Navalcarnero es una de las últimas sorpresas que ver en la Comunidad de Madrid. Puede que no esté situado en el primer peldaño de las excursiones cerca de la capital (ahí se muestran intratables destinos como Alcalá de Henares, Chinchón o Buitrago de Lozoya), pero os aseguramos que en esta villa real os espera todo lo necesario para pasar una jornada inolvidable. Más de 500 años de historia han legado un casco histórico con muchísimas cosas que ver y que hacer, con el aliciente de que se encuentra a escasos 30 minutos en coche desde Madrid.
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Plazas castellanas sobre bodegas subterráneas
La página web de turismo de la Comunidad de Madrid se refiere a Navalcarnero como un lugar con «valor reconocido de su Patrimonio Cultural, que ha conseguido conservar la autenticidad rural». Difícil resistirse a esa propuesta, ¿verdad?
Los orígenes de Navalcarnero se sitúan en el año 1499, cuando agricultores y ganaderos de Segovia se establecieron allí. Durante un siglo y medio el pueblo fue creciendo paulatinamente, al igual que otros muchos pueblos castellanos. Todo cambió en 1649, cuando la localidad fue escogida para celebrar el matrimonio entre Felipe IV y Mariana de Austria. Más allá de consecuencias etimológicas (desde entonces es Villa de Villa Real de Navalcarnero, doblemente villa), lo cierto es que el municipio recibió el espaldarazo definitivo para su crecimiento.
Así, por doquier surgieron iglesias y palacios, que venían a reflejar el dinamismo económico de una Navalcarnero que ya era toda una potencia en materia vitivinícola. De hecho, sus vinos, así como otros muchos productos de la huerta, hicieron que sus habitantes excavaran el suelo y crearan una enorme red de cuevas-bodegas que ha perdurado hasta nuestros días. Todo ello bajo varias plazas castellanas que son de lo mejorcito de la Comunidad de Madrid.
A día de hoy Navalcarnero sigue manteniendo sus industrias, pero también se ha volcado de lleno en el sector turístico. Prácticamente no hay una calle sin una estatua o un monumento, así como muchos edificios residenciales han sido decorados con ambiciosos trampantojos que recrean la vida en la villa en tiempos pasados.
Tenemos que decir que Navalcarnero tiene mucho que ver y hacer, pero su propuesta turística tiene margen de mejora. La documentación que ofrecen es un poco liosa (el mapa tiene puntos de interés confusos, extensiones que no están bien hiladas, hitos señalados que no se explica lo que son) y la señalización a pie de pueblo no es la mejor del mundo. Sin embargo, nada empaña la realidad: estamos hablando de un destino chulísimo, de esos que nunca decepcionan al viajero.
Turismo en Navalcarnero
Plaza de Segovia
El centro de todo es la Plaza de Segovia, uno de los mejores ejemplos de arquitectura popular castellana de toda la Comunidad de Madrid. Es la principal cosa que ver en Navalcarnero, protagonista absoluta de su propuesta turística. Esta típica plaza porticada fue construida entre 1579 y 1617, siendo Bien de Interés Cultural desde el año 2000, recibiendo el Premio Europa Nostra solo un año después por la magnífica restauración y puesta en valor que se llevó a cabo.
Empezando por lo malo, hay solo una cosa que no nos gustó de la Plaza de Segovia: que no está completamente cerrada al tráfico. Por su extremo sur todavía pasan los coches, utilizando la popular Calle de la Constitución. Sin embargo, a partir de ahí empiezan las buenas noticias. Y es que estamos ante una magnífica plaza llena de rincones con encanto, con edificios absolutamente alucinantes en los que la madera se ha atrevido a desafiar al paso del tiempo.
En uno de los laterales de la plaza se encuentra la Oficina de Turismo de Navalcarnero, donde podréis apuntaros a visitas guiadas y también recibir información de calidad. Junto a ella hay un montón de bares y restaurantes, que despliegan sus mesas por la práctica totalidad de la plaza. No hay mejor sitio para tapear o tomarse algo fresquito que la Plaza de Segovia.
Plaza de la Veracruz
En Navalcarnero son muy de plazas, por lo que detrás de la de Segovia también se puede ver la Plaza de la Veracruz. Recibe su nombre de la antigua Ermita de la Veracruz, en la cual aparecieron pinturas antiquísimas durante la restauración de 2008. En la propia plaza podéis encontrar también la Escultura a Jesús Casas Gómez, célebre pintor costumbrista oriundo de la localidad.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
Entre las dos plazas se encuentra la entrada a la impresionante Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el principal templo de Navalcarnero. Su construcción arrancó a mediados del siglo XVI, aunque no se completó hasta finales de la centuria posterior. Ese largo proceso constructivo explica la coexistencia de elementos de diferentes movimientos artísticos: tiene pinceladas góticas, renacentistas, barrocas, mudéjares e incluso de clasicismo escurialense.
