Sin lugar a dudas, Prizren es el destino turístico más visitado de Kosovo. Es una ciudad preciosa y llena de posibilidades, lo cual hace que la mayor parte de los viajeros que van a este nuevo país se dejen caer por ella. Sin embargo, ese éxito acarrea algunos aspectos no tan positivos que tan bien hay que tener en cuenta. En este post os vamos a hablar de todo ello.
Ruta de un día por Prizren
El casco histórico de Prizren se ve fácilmente en un par de horas. Buscad en el GPS el centro y acercáos todo lo que podáis, pues está lleno de aparcamientos privados en los que dejar el coche por 1€/hora (incluso menos).
El nexo de unión para todo el centro es el precioso Puente de Piedra. Más allá se ser el monumento más fotografiable de Prizren, a ambos lados se disponen los principales atractivos turísticos de la ciudad. Está la parte obvia (la que tiene las mezquitas, los restaurantes y todo lo demás) y la no tan obvia: os recomendamos empezar por esta última.
Si en vez de cruzar el puente hacia «lo turístico» vais hacia el otro lado, no solo encontraréis el estupendo Hammam de Prizren. También hay otras mezquitas súper interesantes (ojo, que la ciudad tiene casi 80) y tiendas con precios bastante más apetecibles que los del otro lado.
Sin embargo, seguro que habéis ido a Prizren animados por las típicas fotos de internet. No os demoréis más y cruzad hacia su parte más turística. En ella tenéis varios edificios imponentes, entre los que destaca con luz propia la Mezquita de Sinan Pasha. Es visible desde casi cualquier punto de la ciudad, gracias a su minarete de más de 40 metros de altura. Data del siglo XVII y es uno de los lugares de culto más importantes del país.
También es digna de mención la Iglesia de Nuestra Señora de Ljevis, un templo ortodoxo del siglo XII que pasó ocho varios siglos siendo mezquita. Es uno de los máximos representantes de los Monumentos Medievales de Kosovo, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2006.
En lo alto está la Fortaleza de Prizren: un castillo domina la montaña a cuyas faldas se asienta la ciudad. Desde ella tendréis una vista privilegiada.
Sin embargo, lo interesante es todo lo demás. Callejead como si no hubiera un mañana y descubriréis la parte más interesante de Prizren: edificios que son tan viejos como bonitos, tiendas repletas de frutos secos, cafeterías en las que probar un delicioso té a la menta…
Una parada obligada es el paseo pegado al río, que está lleno de restaurantes. Tomad algo ahí, cuanto más cerca de la plaza que está pegada al puente mejor que mejor. Así podréis disfrutar del maravilloso ambiente de la ciudad.
Lo que no nos gustó de Prizren
Eso sí, no queremos terminar este post sin hablar de lo que nos gustó un poquito menos. Prizren recibe muchos turistas, por lo que nadie os mirará raro por ir con una cámara, pero quizá todavía no esté tan normalizado.
Eso se traduce en que viajero es sinónimo de persona a la que sacarle el dinero sin ningún tipo de contemplación: el del parking os pedirá el doble de lo que pone en el cartel, en media hora tomando un café os pedirán dinero 5 o 6 veces, no podréis ir por una calle sin que todos sus comerciantes se os echen encima…
No es para nada una situación límite, por ejemplo en lugares como Fez (Marruecos) a veces es insoportable. Sin embargo, esa aproximación tan poco sutil al viajero hace que la ciudad pierda un poquito de encanto.
Aun así, Prizren es de lo mejorcito de Kosovo y la visita es 100% recomendable.