Qué ver en Torrelaguna, la cuna del Cardenal Cisneros

Siempre es buen momento para visitar Torrelaguna, una de las mejores excursiones que pueden hacerse por la Comunidad de Madrid. El pueblo, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1974, ofrece al viajero muchísimo que ver y hacer, pese a que no suela estar entre las excursiones más recomendadas por los propios madrileños. En esta guía vais a ver que son muchos los motivos para ir a una bonita villa que, entre otras cosas, es conocida en todo el país por ser el lugar de nacimiento del Cardenal Cisneros, una de las personalidades más influyentes de la Historia de España.

El último pueblo sorprendente de la Comunidad de Madrid

Parece que todo está dicho sobre turismo en la Comunidad de Madrid: Alcalá de Henares, Aranjuez, Chinchón… Sin embargo, la región en la que vivimos aun guarda muchos secretos para el viajero que quiera profundizar en ella. El mejor ejemplo es Torrelaguna, un sitio que nos pilló con el pie cambiado, ya que no esperábamos (ni de lejos) encontrar tanto patrimonio, tantas calles llenas de encanto ni unos alrededores tan diversos.

Torrelaguna está en el Valle Medio del Jarama, rodeada por ríos, montañas y campos de cultivo. Un caldo de cultivo perfecto para albergar pobladores desde antiguo. Sin embargo, no fue hasta 1390 cuando se constituyó como villa independiente, ya que hasta entonces perteneció a la vecina Uceda (actualmente en la provincia de Guadalajara).

Calles de Torrelaguna

Si hay una persona clave en la historia de Torrelaguna, esa es sin duda el Cardenal Cisneros. Prácticamente en cada calle veréis un cartel, una placa o una estatua haciendo referencia al que fuera Inquisidor General de Castilla, Arzobispo de Toledo y Regente del reino, entre otras muchas cosas. Lo cierto es que entre finales del siglo XV y principios del XVI, época en la que Cisneros estaba en su momento de máximo poder, se produjo un enorme desarrollo en el municipio. Fueron varias las grandes familias de nobles que se establecieron aquí, poniendo su granito de arena en forma de palacios y demás casas de relumbrón.

Los siglos posteriores no fueron tan brillantes, perdiéndose poco a poco ese auge del que hablábamos en el párrafo anterior. Conflictos como la Guerra de Independencia o la Guerra Civil causaron estragos en el patrimonio de Torrelaguna, pero por suerte nada ha impedido que llegue hasta nuestros días un casco urbano de lo más interesante. Por ello, en 1973 fue declarado Conjunto Histórico Artístico.

¿Por qué ir a Torrelaguna? Sobre eso os vamos a hablar en el siguiente apartado. Sin embargo, antes de entrar en todas esas cosas para visitar, queremos hacer una breve mención a lo intangible. A día de hoy, Torrelaguna es un pueblo muy vivo: en sus calles encontraréis muchísimos bares, tiendas de productos artesanos, eventos durante todo el año… Hacednos caso y dadle una oportunidad, os aseguramos que es una de las mejores excursiones que pueden hacerse en la Comunidad de Madrid.

Arquitectura tradicional en Torrelaguna

Turismo en Torrelaguna

Iglesia de Santa María Magdalena

Empezamos con la Iglesia de Santa María Magdalena, el principal edificio religioso de Torrelaguna. Ubicada en la Plaza Mayor y construida a partir del siglo XV, se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica en la Comunidad de Madrid (en concreto, gótico isabelino).

Iglesia de Santa María Magdalena en Torrelaguna

La iglesia resulta realmente impresionante, pues se muestra en medio de una enorme plaza diáfana. Construida con sillares de piedra caliza procedentes del entorno, hablamos de una auténtica mole en medio de la nada que hará las delicias de los amantes del arte y la arquitectura.

Iglesia de Santa María Magdalena en Torrelaguna

Aunque su exterior justifica por sí solo la excursión a Torrelaguna, no podéis iros de allí sin visitar su interior. Su planta basilical consta de tres naves, las cuales están cubiertas con bóvedas de crucería. Lo dicho: uno de los mayores exponentes del gótico en esta zona de España.

Interior de la Iglesia de Santa María Magdalena en Torrelaguna

Convento de Concepcionistas

También en la Plaza Mayor, más o menos enfrente de la iglesia, brilla con luz propia la Abadía o Convento de Concepcionistas Franciscanas Descalzas. Aunque sufrió grandes daños durante la Guerra Civil, la reconstrucción que se hizo en la segunda mitad del siglo XX le devolvió un aspecto bastante similar al que tenía cuando Hernando Bernaldo de Quirós y su esposa fundaron la institución en el siglo XVI.

