Qué ver en Ulm, la sorprendente ciudad natal de Albert Einstein

Ulm es una ciudad llena de peculiaridades. En sus calles podéis encontrar la iglesia más alta del mundo, infinitas referencias a Einstein (su oriundo más ilustre) y también un estupendo paseo junto a las aguas del enorme río Danubio. Aunque no es tan famosa para el turismo extranjero como otras ciudades de Alemania, lo cierto es que es un destino muy popular entre los teutones. Nosotros visitamos la ciudad y ahora os traemos un artículo con todo lo que ver en ella.

La ciudad entre Baden-Württemberg y Baviera

Ulm es una de esas localidades perfectas para hacer una visita de un día. Tiene el tamaño perfecto, alberga muchas sorpresas en su interior, tiene infinitas posibilidades en cuanto a tiendas y restaurantes y encima es poco conocida, por lo que mantiene un estupendo efecto sorpresa.

Mencionada por primera vez en el año 854, Ulm tiene la particularidad de pertenecer a dos estados distintos. Las aguas del Danubio separan la vieja Ulm de Neu-Ulm, las cuales forman parte de Baden-Württemberg y Baviera respectivamente.

Ulm significa «capital del imperio de niebla» en el dialecto local, lo cual es toda una declaración de intenciones. Sin embargo, no penséis en un sitio gris u oscuro, pues más bien todo lo contrario: según diversos estudios, es la ciudad más saludable de toda Alemania.

Más allá de su patrimonio, Ulm es famosa en el mundo entero por ser el lugar de nacimiento de Albert Einstein. El autor de la ecuación de física más famosa de todos los tiempos (E=mc²) está presente en todas partes, por lo que si os interesa la ciencia este es un destino que no deberíais dejar de visitar.

Turismo en Ulm

Plaza de la Catedral (Münsterplatz)

Pero, antes de la ciencia, empecemos por la fe. Y es que no se nos ocurre un sitio mejor para empezar un recorrido por Ulm que la Plaza de la Catedral o Münsterplatz. Este enorme espacio abierto en el cual se encuentran algunos de los edificios más destacados de la ciudad.

Merece la pena recorrerla por completo. Con el gigantesco edificio de la Catedral en el medio (del que hablaremos justo abajo), bordear la plaza es tener frente a frente a lo mejorcito de la arquitectura local.

En una de las esquinas está la Oficina de Turismo de Ulm. Es un espacio moderno y súper hospitalario, os recomendamos entrar en busca de información para organizar la visita.

Catedral (Münster)

La gran protagonista, no solo de la plaza sino de la ciudad entera, es la Münster. La Catedral de Ulm tiene una torre con 162 metros de alto. ¿Qué significa eso? Pues que se trata de la catedral más alta del mundo, además de ser la iglesia protestante con mayor superficie de toda Alemania.

Pese a sus colosales dimensiones, lo cierto es que es un edificio de orígenes humildes. Al fin y al cabo, no fue financiado por sus gobernantes ni por la institución eclesiástica, sino por los propios vecinos de la ciudad.

La visita al interior de la catedral es imprescindible. Podéis recorrerla a nivel de suelo y también subir hasta un mirador a 143 metros, previo paso por 768 escalones.

Ayuntamiento

Al ladito de la plaza está el Ayuntamiento de Ulm, uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Data de finales del siglo XIV y su elemento más representativo es la fachada, ya que tiene unas pinturas absolutamente increíbles.

En uno de los laterales tiene un enorme reloj astronómico. Además, en los bajos tiene una pizzería muy popular entre los habitantes de Ulm.

Pasear por Ulm os permitirá conocer dos caras bien distintas de una moneda que deberías observar con todo lujo de detalles. Por un lado, la ciudad está llena de edificios históricos, de época medieval y moderna, que reflejan el esplendor de tiempos pretéritos.

Sin embargo, no hay que negar la evidencia, y a día de hoy Ulm también es toda una referencia en lo que se refiere a arquitectura de vanguardia.

Tomando como referencia la Plaza de la Catedral, no deberíais dejar de visitar ni la Hirschstrase ni la Hafengasse, sus dos calles comerciales principales.

Barrio de la Cruz

Tomando un poco de distancia respecto a la Catedral, no muy lejos de ella, en dirección opuesta al río, está el bonito Barrio de la Cruz. Es la zona más tranquila y coqueta de la ciudad: todo un remanso de paz en medio de una urbe tirando a ajetreada. Nos recordó un poquitito a la sensación que hay al visitar Notting Hill en Londres, aunque obviamente con un estilo arquitectónico totalmente diferente.

