Después de haber visitado un puñado de pueblos de la Sierra de Francia, hay uno que claramente nos llegó al corazón: San Martín del Castañar. En esta coqueta localidad encontramos justo lo que buscábamos: calles llenas de encanto, un bonito castillo con unas vistas espectaculares, gente encantadora, naturaleza al alcance de la mano y muchas historias difíciles de olvidar. Seguid leyendo y os enseñaremos los motivos por los que San Martín del Castañar se convirtió en nuestro pueblo favorito de la Sierra de Francia.


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Romanos y medievales, pero mirando al futuro
El pueblo está en lo alto de una montaña, desde la cual hay una panorámica privilegiada del bosque de castaños que la rodea y también de algunos de los lugares más emblemáticos de la Sierra de Francia. Esa ubicación, quizá incómoda pero a la vez fascinante, es la que ha creado un entramado de estrechas calles en las que está aprovechado hasta el último centímetro.
En San Martín del Castañar es posible encontrar construcciones de todas las épocas y de todos los tamaños. Empezando por una calzada romana, pasando por una iglesia medieval y acabando en un castillo que actualmente es Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera. Más no se puede pedir.


Lamentablemente, es un involuntario representante del drama del despoblamiento en la España interior. A mediados del siglo XX estaban censados casi mil vecinos, por los escasos doscientos de unas pocas décadas más tarde. Parece que la sangría se ha estabilizado, pero aun así es difícil atraer a la gente joven cuando apenas hay buena cobertura de móvil en el pueblo.
En cualquier caso, San Martín del Castañar es un destino turístico único. Acompañadnos en este post y veréis cómo todo son razones para visitarlo.


Turismo en San Martín del Castañar
Plaza Mayor y Portalón
La Plaza Mayor de San Martín del Castañar es un buen inicio para un recorrido por el pueblo. Se encuentra en el medio, como corresponde, por lo que la visita básicamente consiste en primero ir hacia una calle y luego hacia la otra.


El elemento más representativo de la plaza es el Portalón, un enorme soportal que durante siglos se ha utilizado como centro de reuniones y para la celebración de eventos. Se pueden encontrar otros muchos soportales por el pueblo, aunque ninguno de ese tamaño.


En el centro de la plaza hay también una bonita fuente de piedra.
Iglesia de San Martín del Castañar
Si se va hacia uno de los extremos de este Conjunto Histórico-Artístico, rápidamente se llegará hasta la Iglesia de San Martín de Tours (o, simplemente, de San Marín del Castañar). Está en la bonita Plaza de la Iglesia, que por su belleza y patrimonio es uno de los grandes símbolos del poder eclesiástico en la Sierra de Francia.


La iglesia fue construida entre los siglos XIII y XV, atesorando elementos arquitectónicos de diferentes estilos. De hecho, en reformas posteriores se enriqueció aun más, como cuando en el siglo XVI se le añadió una puerta gótica.


La Reverencia y Hospital
Muy cerquita de allí está un antiguo Hospital de peregrinos, destinado a acoger a aquellos viajeros que iban hasta la Peña de Francia o que transitaban por la zona haciendo el Camino de Santiago.
Por otro lado, La Reverencia era la zona que habitualmente se cargaba de una simbología en la que huesos y útiles médicos eran los protagonistas.


Plaza de Toros
Un poquito más adelante está la Plaza de Toros, la cual es la segunda más antigua de España (solo superada por Béjar, también en la provincia de Salamanca). Es muy peculiar tanto por su ubicación como por su forma irregular, así como por su graderío de piedra. Es una pena que la plaza siga en activo, ojalá llegue pronto la abolición de la tauromaquia.


Castillo de la Biosfera
La Plaza de Toros está a los pies del Castillo de San Martín del Castañar, una bonita fortaleza del siglo XV que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949. Es una auténtica caja de sorpresas, pues en el interior de esta estructura militar se pueden encontrar muchas cosas:
- El Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera: de ahí que el lugar sea conocido como el Castillo de la Biosfera.
- Algunos de los mejores miradores tanto hacia la Sierra de Francia como hacia el propio pueblo de San Martín del Castañar.
- El cementerio municipal.
Se puede entrar de manera gratuita durante todo el año, aunque el museo solo abre durante los meses de verano.


Barrio del Rincón
De vuelta a la Plaza Mayor, nos dedicamos ahora a visitar la parte baja del pueblo. Eso sí, antes de emprender el descenso visitamos el Barrio del Rincón, la primera zona de crecimiento del pueblo. Es el mejor lugar para disfrutar de la arquitectura popular de San Martín del Castañar.


Calzada y puente
Al final del barrio se encuentra un bonito puente, el cual sirve para atravesar el río Canderuelo (también conocido como Corral de Frías). No sabemos de qué época es el puente, ya que en algunos sitios aparece referenciado como romano y en otros como medieval.


Sea como fuere, comunica el pueblo con la calzada romana que parte de él. Hay también una estela que pone de manifiesto la antigüedad de San Martín del Castañar.
Ermita del Socorro
Justo al inicio de la calzada está la Ermita del Socorro, construida en el siglo XV. Originalmente era conocida como Ermita de San Sebastián, algo que queda reflejado en los dos altares del templo. Está orientada hacia el este, como era habitual en este tipo de edificios.


Ermita del Humilladero
Siguiendo por la calzada romana, aunque un poco más lejos, está el último edificio que visitamos: la Ermita del Humilladero. Parece que su origen era una cruz de piedra (o incluso de madera), pero en la actualidad hay un pequeño templo.

