Aquí os traemos una guía con todo lo que ver en Madrigal de las Altas Torres, un pueblo ubicado al norte de la provincia de Ávila. Se enmarca en la comarca natural de La Moraña, de donde ya os hemos enseñado sitios como Arévalo o Adanero. Su recinto amurallado, sus altas torres de estilo mudéjar y su coqueto casco histórico ya son motivos más que suficientes para una visita, pero es que además forma parte de la Historia de España de manera muy destacada. ¿Os suena una tal Isabel la Católica? Resulta que la monarca nació aquí en el año 1451, lo cual coloca el nombre de Madrigal de las Altas Torres en prácticamente todos los libros de texto del país.
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La cuna de Isabel la Católica está en La Moraña
La frase con la que la Oficina de Turismo presenta al pueblo no podría ser más descriptiva, pues habla de Madrigal de las Altas Torres como una urbe rodeada por un mar de mieses o surcos, que emerge como una isla.
Así son las cosas: en medio de los infinitos campos de cultivo de cereal de La Moraña, las torres de su enorme recinto amurallado (equiparable en dimensiones del de Ávila capital) se alza imponente, siendo un polo de atracción prácticamente inevitable para los viajeros con un mínimo de curiosidad.
En origen era una de las muchas aldeas pertenecientes a la cercana Arévalo, de la cual ya os hemos hablado. Sin embargo, se hizo independiente a comienzos del siglo XI y desde entonces su propiedad pasó por manos de diferentes figuras de la realeza castellana. Por ejemplo, Fernando IV se la otorgó dos siglos más tarde a su madre, María de Molina.
Claramente el hecho de que Isabel la Católica naciese allí (en 1451) dio un espaldarazo al desarrollo de Madrigal de las Altas Torres, lo que se traduce en que hay mucho que ver allí. Fue un sitio dinámico en vida de la monarca (que junto a su inseparable Fernando el Católico realizó muchos viajes al lugar) y también posteriormente, pues la monarquía necesitaba símbolos y sin duda este pueblo era uno de ellos.
Con el tiempo, al igual que le ocurrió a buena parte del interior peninsular, las cosas se hicieron más tranquilas en el pueblo y este pasó a ser un lugar alejado del poder económico y cultural.
Sin embargo, todavía hoy se pueden seguir las huellas de un esplendor que nunca dejó de brillar, pues la lista de cosas que ver en Madrigal de las Altas Torres es abrumadora : cuatro iglesias, dos conventos, un recinto amurallado enorme e infinitos ejemplos del arte mudéjar más purista.
Una mañana es tiempo más que suficiente para recorrer Madrigal de las Altas Torres y abordar todo lo que ver allí, incluyendo la visita al interior de algunos de sus edificios más emblemáticos. Seguid leyendo y os contamos qué ver en uno de los pueblos más interesantes de Castilla y León.
Turismo en Madrigal de las Altas Torres
Real Hospital de la Purísima Concepción (Oficina de Turismo)
¿Recordáis que hace un momento hemos dicho que la propiedad Madrigal de las Altas Torres fue pasando de mano en mano por la nobleza castellana? No hay mejor ejemplo de esto que el Real Hospital de la Purísima Concepción, pues fue impulsado por María de Aragón (María de Trastámara para los amigos), la primera esposa de Juan II de Castilla y también madre de Enrique IV de Castilla.
Empezamos con esa mención histórica porque solo a partir de ese dato se puede explicar que exista un edificio de semejantes dimensiones en medio de los campos de cereal castellanos. Es una construcción con un uso más que notorio, pues funcionó como albergue de pobres y desamparados… ¡durante casi 500 años!
En la actualidad es la Oficina de Turismo de Madrigal de las Altas Torres. A la vez, funciona como Aula de la Naturaleza y Museo de Vasco de Quiroga. No se nos ocurre un sitio mejor para empezar la visita al pueblo. Su horario de visita es de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00, siendo el acceso gratuito.
Palacio de Juan II (Convento de Nuestra Señora de Gracia)
El hospital se encuentra al lado del Palacio de Juan II, actualmente Convento de Nuestra Señora de Gracia. También tiene mucho que ver con la estrecha relación entre Madrigal de las Altas Torres y la monarquía castellana. Siempre hay que recordar que aquí estuvo establecida la Corte desde 1424 hasta 1497. Este lapso de tiempo motivó que allí naciese, en una alcoba sorprendentemente pequeña, Isabel la Católica. Posteriormente Carlos I se lo donó a las madres agustinas, que hasta ese punto estaban en el Convento de Extramuros (del que luego hablaremos). Desde entonces habitan en el palacio.
