Manzanares el Real es uno de los lugares más emblemáticos del turismo rural madrileño. Ubicado a los pies de Guadarrama, hablamos de un destino con un excelente patrimonio arquitectónico y cultural. Se enmarca en una zona de una enorme importancia y diversidad ecológica, siendo lugar de paso casi obligado para visitar uno de los espacios naturales más importantes de la Comunidad de Madrid: La Pedriza. Si a eso se le suma que está a escasos 50 kilómetros de la capital, claramente estamos frente a un sitio perfecto tanto para una excursión de un día como para una escapada de fin de semana.


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Un pueblo único entre la montaña, el río y el pantano
Asentamientos prehistóricos, druidas, colonización romana… los orígenes de Manzanares el Real son tan inciertos como interesantes. En cualquier caso, el pueblo actual se remonta a mediados del siglo XIII, cuando la zona fue repoblada por colonos procedentes de Segovia. Tras diferentes disputas sobre su propiedad, el rey Juan I cedió la localidad y los territorios aledaños a la familia Mendoza a finales del siglo XIV. Fue en ese momento cuando Manzanares el Real vivió sus años más boyantes.
Sea como fuere, con el devenir de los siglos se fue constituyendo un casco urbano impresionante. Todo gira alrededor de uno de los castillos más alucinantes de la Comunidad de Madrid, aunque hay muchos más motivos por los que ir hasta Manzanares el Real: su iglesia, el puente sobre el río, las pequeñas callecitas con encanto…


A todo esto hay que sumarle un ambientazo difícil de encontrar en la sierra madrileña. En cierta manera nos recuerda a Navacerrada, ya que es un lugar con una oferta gastronómica sensacional y con muchas tiendas llenas de autenticidad.
Además, como ya hemos adelantado, la ubicación de Manzanares el Real es inmejorable. Tanto por su cercanía a la capital como por la diversidad que ofrece su entorno, marcado por las montañas, el río que da nombre a la localidad o el enorme pantano que le convierte en un sitio casi marítimo.
Aparcar en Manzanares el Real es relativamente sencillo, ya que hay diversos parkings públicos distribuidos estratégicamente en diferentes lugares del pueblo. Una vez allí, podéis seguir cualquiera de las tres rutas que propone su Oficina de Turismo: una se centra en la zona histórica, otra va hacia la Ermita de la Peña Sacra y otra recorre el embalse. Seguid leyendo y os enseñaremos qué ver en cada una de ellas.


Turismo en Manzanares el Real
Castillo de los Mendoza (Castillo Nuevo)
En cualquier ruta que hagáis, el punto de partida siempre ha de ser el mismo: el Castillo de los Mendoza. Conocido también como Castillo Nuevo o simplemente como Castillo de Manzanares el Real, se trata de un majestuoso palacio-fortaleza que responde a las mil maravillas a la imagen que todo el mundo tiene en la cabeza de un castillo medieval. Sin lugar a dudas es el mejor ejemplo de toda la Comunidad de Madrid.
El castillo se puede visitar por dentro, en un horario aproximado de 10:00 a 17:00. Merece mucho la pena, ya que tiene una exposición permanente súper interesante y muy bien planteada. Además, se pueden visitar los jardines y el recinto exterior, desde donde tendréis una imagen sensacional de la fortaleza.


Fuente de las Ermitas
Una vez visitéis el castillo, no vayáis todavía hacia el casco urbano. Alejaos un poquito siguiendo la M-608 (la carretera que lo atraviesa), en dirección a la Fuente de las Ermitas. Es un recurso de aprovisionamiento de agua que data del siglo XVI y que tiene abrevadero, una caseta distribuidora y la propia fuente.


