Qué ver en Lumbreras, la Corte de la Sierra de Cebollera

Vamos a enseñaros Lumbreras de Cameros, uno de los municipios enmarcados en el Parque Natural de la Sierra de Cebollera. Una visita a esta preciosa zona de La Rioja nunca estará completa si no se da un paseo por este pueblo, sus alrededores y las preciosas aldeas que forman parte de su término municipal. Tomad buena nota, pues estáis ante uno de los musts de la comarca.

La abundancia hecha pueblo

Seguramente os haya llamado el título del post, pero no es nada que nos hayamos inventado nosotros. A Lumbreras se le conoce como la Corte de la Sierra Cebollera por la riqueza de diferentes agricultores y ganaderos del lugar. Como no podía ser de otro modo, todos ellos se afanaron en dejar constancia de sus bienes a través de estupendas casas blasonadas, habiendo llegado a nuestros días buena parte de ellas.

Lumbreras está en el centro de la Sierra de Cebollera, a cinco minutos en coche de Villoslada de Cameros (el otro pueblo del Parque Natural). Es un destino rural de primer nivel por sí mismo, como ahora os vamos a enseñar, pero también por ser un excelente punto de partida para excelentes excursiones por la zona.

De hecho, visitar Lumbreras es súper sencillo. En el casco histórico del pueblo hay un paseo señalizado, el cual os permitirá conocer prácticamente todos sus atractivos turísticos en escasa hora y media. Además, todas las aldeas están conectadas entre sí por carretera, aunque también existe un sendero que os hará ir a todas y cada una de ellas (incluyendo una que ya está deshabitada y por la cual no pasa el asfalto).

Turismo en Lumbreras

Iglesia de San Bartolomé

Empezamos mencionando la Iglesia de San Bartolomé por ser la principal construcción de Lumbreras. Visible desde cualquier punto de su casco urbano y también desde unos cuantos kilómetros alrededor, hablamos de un templo del siglo XVI que es de los mejorcito que hay en toda La Rioja.

Tiene un marcado estilo barroco gracias a una serie de reformas realizadas a finales del siglo XVII. Si tenéis la ocasión de visitar su interior, descubriréis un impresionante órgano del siglo XVIII. Está compuesto por hasta 800 tubos que atraen las miradas de propios y extraños.

Ermita de la Virgen de la Torre

Yendo hacia el norte, subiendo una suave cuestecita, se llega a otro de los edificios imperdibles de Lumbreras. Nos referimos a la preciosa Ermita de la Torre, un conjunto formado por dos edificios claramente diferenciados: una torre defensiva de diez metros de altura y una ermita barroca que se adosó a una de sus paredes.

La ermita es visible desde la carretera que da acceso al pueblo, desde la que atraviesa el Parque Natural y también desde distintos puntos del pueblo, ya que se encuentra en una pequeña colina. Merece la pena dar un paseo por sus alrededores, no solo por rodear el edificio sino porque el parquecito que hay a su vera es de lo más agradable.

Ayuntamiento (Casa Isunza)

Volviendo a la iglesia y yendo hacia una de sus calles principales, la Calle de la Solana, se llega hasta el Ayuntamiento. Está ubicado en la Casa Isunza, un antiguo caserón perteneciente a una de las familias más poderosas de la zona. Al parecer, llegaron a tener hasta 6500 ovejas y casi 40 empleados, pero poco a poco fueron perdiendo business. La situación se degradó tanto que la mayor parte del patrimonio que amasaron tuvo que ser rescatado poco a poco por vecinos del pueblo e instituciones.

Casas tradicionales

En cualquier caso, la Casa Isunza no es una excepción. Como ya hemos dicho en la introducción, Lumbreras era conocida como la Corte de la Sierra por ser el hogar de diversas familias poderosas, las cuales llegaron a poseer hasta casi 100.000 cabezas de ganado.

