¿Vais a hacer una escapada a Sevilla y necesitáis saber qué ver en la ciudad? Aquí os traemos esta guía, con todo lo necesario para programar una visita de 24 horas. Nos vamos a centrar en los básicos más básicos, lo cual es mucho decir en la urbe con el casco antiguo más grande de España. Sin embargo, humildemente pensamos que tanto la selección de puntos de interés como la ruta están muy bien orientados, en especial si es vuestra primera vez en la antigua Hispalis.
Tabla de contenidos
Introducción: magia a orillas del Guadalquivir
Sevilla, tan sonriente. Se hace difícil hablar de la capital andaluza sin mencionar la mítica canción de Los del Río, pues pocos temas han calado tanto en el imaginario colectivo español. La ciudad es una potencia en muchísimas cosas, siendo el turismo una de sus industrias más destacadas. No hay viaje allí que no sea inolvidable, ya sea por sus monumentos, por la belleza del Guadalquivir, por su tapeo o por sus infinitos eventos.
Son muchas las peculiaridades sevillanas: es la única ciudad española de interior con puerto, su Real Alcázar le convierte en una de las cuatro residencias oficiales de la Casa Real, ha celebrado dos «expos» (la Exposición Iberoamericana de 1929 y la Exposición Universal de 1992) que la transformaron para siempre…
A lo largo de los siglos (de los milenios, mejor dicho) han pasado por aquí fenicios, griegos, romanos, musulmanes y cristianos, además de los siempre misteriosos tartesios. Una sopa cultural en la que ha perdurado lo mejor de cada cultura, llegando a nuestros días un casco antiguo amplio, diverso y con una cantidad de monumentos inabarcable.
A Sevilla se le pueden dedicar unas horas, un finde, una semana o toda una vida. Nosotros os hemos preparado una guía pensada para una visita breve, pero con el suficiente fundamento para daros claves suficientes para conocer a fondo la ciudad. Seguid leyendo, que vienen cosas preciosas.
Cómo llegar a Sevilla
Antes de mostraros todo lo que ver en Sevilla, vamos a enseñaros cómo llegar a la ciudad.
Por carretera
La ciudad está perfectamente conectada por carretera, ya que van hasta ellas dos de las principales autovías de la Península Ibérica. La A-4 comunica con Madrid al norte (5 horas y media) y con Cádiz al Sur (una horita larga), mientras que la A-66 (la conocida como Vía de la Plata) va hasta Gijón tras ocho largas pero interesantes horas.
En tren
Los viajes a Sevilla en tren son parte de la cultura española, pues es el destino mediante el cual se inauguró el AVE. La Alta Velocidad Española (de ahí las siglas, por si no lo sabíais) se puso en marcha en 1992, siendo una de las grandes obras del gobierno de Felipe González y uno de los grandes trampolines para promocionar la Expo de ese mismo año. Los billetes suelen ser muy caros, pero sin lugar a dudas es la forma más cómoda de llegar hasta allí.
En avión
Por último, Sevilla también tiene su correspondiente aeropuerto. Comunica con un buen puñado de ciudades españolas (buena parte de las capitales de la cornisa cantábrica, del levante, las islas y por supuesto Madrid), pero también con decenas de destinos internacionales. Ryanair, Vueling, Wizz Air, EasyJet… prácticamente todas las low cost se dan cita, además de compañías clásicas como Lufthansa o Royal Air Maroc.
Turismo en Sevilla: 10 visitas imprescindibles
Vamos ahora con todo lo que ver y hacer en Sevilla. La guía está pensada para una visita de un día o un día y medio, por lo que hemos centrado el tiro en los diez puntos de interés absolutamente imprescindibles. Sabemos de sobra que hay mucho más en la ciudad, pero esta es nuestra selección top.
Catedral y alrededores
¿Sabíais que la Catedral de Sevilla está considerada el templo gótico más grande del mundo? No lo decimos nosotros, sino la UNESCO en 1987 (cuando declaró el edificio Patrimonio de la Humanidad). Como en tantas otras ciudades españolas, el origen de su catedral se encuentra en una antigua mezquita, allá por el siglo XII. Sin embargo, el paso de los siglos le convirtió en algo diferentes: con sus pórticos y portadas, sus capillas y sus retablos. En su interior podéis ver también la tumba de Cristóbal Colón, personaje histórico que no requiere presentación. En definitiva, es un auténtico museo de arte sacro, para el cual os recomendamos comprar las entradas con antelación.