Ya han pasado muchos siglos de eso, por lo que a nivel arquitectónico ofrece una mezcla de lo más equilibrada entre lo que se podría esperar de un solemne palacio castellano y las estancias propias de un conjunto monacal. Es decir, tan pronto ofrece fachadas austeras y estancias para actividades políticas como un claustro o un refectorio.
Solo se puede recorrer su interior mediante visita guiada y se realizan dos al día (a las 11:30 y a las 17:00). Hay que llamar al timbre cinco minutitos antes, duran aproximadamente una hora y tienen un coste de 5€. Nosotros fuimos acompañados por sor Sandra, una de las doce hermanas de la comunidad agustina que hace vida de clausura en su interior.
Junto a ella visitamos diferentes estancias, siendo la joya de la corona la habitación en la que nació Isabel la Católica. El recorrido permite contemplar pinturas, documentos históricos y toda clase de enseres relacionados con la vida en este palacio-monasterio a lo largo de los siglos. Realmente merece la pena.
Plaza del Cristo
Tanto el Real Hospital de la Purísima Concepción como el Palacio de Juan II dan hacia la Plaza del Cristo. No solo sirve como amplísimo aparcamiento o como punto de acceso para amas construcciones, sino que además atesora otras sorpresas. Por ejemplo, en el extremo sur encontraréis la Fuente de los Caños, uno de los diferentes puntos de aprovisionamiento de agua del pueblo. También da a una de las zonas que mejor se han conservado del recinto amurallado.
Soto de Vergara (Arco de Piedra)
Una vez hayáis visto la Plaza del Cristo, os recomendamos abandonarla por la Calle del Cristo y comenzar un paseo por las diferentes calles del pueblo. Así, tras caminar un par de minutos, llegaréis hasta los restos del Soto de Vergara.
Es lo que hoy en día se conoce como el Arco de Piedra, una fachada renacentista de muy alta factura. Dicha fachada atestigua lo lujosa que era la residencia del que fuese médico de los Reyes Católicos.
Iglesia de Santa María del Castillo
Un poquito más adelante está la Iglesia de Santa María del Castillo, probablemente el edificio más sorprendente de Madrigal de las Altas Torres. Este coqueto templo está en el punto más alto de la localidad, abre de 11:30 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. El acceso a su interior es gratuito. A simple vista parece una modesta iglesia de estilo románico, pero no os confiéis: dentro tiene un auténtico tesoro.
Y es que durante unos trabajos de restauración, a comienzos del siglo XXI, aparecieron detrás del retablo mayor unas pinturas de época románica. Es uno de los ejemplos mejor conservados de toda la provincia de Ávila, dotando al templo de una importancia fuera de lo normal.
Según nos contó el chico que trabajaba en el templo, junto a las pinturas del altar mayor también estaba una pequeña estancia que era usada como almacén… y que también tenía pinturas, aunque en este caso góticas. Se han conservado peor, pero también conservan su espectacular policromía.
Iglesia de San Nicolás de Bari
Reina de las torres mudéjares. Así es como el legendario arqueólogo e historiador Manuel Gómez-Moreno describió a la torre de la cercana Iglesia de San Nicolás de Bari. Y no es para menos, pues hablamos de un colosal templo del siglo XIII. Es la principal seña de identidad de Madrigal de las Altas Torres. De hecho, seguramente tenga mucho que ver con el apellido de las altas torres, pues al fin y al cabo su torre-campanario es espectacular.
Para visitar su interior tenéis que llamar al 610 69 52 08, el teléfono de una voluntaria que os lo enseñará (previo donativo de 3€ por persona). Merece la pena entrar para ver su flipante techumbre mudéjar, la pila bautismal en la que fue bautizada Isabel la Católica o un retablo gótico restaurado en fechas recientes. Además, la sillería del templo se restauró con tanto esmero que en el año 2008 ganó el Premio Europa Nostra en la categoría de Conservación y adaptación a nuevos usos.
Aunque la visita es espectacular y la señora que nos enseñó el edificio era encantadora, tenemos que decir que se nos hizo un poco pesada la experiencia. Estuvimos una hora larga en el interior de la iglesia, analizando hasta el más mínimo detalle del mismo. Quizá estaría bien una versión exprés de las explicaciones.
Por cierto, la iglesia da a la Plaza de San Nicolás, uno de los espacios abiertos más chulos del pueblo. Allí hay un edificio con soportales con uno de los bares más animado de Madrigal de las Altas Torres. Quizá podáis reponer fuerzas con una cerveza a media mañana.