Arquitectura popular
Hecha la visita a la fuente, volved sobre vuestros pasos y llegad de nuevo al castillo. Podéis encarar la visita al centro urbano tanto desde abajo como subiendo y dejando la fortaleza a la derecha: de ambas maneras llegaréis al centro, donde os espera una de las mejores muestras de arquitectura popular de toda la sierra de Guadarrama.
Buena parte del centro de Manzanares el Real es peatonal, lo cual os permitirá disfrutar de sus casitas, de sus restaurantes y de su ambientazo. Si tenéis suerte y vais el primer sábado del mes, os espera su famoso Mercado Artesano.


Plaza del Pueblo
El principal punto de interés del casco viejo de Manzanares el Real es la Plaza del Pueblo, un lugar en el que se respira sierra. Allí está el Ayuntamiento, con su característico balcón lleno de banderas. También podréis encontrar varios restaurantes, que se aseguran de que haya gente en la plaza a prácticamente cualquier hora del día.


Fábrica de cerveza artesana “La Pedriza”
Por cierto, una curiosidad. No muy lejos de la Plaza del Pueblo está la fábrica de cerveza artesana “La Pedriza”. Se trata de una de las birras más populares de la Comunidad de Madrid, siendo una habitual en las tiendas y ferias de cerveza artesanal de todo el país. Allí mismo podéis ver dónde fabrican su producto, adquirirlo y disfrutar de su excelente restaurante.


Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves
Y pasamos de la cerveza a lo espiritual a través de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, un templo fundado a comienzos del siglo XIV bajo el amparo del Marqués de Santillana. Su estado actual se debe a una reedificación posterior, que le dejó un estilo ecléctico y que mezcla elementos del románico y del gótico sin un criterio aparente. Está a los pies de la carretera, justo enfrente de la Oficina de Turismo, por lo que no tiene pérdida.


Puente de la Cañada Real (Puente Viejo)
También relativamente cerca de la iglesia está el Puente de la Cañada Real, conocido como Puente Viejo por haber estado allí desde la misma fundación de Manzanares el Real. A día de hoy es un conjunto de puentes, en el que conviven construcciones modernas (como la carretera de la parte superior) con la obra clásica. Este se suele atribuir a Juan de Herrera y a Juan Bautista de Toledo, con sus característicos estilos.


Castillo Viejo
Pasado el puente, en un alto, os esperan los restos del Castillo Viejo. Es mencionado en la documentación histórica ya por mediados del siglo XIV, cuando Alfonso XI pidió un par de carpinteros para trabajos en la propia fortaleza. Se dice también que el Duque del Infantado escribió en él parte de su obra.


Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra
Y todavía un poquito más lejos del centro (conviene ir en coche, la caminata es de una media hora ida y otro tanto de vuelta) está la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra. Es un pequeño templo del siglo XVI que a día de hoy sigue teniendo mucha devoción, ya que es la patrona de Manzanares el Real. Su ubicación es excelente, tanto para tener toda esa mística como para servir de punto de observación del propio pueblo y de sus alrededores.


Embalse de Santillana
Hablando de alrededores, Manzanares el Real se encuentra en la orilla del Embalse de Santillana. Construido en 1907 y ampliado en 1969, regula el río Manzanares y sirve para aprovisionar buena parte del agua que se consume en esta zona de la Comunidad de Madrid.
No esperéis el típico sitio en el que bañarse o navegar, ya que no está permitido. Sin embargo, sus orillas son un lugar excelente para pasear y disfrutar de este privilegiado entorno. Mención especial si vais con perro, ya que vuestro cuadrúpedo de confianza si que podrá refrescarse.


La Pedriza
Para el final hemos dejado lo mejor. Y es que Manzanares el Real es la puerta de entrada a La Pedriza, uno de los espacios naturales más impresionantes de la Comunidad de Madrid. Sus 3200 hectáreas son una de las joyas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, siendo además Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La Pedriza es el punto de encuentro para los madrileños que amamos la montaña. Es un sitio de lleno de leyendas y de cultura, en el que conviven escaladores y estudiosos de la naturaleza. No hay palabras para describir todo lo que se puede ver y hacer en este espectacular batolito granítico.
No hay visita a Manzanares el Real que esté completa sin un buen paseo por La Pedri.