Por si esto fuera poco, los alrededores de la Catedral de Sevilla bien merecen una inspección en profundidad. Quizá lo más destacado sea el Archivo General de Indias, aunque la zona en general es fascinante. Por doquier veréis calesas, tiendas, restaurantes y gente procedente de todo el mundo, creando un panorama único.
No os vayáis de allí sin recorrer la Avenida de la Constitución, una de las calles más bonitas de toda Sevilla. Ya tiene un toque mucho más moderno, pero os aseguramos que merece la pena pasear por ella.
La Giralda
Hablar de la Catedral de Sevilla y no mencionar La Giralda no ha sido un despiste imperdonable. Lo hemos hecho a propósito, porque pensamos que es un elemento que merece un apartado propio. La torre-campanario de la catedral viene a ser el alminar de la mezquita almohade sobre la que se basa el templo cristiano, habiendo tomado además como referencia la mítica torre de la Koutoubia (en Marrakech).
Podéis echarle valor y subir superar los más de cien metros que hay entre el suelo y su cima, donde encontraréis una panorámica épica de esta zona de Sevilla. Las rampas son espaciosas, pero se trata de una visita muy concurrida y que en ocasiones se puede volver agobiante.
Real Alcázar
No muy lejos de la Catedral está el Real Alcázar de Sevilla, otra visita imprescindible que ver en la antigua Hispalis. Si vais a hacer el recorrido en detalle os consumirá no menos de dos horas, pues hay mucho que ver en su interior: desde el Patio de las Doncellas hasta el Salón de Embajadores, todo es una situación de escenarios únicos e irrepetibles. La pega, como en los edificios anteriores, es que es un lugar con mucha demanda y si no lleváis las entradas compradas con antelación os tocará hacer cola.
Aunque lo normal llegados a este punto sería hablar de que es una de las cuatro residencias de la Casa Real de España, nosotros somos un poco frikis y no podemos evitar hablar de otra familia real: la casa Martell. Y es que Juego de Tronos eligió el Real Alcázar para dar vida al reino de Dorne, de donde salieron personajes tan míticos como el príncipe Oberyn.
Barrio de Santa Cruz
Por donde os podréis mover sin prisas y sin aglomeraciones es por el cercano barrio de Santa Cruz, una de las zonas más interesantes y pintorescas que ver en Sevilla. Es cierto que las calles principales pueden estar un poco más concurridas, pero lo realmente interesante de este barrio consiste en callejear por sus laberínticas y estrechas calles.
Hablar de un paseo por el barrio de Santa Cruz necesariamente lleva a mencionar la mítica Calle Cruces, los tablaos flamencos que hay tanto en la Plaza de Santa Cruz como en las calles aledañas, varias pequeñas iglesias en las que la fe se vive de manera fervorosa, casas humildes que conviven con auténticos palacios y sobre todo muchísima gastronomía.
Allá donde miréis, prácticamente en cada calle, os toparéis con pequeñas tabernas, tascas de toda la vida y bares en los que probar las mejores tapitas a un precio imbatible.
Torre del Oro
Otro de los grandes emblemas que ver en Sevilla es la Torre del Oro, una construcción erigida en tiempos de dominación musulmana. Los historiadores suelen hablar de 1220 como el año en el que terminaron las obras de un edificio que estaba integrado en el sistema defensivo de la ciudad. Al ser una plaza muy codiciada, era asolada tanto por cristianos como por piratas de muy diversa procedencia.
Se puede subir a lo alto de la Torre del Oro, aunque sinceramente os decimos que no esperéis gran cosa de sus vistas. Sin embargo, a nosotros nos encanta poder contemplar esta torre albarrana desde diferentes puntos de vista y a distintas horas del día. Pocas imágenes nos evocan tanto Sevilla que la silueta de este edificio al atardecer, con el Guadalquivir siempre presente.