Aunque por fuera es un edificio grandioso, por dentro resulta de lo más acogedor. Su retablo barroco es una de las grandes joyas de arte sacro de la Comunidad de Madrid y una de las grandes visitas que ver en Navalcarnero, mientras que la Capilla de Nuestra Señora de la Concepción es el lugar por el que más devoción sienten los navalcarnereños.
Plaza del Teatro
Siempre con la Plaza de Segovia como referencia, para verlo todo en Navalcarnero hay que alejarse de ella en todas las direcciones. Así, bajando por la Calle Real llegaréis hasta la coqueta Plaza del Teatro, epicentro de la vida cultural del pueblo. Recibe su nombre por el magnífico Teatro Municipal de Navalcarnero, construido en los años 20 del siglo XX. Junto a él se encuentra el Centro de Artes Escénicas.
La plaza está repleta de fuentes, arreglos vegetales y esculturas. Quizá las obras que más destaquen sean La Musa (de Ramón Chaparro) y Bailes Regionales (de Nacho Martín). Aprovechamos para decir que la escultura al aire libre es uno de los grandes hitos que ver en Navalcarnero, pues por todas partes encontraréis obras estupendas.
Casa de la Cadena
Si abandonáis la Plaza del Teatro por la Calle de la Doctora llegaréis hasta la reproducción de la Casa de la Cadena. Recupera la fachada del edificio en el que Felipe IV recibió la bendición para casarse con su sobrina Mariana de Austria. Que fuesen familia o que el rey pasase de los 40 mientras que su cónyuge no llegaba a los 15 no pareció preocuparle a nadie.
Casa de la Cultura y Ayuntamiento
Justo enfrente está la Casa de la Cultura, una vieja construcción solariega que fue rehabilitada en los años 80 del siglo XX. El edificio está a pocos pasos del Ayuntamiento de Navalcarnero, que también merece una visita por ser uno de los más vanguardistas de la Comunidad de Madrid.
Parque del Nazareno
Caminando un poquito por el borde del casco histórico llegaréis hasta el Parque del Nazareno, una bonita zona ajardinada en la que destaca fundamentalmente la Cofradía de Nuestro Hermano Jesús Cautivo de Amor. Las zonas un pelín alejadas del centro de Navalcarnero también tienen mucho que ver.
Junto a ella, al otro lado de la calle, está la Plaza de los Macacos, una de las más bonitas de la localidad.
Por último, justo detrás hay un antiguo lavadero, que en su momento era uno de los grandes puntos de reunión de Navalcarnero.
Ermita de San Juan Bautista
Si seguís avanzando llegaréis hasta la Ermita de San Juan Bautista. Que no os engañen sus escasas dimensiones, pues se trata de un templo construido hace más de cuatro siglos. En su interior, además de algunas reproducciones de cuadros como La Sagrada Familia, tiene un retablo del siglo XVII.
La ermita sirve para dar acceso al cementerio parroquial de Navalcarnero. Os recomendamos asomaros, pues encontraréis algunas esculturas de lo más interesantes. Así, el arte funerario también es una de las cosas interesantes que ver en Navalcarnero.
Parque-Museo Feliciano Hernández
Vamos a cambiar ahora radicalmente de tercio, yendo hasta el Parque-Museo Feliciano Hernández. Se trata de una bonita zona verde en la cual se han instalado toda clase de esculturas vanguardistas, además de tener una zona con agua y un pequeño géiser.
Iglesia de San José
Desde ahí, podéis ir acercándoos hacia el centro de nuevo, para seguir con la lista de cosas que ver en Navalcarnero. No dejéis de parar en la Plaza de San José, donde se encontraba la Iglesia de San José de 1668. Lamentablemente ese templo se perdió, pero su reconstrucción en 2008 se hizo a partir de gráficos de la época, tomando en consideración también los restos arqueológicos aparecidos en la zona.
Centro de Interpretación de Navalcarnero
Llegados a este punto, os recomendamos encarecidamente visitar el Centro de Interpretación de Navalcarnero. Cuesta 2€ por persona, los cuales se amortizan prácticamente desde que se pone un pie en él.
La visita es de lo más completa, pues incluye un mirador (las vistas no son especialmente altas, pero siempre se agradece tener una perspectiva alta de un sitio), bajar hasta las clásicas cuevas que hay distribuidas por la ciudad y un montón de salas que repasan en profundidad la historia de Navalcarnero.