Convento de Concepcionistas Franciscanas Descalzas en Torrelaguna

Plaza Mayor

No os penséis que la Iglesia de Santa María Magdalena y el Convento de Concepcionistas son los únicos atractivos de la Plaza Mayor de Torrelaguna, pues este espacio tiene mucho que ofrecer. De hecho, es el auténtico corazón del pueblo: por su céntrica ubicación, por el ambiente que hay en sus calles aledañas y también por los bares que encontraréis en ella.

Plaza Mayor de Torrelaguna

Otro de los edificios destacados es el Ayuntamiento, un antiguo pósito fundado por el Cardenal Cisneros para almacenar el grano procedente de las cosechas. Entre gótico y renacentista, algunas reformas para habilitarlo como Casa Consistorial no han impedido que mantenga el esquema original de la fachada.

Ayuntamiento de Torrelaguna

Hablando del Confesor Real, en la misma Plaza Mayor encontraréis también la Cruz de Cisneros. Fue erigida en 1802 como homenaje a su influencia en el pueblo, pues al fin y al cabo participó activamente en la construcción de la iglesia, del convento franciscano del que luego hablaremos, del pósito y de muchas obras benéficas. La cruz está ubicada en el lugar en el que se encontraba la casa en la que nació el Cardenal Cisneros.

Cruz de Cisneros en la Plaza Mayor de Torrelaguna

Por cierto, la Plaza Mayor también es uno de los principales espacios para contemplar arquitectura popular tradicional. De hecho, en sus laterales veréis un montón de casitas de piedra que también os quedarán la mar de bien en las fotos.

Para terminar, no olvidéis pasaros por la Oficina de Turismo, en la cual es darán un mapita y os ayudarán a sacarle todo el partido a vuestra visita a Torrelaguna.

Alhóndiga / Alfolí de la Sal

No muy lejos de la Plaza Mayor está la Alhóndiga, un precioso edificio (de lo mejorcito de Torrelaguna) construido entre los siglos XIV y XV para ser el mercado de abastos. También es conocido como Alfolí de la Sal, ya que cuando la villa creció cambió su función y pasó a ser el almacén para la sal que se le daba al ganado. Hoy en día es uno de los restaurantes más prestigiosos del pueblo.

La Alhóndiga, Torrelaguna

Palacio del Marqués del Pozo

A pocos pasos de la Alhóndiga está el Palacio del Marqués del Pozo, que lamentablemente se encuentra en estado ruinoso. Es una pena, porque este palacio del siglo XVIII también podría ser de lo mejorcito de Torrelaguna si se le diese un poquito de cariño.

Palacio del Marqués del Pozo en Torrelaguna

Plaza de la Montera

Si antes os decíamos que la Plaza Mayor es buen sitio para ver arquitectura civil, otra referencia obligada es la Plaza de la Montera. Está muy cerquita de la muralla y en ella podréis ver dos casas solariegas de los siglos XVII y XVIII.

Calle del Cardenal Cisneros

Hay dos calles que no podéis perderos en Torrelaguna, las cuales están conectadas entre si. La primera es la Calle del Cardenal Cisneros, uno de los lugares con más vida del pueblo. En ella veréis edificios tradicionales, todos ellos albergando algunos de los comercios más exitosos de la localidad: restaurantes, carnicerías tiendas de artesanía… El trasiego es constante, sobretodo los fines de semana. La calle conecta la entrada al recinto amurallado con la Plaza Mayor.

Calle del Cardenal Cisneros en Torrelaguna

Calle de la Santísima Trinidad

Desde la Calle del Cardenal Cisneros sale la Calle de la Santísima Trinidad, la cual es sin duda la que más nos gustó. Comunica con la Puerta del Cristo de Burgos (uno de los accesos a la muralla mejor conservados), y en ella encontraréis la típica vía tranquila y sosegada que cabe esperarse en una villa castellana. Da la sensación de que en cualquier momento pueden aparecer el Capitán Alatriste o Águila Roja de cualquier rincón.

Puerta del Cristo de Burgos en la Calle de la Santísima Trinidad de Torrelaguna

En esta calle encontraréis, además, dos edificios muy destacados. El primero es el antiguo Hospital de la Santísima Trinidad (actual Casa de la Cultura). Al parecer, primero fue mezquita, más tarde sinagoga y por último hospital de beneficencia. Está muy transformado, pero ha conservado una fachada espectacular que da a la Calle de la Santísima Trinidad, en la cual se pueden ver dos escudos de piedra. También conserva una portada mudéjar.

