el primer consejo que queremos daros es que madruguéis para ir al pueblo: es un lugar en el que no se puede circular con el coche, por lo que hay que dejarlo en un aparcamiento a la entrada. Lamentablemente no es muy grande, por lo que en horas punta de los fines de semana podéis encontrarlo lleno.

Sea como fuere, seguid leyendo y os enseñaremos qué ver y qué hacer en Valdesotos.

Turismo en Valdesotos

Iglesia de Santa Catalina de Alejandría

La principal referencia es la Iglesia de Santa Catalina. Como buen pueblo de serranía, el terreno para construir no era precisamente el más sencillo, por lo que muchas construcciones se hicieron sorteando grandes desniveles. Es el caso de este templo, que se encuentra en la zona alta y que prácticamente está hecho a dos alturas.

A nosotros nos encantó, tanto por la fachada de piedra como por el porche de acceso y la espadaña con dos vanos. Sigue las características arquitectónicas propias de la zona, por lo que si vais a otros pueblos de los alrededores encontraréis iglesitas muy similares.

Ayuntamiento

Un poquito más abajo de la iglesia, en una plaza que prácticamente da la bienvenida a los viajeros que llegan al pueblo, está el Ayuntamiento de Valdesotos. Se trata de una casa consistorial sencilla, que tiene dos plantas y un pequeño balcón en la parte central.

Mención aparte merece el Bar El Chorro, ubicado en la planta baja del edificio. Son gente encantadora, su terraza es perfecta para tomar algo antes o después de hacer una ruta y sirven tanto raciones como ricos tés y cafés. 100% recomendable.

Ya que estáis por allí, dad un paseíto por el pueblo. Al fin y al cabo, Valdesotos podría considerarse perfectamente parte de los pueblos de arquitectura negra de Guadalajara. En sus calles encontraréis casitas súper monas y muchísimos rincones llenos de encanto.

Chorro de Valdesotos

Tal y como hemos dicho justo al principio, el pueblo está situado en el circuito turístico por el Chorro de Valdesotos, un pequeño salto de agua que, además de ser precioso, forma una estupenda poza perfecta para tomar un baño.

Os hemos preparado un artículo específico en el que os enseñamos cómo es la ruta al Chorro de Valdesotos, que sale desde el pueblo y os debería llevar hasta él en 40 minutos más o menos.

Puente Romano

Por cierto, el Chorro no es lo único interesante fuera del casco urbano. De hecho, no os podéis ir de allí sin ver el Puente Romano de Valdesotos, un puente sobre el Río Jarama que es sencillamente precioso.

El nombre seguramente os lleve a engaño, pues en realidad es de origen medieval. Sin embargo, esta pequeña imprecisión histórica no empaña la belleza del puente.

Se puede llegar hasta él haciendo una rutita de senderismo de escasa media hora, yendo por una vieja senda que va desde Valdesotos hasta Puebla de Valles. Sin embargo, también podéis ir en coche, aparcar en un pequeño apeadero cercano (que no está señalizado) y bajar al puente tras caminar apenas un minuto. Desde luego, no se nos ocurre mejor manera que esta para poner un excelente punto y final a una excursión a Valdesotos.

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