Plaza de España
Nunca falta en nuestras visitas a Sevilla una parada en la Plaza de España, una de esas cosas que siempre hay que ver. Es uno de los espacios abiertos más impresionantes de la ciudad, de Andalucía y de España entera, pese a ser relativamente reciente. Y es que la plaza fue construida en 1929, con motivo de la Exposición Iberoamericana que cambió la urbe a orillas del Guadalquivir.
Sus más de 50.000 metros cuadrados sin icónicos a más no poder. El elemento principal es un edificio semicircular de dos plantas, con una torre de estilo barroco en cada extremo. La base está protagonizado por una serie de bancos de azulejos dedicados a las diferentes provincias de España, por lo que normalmente veréis a cada cual parar en la suya. Por otro lado, la parte superior tiene unas galerías porticadas excepcionalmente bonitas, con techos de madera de muy alta factura.
La plaza también tiene espacio para un canal de más de 500 metros de largo. Aunque no le veamos mucho sentido, es relativamente habitual alquilar una barquita y surcar sus aguas. La verdad que las embarcaciones suelen estar llenas de chinos y japoneses, pero suponemos que la experiencia será divertida.
Plaza de España también destaca por su ambientazo. Más allá de la gente, por doquier veréis a vendedores ambulantes, gitanas que regalan romero (acompañado de buena suerte si les das un euro o de una maldición si no les das nada) y músicos callejeros. Mención aparte merece este último punto, ya que sin duda uno de los mejores espectáculos de flamenco de Sevilla está aquí. Gratuito, intenso y haciendo que la plaza sea aun más única.
Por si todo esto os pareciera poco, la Plaza de España es escenario habitual de rodaje. Entre ellos destaca especialmente Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones, cuando George Lucas y todo su equipo utilizaron la zona para recrear Naboo. Aquí os dejamos el vídeo, en el que se ve a Anakin Skywalker (futuro Darth Vader) y Padme paseando junto al mítico R2D2:
Parque de María Luisa
La Plaza de España está junto al Parque de María Luisa, otro espacio único y que ver si se está en Sevilla. Es el parque por antonomasia, pues en esta enorme zona verde disfrutaréis de esculturas, estanques, fuentes y todo tipo de composiciones florales.
Al igual que ocurre en otros parques de España, en el interior del de María Luisa podréis encontrar también muchísimo patrimonio. Sin ir más lejos, allí os esperan el Museo Arqueológico o el Pabellón Mudéjar, por poner dos ejemplos.
Os recomendamos encarecidamente dar un paseíto por este parque, ya que os ayudará a romper con el agobio que a veces genera Sevilla. Si hay un sitio para relajarse en la ciudad, sin duda es este.
Triana
Cambiamos radicalmente de tercio y vamos ahora a hablaros de Triana, el barrio que hay que ver en Sevilla por excelencia. Todo lo que os digamos sobre él se quedará corto: hay que vivirlo para entenderlo.
En Triana os esperan algunos de los bares y restaurantes más emblemáticos de la ciudad, iglesitas únicas y unas vistas del Guadalquivir alucinantes. Sus calles interiores no se quedan atrás, pues en ella le podréis tomar el pulso a la Sevilla más auténtica e íntima.
Da igual en qué momento vayáis, pero sin duda es imprescindible que os dejéis caer por Triana antes o después. Es un lugar único y clave para entender el modo de vida sevillano.
Casa de Pilatos
La Casa de Pilatos también nos parece visita obligada, incluso en una ruta de tan solo un día en la ciudad. Este enorme edificio, propiedad actualmente de la Casa de Medinaceli, ha sido escenario de súperproducciones hollywoodienses durante las últimas décadas. Es el palacio de palacios, una joya a medio camino entre el renacimiento italiano y el mudéjar español que os dejará sin palabras.
Aunque es cierto que tendréis que rascaros el bolsillo para visitar su interior, ya que la entrada más económica cuesta 6€, os aseguramos que merece la pena. En sus diferentes estancias y en sus patios disfrutaréis de la versión más palaciega y monumental de Sevilla.