Cárcel Real, Ayuntamiento y Paneras
Son muchos los edificios que se pueden ver en una ruta por esta localidad, algunos de los cuales pueden pasar desapercibidos. Justo en una esquina de la plaza, en la que está entre las iglesias de San Nicolás de Bario y de Santa María del Castillo, hay un pequeño cogollito con varias construcciones de interés. Allí encontraréis la Cárcel Real, actual sede de una entidad bancaria que mes a mes nos roba muchísimo dinero con unas condiciones nada ventajosas. Sois unos piratas, amigos de Caixabank.
Dicho esto, allí mismo también está el Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres, un bonito edificio construido en el año 1868. Junto a él están las Paneras de Santa María.
Casas Señoriales
En vuestro recorrido por Madrigal de las Altas Torres también tenéis que ver varias casas señoriales castellanas, ejemplo de la austera y solemne vida palaciega en esta zona de España. Las familias más importantes de la localidad, como los Roldán, los Samaniego o los Luengo, dejaron su impronta en su arquitectura popular a través de estas construcciones. Merece la pena que vayáis con los ojos bien abiertos, pues hay ejemplos muy interesantes.
Bodega de los Frailes
Madrigal de las Altas Torres es un pueblo que también está muy vinculado a la cultura vitivinícola. De hecho, su ayuntamiento colabora con lasbodegas González Byass en la elaboración de diferentes caldos, como Pecado de Extramuros o Ysabel de Madrigal (de la Denominación de Origen Rueda). Pueden comprarse en la Oficina de Turismo, aunque sin duda la mejor opción para degustarlos es ir a la Bodega de los Frailes. Se trata de una bodega subterránea, la cual organiza visitas guiadas a las 13:15 que cuestan 3€/persona e incluyen una copa de vino. ¿Lo malo? Las visitas solo salen cuando se han apuntado cinco personas en la Oficina de Turismo, y nosotros tuvimos que quedarnos con las ganas al ser los únicos. Volveremos en otoño y primavera, cuando prácticamente todos los sábados y domingos se completa el cupo.
Murallas
Vamos llegando al final del artículo, aunque hemos dejado dos cosas súper top para rematarlo. La primera es un repaso específico a las Murallas de Madrigal de las Altas Torres, un recinto amurallado con las mismas dimensiones que el de Ávila. Lamentablemente no se ha conservado en su totalidad, pero si tiene en pie zonas en las que se puede contemplar el esplendor pasado. La Ronda de Santa María, entre la Avenida de los Deportes y la Plaza del Cristo, es el lugar al que deberíais acudir para ver los lienzos más espectaculares.
Puerta de Arévalo
Además, se conservan cuatro puertas monumentales. La primera es la Puerta de Arévalo, la cual os dará la entrada al municipio si accedéis a él desde la villa que le da nombre.
Puerta de Peñaranda (Puerta de San Hilario)
No muy lejos de ella, al sur de la Plaza del Cristo, está la estupenda Puerta de Peñaranda (que se llama así porque comunica directamente con la salmantina Peñaranda de Bracamonte). Se la conoce también como Puerta de San Hilario.
Puerta de Cantalapiedra (Puerta de La Alberca)
La tercera en discordia es la Puerta de Cantalapiedra o Puerta de La Alberca, en el extremo noroeste del casco histórico. Es una maravilla.
Puerta de Medina
Por último, no os perdáis la Puerta de Medina, que está al ladito de la Bodega de los Frailes. Junto a ella también hay una zona de muros bastante bien conservada.
Convento Agustino de Extramuros
Y para terminar hemos dejado los restos del Convento Agustino de Extramuros. Conocido como el Pequeño Escorial de Castilla, era un conjunto monástico de grandes dimensiones y de una belleza sin igual. Aunque se encuentra en estado de ruina arqueológica, se ha puesto en valor y en la actualidad puede visitarse por fuera y por dentro, en una visita muy jugosa gracias a diferentes caminos y paneles informativos instalados en ella.
De planta escurialense, sus 50.000 metros cuadrados reflejan la importancia que llegó a tener. Fue cátedra universitaria y protagonizó algunos episodios históricos de relumbrón, además de haber servido de residencia a dos hijas bastardas de Fernando el Católico.
Mapa turístico de Madrigal de las Altas Torres
No hay artículo que esté completo sin su planito. Así, aquí os dejamos el mapa turístico con todo lo que ver en Madrigal de las Altas Torres, para que podáis hacer el recorrido por el pueblo sin dejaros nada por ver: