Mora es una pequeña ciudad del centro de Suecia que se ubica entre dos grandes masas de agua: el lago Siljan (el sexto más grande del país) y el lago Orsa (conectado al anterior por un estrecho de cuatro kilómetros). Es una de las urbes más influyentes y representativas de Suecia, no tanto por su tamaño sino por su impacto en la identidad nacional. Esto lo consigue a través de artesanía, aportaciones artísticas e incluso eventos deportivos: un sinfín de elementos que sin duda influyen en su paisaje urbano y en su propuesta turística.

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Vida urbana al lado del lago Siljan
El poblamiento humano en Mora se registra desde más de 4000 años antes de Cristo. Aunque sus primeros edificios datan del siglo VII y hay referencias documentales de una parroquia en el siglo XIII, lo cierto es que la localidad entró de lleno en la historia de Suecia en el año 1520. Al parecer, tras no pocos titubeos, formaron parte de la rebelión que derrocó al gobierno danés y proclamó a Gustav Vasa como rey sueco.
No siempre fueron fáciles las cosas en Mora. En 1669 se celebró aquí el famoso Juicio a las brujas de Mora, la mayor caza de brujas del país (y una de las más famosas de Europa). Un siglo más tarde se produjo una terrible hambruna, la cual ocasionó un auténtico éxodo en la región.
Sin embargo, esta última tragedia tuvo un giro inesperado. Mucha de esa gente se fue a la capital, adquiriendo allí todo tipo de conocimientos artesanales. Al volver de Estocolmo, se pusieron en marcha diferentes industrias: relojes artesanales (los famosos moraklocka), cuchillos (morakniven), máquinas de coser, grifos, juguetes… Pequeñas producciones que evolucionaron y que a día de hoy siguen siendo prósperas.

Ese poderío económico tuvo reflejo en un florecimiento cultural. Su principal embajador es Anders Zorn, uno de los pintores suecos más famosos a nivel internacional. Esto se prolonga hasta tiempos modernos, con grupos como Francis o cantantes como Winona Oak (de lo más popular de la música sueca del siglo XXI). ¡Ah! Y, por supuesto, no se puede dejar de mencionar la Vasaloppet, la carrera de esquí más famosa del mundo. Año tras año sitúa a Mora en los periódicos deportivos de todo el planeta.
Visitar Mora es muy sencillo, ya que hay un enorme gran aparcamiento justo en el centro de la ciudad. Desde allí podréis ir caminando a los principales puntos de interés de la ciudad.

Turismo en Mora
Casco urbano
Mora es un lugar súper agradable, con un montón de sitios por los que pasear. Sus calles tienen una excelente oferta de tiendas y restaurantes, mucho más atractiva de lo que cabría pensar para un sitio de apenas 10.000 habitantes.
A modo de referencia, no podéis perderos ni la Kyrkogatan ni ninguna de las calles adyacentes. Esta es la principal avenida de Mora, en la cual encontraréis un puñado de tiendas de artesanía en las que será muy difícil no querer hacer una compra.
También es recomendable que os dejéis pasar por la Moragatan, una calle peatonal con mucho encanto.

Iglesia
La Iglesia de Mora es el principal edificio de la ciudad. Es un edificio enorme, debido a que prestaba servicio religioso a todo el norte de Dalecarlia / Dalarna. Sus tramos más antiguos son de finales del siglo XIII, aunque no ha dejado de ser ampliada nunca.

Merece la pena que visitéis su interior, ya que contiene muchos elementos artísticos interesantes. En caso de no poder, los alrededores también son interesantes. Su cementerio es uno de los más bonitos del país.

Museo Zorn y sus jardines
Al ladito de la iglesia están el Museo Zorn (Zornmuseet) y los Jardines Zorn (Zorngarden), ambos donados por Anders y Emma Zorn al estado sueco. Forman parte de una donación aun mayor, que incluye una antigua granja y una pequeña fábrica textil (ambos en las afueras).
En cuanto al museo, en él se puede contemplar buena parte de la obra del matrimonio, pues donaron hasta 20.000 objetos. Los jardines, a su vez, son uno de los espacios más bonitos de la ciudad.

Campanario
Además de la iglesia, no os podéis perder el enorme Campanario que hay en Mora. Su característica madera de color rojo hace que sea una de las construcciones más llamativas en muchos kilómetros a la redonda.

Vasaloppets hus (Llegada de la carrera)
¿Recordáis que en Mora se celebra la carrera de esquí de fondo más famosa del mundo? Es un evento que se lleva celebrando desde 1922 y que todos los años cubre los 90 kilómetros que hay entre Sälen y Mora.
No podéis perderos la Vasaloppet hus, que no es otra cosa que la Meta de Vasaloppet: el punto final de la legendaria carrera.

Si os interesan los deportes de invierno, muy cerquita os espera la estatua al esquí de fondo, un monumento que pone en valor esa actividad.

Tingsratt (Juzgado)
No lo veréis en las guías de viaje, ya que por dentro no se puede visitar pero el Juzgado de Mora (Tingsratt, en sueco) es una auténtica pasada. Uno de los edificios más bonitos de la ciudad.

Puerto
Tampoco os podéis ir de Mora sin ir a su puerto, pues es realmente bonito. El lago Siljat es una pasada, incluso en los días malos. Por el contrario, si tenéis suerte y hace sol, podréis disfrutar de su estupenda zona de baño.

Caballo de madera del puerto
Entre el agua y la ciudad, en un bonito parque, se encuentra el Caballo de Madera del Puerto. Data de 2011 y es uno de los mayores caballos de Dalecarlia del mundo. De hecho, es el más grande del mundo fabricado en madera. Como no podía ser de otro modo, pone en valor el juguete / souvenir más famoso de toda Suecia.

Zorns Gammelgard (Museo Textil)
La donación que Anders y Emma Zorn hicieron a la ciudad de Mora incluía también el Zorns Gammelgard, una vieja granja en las afueras de la urbe. En ella se han instalado, desde el año 1993, exposiciones permanentes con colecciones textiles que fueron propiedad del matrimonio. Todo un Museo Textil que bien merece una visita.

Excursiones por los lagos
Por último, os recomendamos coger el coche y recorrer los alrededores de Mora. Los lagos Siljan y Orsa son una pasada, están repletos de lugares maravillosos en los que hacer una pausa, disfrutar de la naturaleza y realizar un picnic inolvidable.