El Centro de Interpretación tiene un teatrillo en el que se recrea el paso de Felipe IV y Mariana de Austria por Navalcarnero, así como una proyección sobre tinajas de vino en la que se cuentan cómo eran las labores vitivinícolas a finales del siglo XIX. Incluso podréis llevaros a casa recetas paso por paso de los platos típicos de la localidad. También hay un montón de objetos originales de épocas muy diversas. De verdad, merece la pena.
Plazuela del Mercado
Volvemos a las plazas, en este caso para ir a la Plazuela del Mercado. Allí os espera el Mercado Municipal de Navalcarnero, junto a la escultura en honor del sereno.
Casa de la Lonja
En uno de los laterales de la plazuela está la Casa de la Lonja, una casa solariega que durante décadas ha sido el principal negocio de la comarca. Su planta baja estuvo dedicada al comercio hasta hace nada, lo cual ha permitido que se conserve con el suelo y el mobiliario originales. Hoy en día está musealizada, por lo que se han dispuesto por sus estanterías productos de todas las épocas.
Por cierto, no os limitéis a visitar la zona del comercio. Si entráis por la puerta de la derecha, podréis ver un típico patio castellano realmente bonito. Todo ello de manera gratuita, así que no hay excusas.
Plaza de la Puerta del Sol
A pocos pasos de allí está la Plaza de la Puerta del Sol, en una de las esquinas de la Plaza de Segovia. Su elemento más característico es el Monumento a Felipe IV, que una vez más sirve para poner de manifiesto que el monarca eligió Navalcarnero para casarse con Mariana de Austria.
Parque Histórico San Sebastián
Si seguís caminando por la Calle de la Constitución (siempre con la Plaza de Segovia a mano derecha) y llegáis hasta el final, estaréis en disposición de entrar al Parque Histórico de San Sebastián. Se trata de un precioso jardín en el que Navalcarnero ha rendido homenaje a sus habitantes más ilustres, en el cual también podréis tomar algo (tiene un pequeño restaurante). Durante todo el año es utilizado por el ayuntamiento para realizar actividades culturales.
Plaza V Centenario
Vamos ya apurando la visita a Navalcarnero, en este caso bajando por la Calle de Mariano González para llegar hasta la Plaza del V Centenario. Allí se rinde homenaje a los primeros habitantes de Municipio, que crearon la localidad prácticamente de la nada en 1499.
Si vais por la Travesía de Mariano González llegaréis hasta la Plaza de Damián Casas, donde os esperan dos de los trampantojos más alucinantes de la villa.
Ermita de San Roque
Fundada a finales del siglo XVI, la Ermita de San Roque tuvo como impulsor a un caballero de la Orden de Santiago. En el siglo XIX fue adquirida por Juan Antonio Ribera, que la restauró y la decoró con su propia obra.
Plazuela del Calvario
Si os interesa el tema de los trampantojos, sin duda deberíais aprovechar para ir hasta la Plazuela del Calvario. Allí os espera una magnífica pintura mural en la que está homenajeado el comercio tradicional de Navalcarnero desde diferentes puntos de vista.
Dicho trampantojo da a una rotonda en la que hay un Conjunto Escultórico de la Pasión de Cristo, obra de David do Santos. Es conocido popularmente como la rotonda de las tres cruces.
En esa misma rotonda están las Bodegas Francisco Casas, que vienen a poner en valor la tradición de Navalcarnero en cuanto a la elaboración de vino. Podéis comprar allí directamente sus caldos.
Ermita de San Cosme y San Damián
Si volvéis a la Calle de la Constitución, llegaréis hasta la Ermita de San Cosme y San Damián. Tiene el orgullo de ser la más antigua de Navalcarnero, pues ya hay constancia de ella en el año 1582. Probablemente sea unas décadas más antigua.
Iglesia de San Pedro
En el año 2014 se inauguró la Iglesia de San Pedro. Aunque por fuera no dice mucho, por dentro tiene una decoración fuera de lo normal. Es el típico sitio que si estuviese en Italia o en Alemania sería conocido a nivel mundial, pero al ser español pasa prácticamente desapercibido. La pena es que no es fácil contemplar sus pinturas, ya que suele estar cerrado y la Oficina de Turismo no realiza visitas a su interior con demasiada frecuencia.
Museo del Vino
Terminamos con el Museo del Vino de Navalcarnero, una institución que ha sido reformada en fechas recientes y que a día de hoy ofrece uno de los mejores museos sobre la cultura vitivinícola de toda España. Merece la pena visitarlo.