Antiguo Hospital de la Santísima Trinidad, actual Casa de la Cultura de Torrelaguna

Al lado está el Convento Hermanas Carmelitas de la Caridad, inaugurado en 1905. Realmente se ve mejor desde la carretera que a pie de calle, pero en cualquier caso podréis ver su bonita espadaña.

Convento Hermanas Carmelitas de la Caridad

Pino centenario

En medio del casco histórico de Torrelaguna nos encontramos con un árbol singular que nos dejó perplejos: un pino centenario que tiene hasta su propia calle. Es uno de los árboles más grandes que hemos visto nunca, merece la pena que vayáis a verlo porque es realmente impresionante (¡tanto que no cabe en una foto!).

Pino centenario de Torrelaguna

Murallas

El centro de Torrelaguna se encuentra dentro de un recinto amurallado que se ha conservado de una manera estupenda. Algunos tramos no han resistido el paso del tiempo, no lo vamos a negar, pero otros sí han sido capaces de llegar hasta nuestros días.

Murallas de Torrelaguna

Existen varios accesos destacados, siendo el más representativo la Puerta del Cristo de Burgos. También os recomendamos ir a ver la Puerta del Sol o la Puerta de El Berrueco.

Precisamente, saliendo por esta última podréis ver algunos de los mejores lienzos de la muralla (a mano izquierda) y la Torre de la Montera (a mano derecha). En el extremo noroeste veréis el abujerón, un boquete abierto por los franceses durante la Guerra de Independencia.

Os recomendamos también que echéis un ojo a los puentes de piedra que hay sorteando al río. El que más nos gustó comunica con la Plaza del Matadero.

Puentes de piedra en Torrelaguna

Palacio de Salinas

Saliendo por la Calle del Cardenal Cisneros, ya extramuros, encontramos el Palacio de Salinas. La fachada es original del siglo XVI, asociada al taller de Gil de Hontañón, mientras que el resto fue reconstruido tras su completa destrucción durante los combates de la Guerra Civil. Hoy en día es una casa-cuartel de la Guardia Civil, así que no os molestéis en intentar ver su interior ya que no es posible.

Palacio de Salinas en Torrelaguna

Palacio Arteaga o del Infantado

Al otro lado de la calle está el Palacio Arteaga, también conocido como Palacio del Infantado. En su interior se alojaron personalidades ilustres como Espartero, Alfonso XII o Isabel II. Precisamente, el edificio pertenece al Canal de Isabel II, que lo adquirió en subasta pública a mediados del siglo XIX.

Palacio Arteaga o del Infantado en Torrelaguna

Detrás de este palacio está la Casa Vargas (conocida a su vez como Casa de San Isidro), la cual conserva una bonita fachada renacentista hecha en piedra.

Monasterio Franciscano de la Madre de Dios

También se pueden visitar los restos del Monasterio Franciscano de la Madre de Dios, el cual fue fundado por el Cardenal Cisneros. Tiene muchas partes destruidas debido a la Guerra de Independencia y a que quedó en desuso tras la desamortización de Mendizábal. Es de propiedad privada.

Centro Montalbán (Biblioteca Municipal)

En las afueras se puede ver también el Centro Montalbán, que actualmente alberga la Biblioteca Municipal Juan de Mena. Fue construido a comienzos del siglo XX como Escuela Primaria, a partir del testamento que dejó escrito Juan Manuel Montalbán (rector de la Universidad Central de Madrid).

Ermitas

En los alrededores de Torrelaguna se pueden visitar cuatro ermitas: la Ermita de San Sebastián, la Ermita de San Miguel Arcángel y de Nuestra Señora de la Buena Dicha, la Ermita de la Soledad y la Ermita de Santa María de la Cabeza. En la foto podéis ver esta última, a la cual llegamos haciendo un poquito de senderismo por los alrededores. Está en una finca privada, así que tuvimos que conformarnos con verla en la distancia.

Ermita de Santa María de la Cabeza en Torrelaguna

Atalaya Arrebatacapas

Yendo en coche por la carretera que comunica con El Berrueco llegaréis a la Atalaya Arrebatacapas, una pequeña estructura defensiva construida por los musulmanes entre los siglos IX y X. Hay varias así repartidas por la Sierra Norte. Sin ir más lejos, os recomendamos la ruta que hicimos hace tiempo para subir a la atalaya árabe de El Berrueco.

Canal de Cabarrús

Y, hablando de rutas, no podemos cerrar este post sin recomendaros que os deis un paseíto por los alrededores en busca de las huellas que el Canal de Cabarrús dejó en el entorno. Es uno de los itinerarios más interesantes que hemos hecho hasta la fecha por la Sierra Norte: por su diversidad de paisajes, por su belleza y por todos los edificios que vimos en ella.

Canal de Cabarrús en Torrelaguna
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