Arsenal y Fortaleza Federal

Un poquito más adelante tenéis dos edificios que reflejan el pasado militar de Ulm: el Arsenal y la Fortaleza Federal. La cercanía con Francia hacía que esta plaza tuviese que tener un plus de protección, así que hay un montón de estructuras para tal fin. No penséis que los alemanes son unos paranoicos, pues al otro lado de la frontera ocurre exactamente lo mismo.

Fuente de Einstein

Por cierto, justo en esa zona está la famosa Fuente de Einstein. De entre las muchas referencias que hay al científico en su ciudad natal, esta es sin duda la más popular y la más visitada por los turistas. No es que sea la fuente más bonita del mundo, pero tiene un planteamiento súper original y lleno de significados. Si la veis de cerca podéis ver referencias a la teconología, a la exploración espacial o a la naturaleza, además de la figura del bueno de Albert sacando la lengua.

Nuevo Centro de Ulm

Volviendo hacia la plaza, justo en uno de los laterales está el Nuevo Centro de Ulm. ¿Recordáis cuando os decíamos que en la ciudad hay muchos ejemplos de arquitectura contemporánea? Este es uno de ellos. Se trata de un centro de exposiciones y actividades culturales, cuya filosofía trata de unir lo medieval y lo moderno.

Biblioteca

A pocos pasos está la Biblioteca Central, también con un planteamiento moderno. De hecho, su silueta es absolutamente inconfundible, ya que el edificio es una pirámide de cristal.

Torre del Carnicero

Ese contraste entre modernidad y antigüedad queda muy bien reflejado en esta zona, puesto que por allí también está uno de los edificios medievales que han llegado hasta nuestros días: la Torre de los Carniceros. Sus 36 metros de altura le convierten en un hito arquitectónico de la época, ya que fue construida en 1349. Hoy es famosa por su inclinación, ya que tiene una desviación de dos metros respecto al suelo.

Murallas

La Torre del Carnicero formaba parte del entramado defensivo que había en el siglo XIV. Ha sufrido algunas modificaciones, pero lo cierto es que las Murallas de Ulm son uno de sus principales atractivos turísticos.

Paseo junto al Danubio

Eso sí, no os quedéis en las murallas. Franqueadlas y llegad hasta el río Danubio, donde os espera una estupenda zona para pasear o hacer un picnic. Es uno de los espacios más animados de la ciudad.

Barrio de Pescadores y Curtidores

Dicho sea de paso, esta zona fue una de nuestras favoritas. Y es que casi sin darnos cuenta llegamos al Barrio de los Pescadores y Curtidores, la parte de Ulm que mejor ha conservado su esencia. Pequeños callejones, puentes, embarcaderos y todo lo necesario para poder imaginar la interesante actividad comercial que tenía esta ciudad. Son apenas unas pocas calles, pero os aseguramos que son una maravilla.

Casa Inclinada

En ese barrio, el edificio más interesante y representativo es la Casa Inclinada (das Schiefe Haus). Se trata, según el libro Guinness de los récords, del hotel más inclinado de todo el mundo.

Gorriones

Con eso la visita a Ulm llegó a su fin, pero no queremos cerrar el post sin antes hablaros de dos cositas más. Una os resultará súper divertida, especialmente si vais en familia. Así como por todas partes veréis referencias a Einstein, también podréis contemplar gorriones en diferentes puntos de la ciudad. Hay una leyenda sobre un pequeño gorrión que «participó» en la construcción de la Catedral, convirtiéndose inmediatamente en todo un símbolo. Por doquier veréis gorriones en pequeñas estatuas, murales e incluso comercios. No llega al nivel de los gnomos de Breslavia, pero le da un toque guay a la ciudad.

Monasterio de Wiblingen

Para terminar, en las afueras de Ulm os espera el Monasterio de Wiblingen, un conjunto espectacular fundado en el siglo XI por monjes benedictinos. Esta enorme abadía está formada por diferentes edificios: una basílica barroca, una enorme biblioteca, un museo, unos jardines… Forma parte de la moderna universidad de Ulm.

Ojito si queréis visitar la iglesia, ya que puede llevar a confusión. Siempre encontraréis las puertas cerradas, pero si os acercáis a las mismas se abren de manera automática. Nosotros casi nos quedamos sin ver su interior, lo cual habría sido una tragedia ya que es increíblemente bonito.

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