Eso hace que un paseo por Lumbreras no sea el típico recorrido por rincones por encanto, que también, sino una especie de museo al aire libre en el que casas de nobles y blasones de muy alta factura se agolpan por todo el casco urbano. Merece la pena que vayáis con los ojos bien abiertos, pues encontraréis auténticas joyas.

Eso sí, en ningún momento se pierde el foco de la realidad rural del pueblo. De hecho, en medio de una de sus calles principales está la reciente Plaza de la Trashumancia, que supone un bonito homenaje a todos esos oficios populares que contribuyeron a hacer de Lumbreras un lugar próspero.

Museo Etnográfico (Casa Fernández de Tejada)

En una de esas casas nobiliarias, la perteneciente a la familia Fernández de Tejada, se encuentra el Museo Etnográfico de Lumbreras. Una vez más, es un edificio que recoge ese poderío económico y lo utiliza para poder en valor una realidad mucho más humilde. Si lo encontráis abierto no dudéis en visitarlo, porque merece la pena.

Casas de Pajares

El Embalse de Pajares, puesto en marcha a finales del siglo XX, no solo vino a crear una enorme masa de agua en la Sierra de la Cebollera, sino que también cambió para siempre la vida de muchos de sus vecinos. ¿Sabéis de dónde toma su nombre? De un pueblecito que quedó totalmente sumergido.

Os contamos esta historia porque en uno de los extremos del pueblo se ha creó un barrio para acoger a buena parte de los habitantes de Pajares. Quizá no tenga mucho que ver con el resto del pueblo, pero es un lugar súper particular y bien merece la pena visitarlo.

Asilo

No muy lejos de allí está el Asilo, un imponente edificio construido a comienzos del siglo XX para albergar una institución que cuidase a los ancianos y viudas sin recursos de Lumbreras. Hoy en día es un Albergue, aunque también hace las veces de Centro Cultural.

Ermita de San Martín

Desde el Asilo, caminando unos minutos (o yendo directamente en coche), llegaréis a la bonita Ermita de San Martín. Se trata de un templo barroco del siglo XVII, hoy en día célebre en la zona por motivos muy diferentes a los litúrgicos: en sus inmediaciones ofrece un Parque de Aventuras en el que es posible trepar, escapar y hacer un poquito de ejercicio.

Aldeas de Lumbreras

El término municipal de Lumbreras llegó a estar formado por hasta cinco núcleos diferentes. Más allá del principal, no podéis iros de allí sin visitar las pequeñas aldeas que se debaten entre resistir o hincar la rodilla ante el paso del tiempo.

La primera de ellas es San Andrés, un tranquilo y relajado entorno al que el Embalse de Pajares le arrancó parte de su trazado urbano. La parte alta se salvó, y en ella podéis encontrar una bonita iglesia y varias casas tradicionales.

Lamentablemente, no podréis visitar Pajares, ya que el pueblo fue engullido por las aguas del embalse homónimo. Sin embargo, no dudéis en dar un paseíto por las orillas, pues el entorno es fantástico.

Tampoco podéis iros de Lumbreras sin ir a El Horcajo, una aldea que literalmente tiene tres o cuatro calles y en la cual se respira paz.

Por último, si queréis hacer un poquito de senderismo, podéis ir a visitar El Hoyo, un pueblo que fue abandonado en el siglo XIX. Sin embargo, todavía se conservan varias casas y corrales. Realmente merece la pena el paseo hasta allí, que puede hacerse como una ruta circular de una hora y media desde Lumbreras o en el marco de un sendero que recorre todas las aldeas.

Venta de Piqueras

Para terminar, en el término municipal de Lumbreras también se encuentra la bonita Venta de Piqueras, un conjunto histórico que alberga un hotel, un excelente restaurante, el Centro de Interpretación de la Trashumancia y la Ermita de la Luz. Una visita auténticamente imprescindible y que tenéis que hacer antes de iros de la Sierra de Cebollera.

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