Las Setas
Terminamos con un poquito de vanguardia, pues bien haríais en rematar vuestra jornada con una visita a Las Setas. Así es como se conoce coloquialmente al Metropol Parasol, una estructura de madera gigante (dicen que la más grande del mundo) ubicada en la Plaza de la Encarnación. Merece la pena visitarlas tanto desde abajo como desde arriba, pues la parte alta os ofrecerá una de las mejores vistas de Sevilla.
Consejos para visitar Sevilla
Ahora que ya sabes qué ver en la ciudad, vamos con unos cuantos consejos generales para ir a Sevilla:
- Aunque la antigua Hispalis es preciosa los 365 días del año, lo cierto es que en verano el calor es terrible. Os recomendamos ir en primavera u otoño, cuando los días ya son largos pero las temperaturas son suaves.
- Sevilla se transforma tanto en Semana Santa como durante la Feria de Abril. Si no os interesan ambos eventos, lo mejor es que evitéis también esos días.
- Tal y como ya hemos dicho, el casco antiguo de Sevilla es enorme (el más grande de España y el sexto de Europa, solo superado por cinco ciudades renacentistas italianas). Llevad calzado cómodo y mucho ojito a la hora de organizar la ruta, porque las distancias son largas.
- El carácter sevillano lleva la guasa andaluza a su máxima expresión. No vayáis con prisas y prestaos a todo tipo de bromas allá donde vayáis.
- El turismo es masivo en la ciudad. Si es posible, adaptad vuestros horarios para comer muy temprano o muy tarde, de manera que podáis aprovechar las horas centrales del día para ir a ver las cosas más concurridas (como la Catedral) con menos aglomeraciones.
Alojamiento en Sevilla
Siempre que vamos a Sevilla nos debatimos entre alojarnos en el centro o en los alrededores. Cada opción tiene sus pros y sus contras:
- Si optáis por dormir en el centro, obviamente disfrutaréis de una experiencia auténtica. Pasear por la noche por Sevilla es algo que todo el mundo debería experimentar al menos una vez en su vida. Eso sí, los precios se disparan: si no reserváis con muchísima antelación, lo normal es que os cueste encontrar alojamientos decentes por menos de 120€/noche. La zona más guay para buscar hotel es, en nuestra opinión, el Barrio de Santa Cruz.
- Por otro lado, podéis optar por dormir en los alrededores. Localidades como San Juan de Aznalfarache o Dos Hermanas se encuentran a escasos cinco minutos en coche, cuentan con una grandísima oferta hotelera y podréis encontrar auténticos chollos. Lo malo (más allá de la obviedad de no pasar la noche en el centro) es que el tráfico en Sevilla es un poco complicado a determinadas horas del día, por lo que podéis pillar buenos atascos. Además, para ir del hotel al centro tendréis un gasto extra, ya sea por el taxi o por el parking para vuestro vehículo.
Comer en Sevilla
Llegó la hora de hablaros sobre comer en Sevilla, sin duda una de las mejores cosas que se pueden hacer allí. Sus tapas son de una calidad superior, así como de una variedad superior y de precios más que ajustados.
Hay varias zonas que deberíais tener en el radar:
- Barrio de Santa Cruz: sus estrechas calles tienen una oferta absolutamente asombrosa. Tomarse algo a los pies del Alcázar o bajo la sombra de unos naranjos no tiene precio.
- Triana: el barrio al otro lado del Guadalquivir es toda una potencia a nivel gastronómico. Pasaos por allí en busca de tortillitas de camarón y cerveza bien fría.
- La Alameda: hipsters del mundo, aquí es donde debéis acudir. Es el barrio alternativo o bohemio de Sevilla, lo cual también se traduce en tapas más vanguardistas.
A menudo nos preguntan por algún establecimiento en particular. No solemos hacerlo, pero en el caso de Sevilla lo tenemos claro: la Taberna Coloniales. Tienen dos establecimientos (San Pedro y Catedral), en los cuales podréis disfrutar de las tapas más típicas. Calidad asegurada y precio competente: una apuesta segura.
Mapa turístico de Sevilla
Terminamos con el clásico mapa turístico con todo lo que ver en Sevilla, en el que hemos localizado los principales puntos de interés de la ciudad. Una vez más, insistimos en que se trata de una ruta de un día, por lo que solo vamos a lo más top:
