La New Town de Edimburgo es el mejor ejemplo de que las zonas nuevas de las grandes ciudades también merecen la pena. En contraposición con la Old Town, caótica y con aroma añejo, la New Town ofrece al viajero un auténtico paraíso de la arquitectura neoclásica, con amplias avenidas repletas de solemnes edificios con columnas en sus fachadas. Todo ello aderezado por tiendas de una variedad infinita, restaurantes que exprimen al máximo las posibilidades de la cocina local, decenas de museos y algunas de las mejores zonas verdes de la capital de Escocia.
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La versión más chic de Edimburgo
La New Town surgió en la segunda mitad del siglo XVIII. Si bien Edimburgo era un lugar dinámico y repleto de familias poderosas, todavía conservaba el clásico planteamiento de una urbe medieval: suciedad, delincuencia, zonas sobrepobladas… Por ello, las clases altas impulsaron el desarrollo de un ensanche que se adaptase más a sus gustos acomodados.
Así, el joven arquitecto James Craig presentó un proyecto basado en la bandera de Reino Unido, con una serie de avenidas amplias comunicadas entre sí de manera cómoda y ordenada. Todo ello estuvo aderezado por una fuerte carga ideológica, de ahí que las principales calles sean Princes, George (por Jorge III) y Queen.
Aunque la New Town fue un barrio concreto y limitado, hoy en día (al menos a nivel turístico) viene a ser algo así como «todo lo que no es la Old Town». Es decir, nos referimos a una zona amplia y diversa, en la cual se contienen algunas de las zonas más interesantes de la ciudad.
La New Town tiene atractivos turísticos suficientes como para retener al viajero un día completo, aunque no pasaría nada si se le dedican dos o tres jornadas. En las siguientes líneas os vamos a enseñar una mezcla entre los sitios más destacados y aquellos que más nos gustan, pero vaya por delante que la zona tiene mucho más que ofrecer.
De hecho, no quisiéramos empezar sin antes recomendaros que investiguéis mucho antes de visitar la New Town. Allí os esperan algunos de los mejores pubs de la ciudad, la residencia oficial del Primer Ministro de Escocia (en el número 6 de la Charlotte Square), la Casa Georgiana, un bar clandestino en Hannover Street al cual se accede por la tienda de una falsa pitonisa o un enorme museo dedicado íntegramente a exponer retratos. Eso por no hablar de la mítica galería comercial Jenners, del ambiente universitario alrededor de George Square o de The Dome, otro emblemático edificio.
Sea como fuere, tomad buena nota. ¡Comienza nuestra ruta por la New Town!
Turismo en la New Town
Monumento a Walter Scott
Empezamos por una de las visitas más clásicas: el Monumento a Walter Scott. Esta torre, visible desde prácticamente cualquier punto de la New Town, esconde en su cumbre (tras superar casi 300 escaleras) una de las mejores panorámicas de Edimburgo. Su aspecto oscuro no es original, sino que lo fue adquiriendo a raíz de la gran contaminación que hubo en época victoriana en la capital de Escocia.
Construida en homenaje a sir Walter Scott, el mítico escritor escocés, cuenta con el honor de ser el mayor monumento del mundo en honor a un literato. Tiene más de 60 metros de alto y está rematada por 64 esculturas inspiradas en personajes de sus libros. Hay que pagar alrededor de diez libras por acceder, pero os aseguramos que merece la pena.
Scottish National Gallery
Con su inconfundible estilo neoclásico, la Galería Nacional de Escocia (Scottish National Gallery) es uno de los museos más importantes del mundo. Su colección alberga obras del máximo nivel, con autores como Rubens, Rembrandt, Boticelli, Velázquez o Van Gogh. Es una visita obligada en Edimburgo, no cabe duda.
Princes Street (Calle y jardines)
La principal arteria de la New Town es la Princes Street, incluyendo la propia calle y los adyacentes Princes Street Gardens. Es la calle comercial más mítica de la capital de Escocia, uno de esos lugares por los que pasear entre escaparates y dejarse sorprender por las sorpresas que tiene la ciudad guardadas. Muchas de las cosas de esta guía están en la Princes Street o en las calles adyacentes, pero nos gusta tanto el sitio que queríamos hacerle una mención aparte.
Teniendo como referencia el enorme reloj del legendario Hotel Balmoral, preparaos para conocer una de las mejores calles de toda Europa.
Cementerio de San Cuberto
Ya os hemos hablado de los cementerios de Edimburgo, pero igualmente queremos insistir en que la visita a la New Town no estará completa si no os dejáis caer por el Cementerio de San Cuberto. Está a los pies del castillo y ofrece una serie de esculturas absolutamente alucinantes. No es el único de la parte nueva de Edimburgo, pero nos parece absolutamente imprescindible.
Farmers’ Market
Misma cosa se podría decir del Farmers’ Market. Si tenéis la suerte de hacer la visita a la New Town en sábado, tendréis a vuestra disposición este alucinante mercado de agricultores, ganaderos y productores. En él podréis comprar y degustar cientos de productos diferentes: desde cerveza artesanal a queso, pasando por empanadas de carne, embutidos o verduras cortadas de la huerta esa misma mañana.
Banco Nacional de Escocia
La sede central del Banco Nacional de Escocia (Bank of Scotland) también merece una mención, ya que posiblemente es el edificio neoclásico más neoclásico que hemos visto nunca. Por cierto, no os perdáis la enorme cúpula repleta de estrellas de su interior, la entrada es gratuita.
Iglesias
Y del dinero a la iglesia, temas que nunca son ajenos entre sí. En la New Town hay un montón de templos esperando vuestra visita: la Catedral de St Andrews, la presbiteriana Iglesia de San Cuberto, la episcopaliana Iglesia de San John… Tampoco os podéis perder St Merys, uno de los edificios neogóticos más famosos del mundo.
Calton Hill
Aunque no forman parte estrictamente de la New Town, vamos a enseñaros algunas zonas que deberíais incorporar a vuestra visita. La primera es Calton Hill, una agradable colina desde la cual podréis disfrutar de algunas de las panorámicas más típicas de Edimburgo. Merece la pena subir a cualquier hora del día.
Dean Village
Tampoco os podéis perder Dean Village, una especie de pequeño pueblo en miniatura ubicado en el corazón de Edimburgo. Es una zona tranquila y auténtica, que os transportará varios siglos en el tiempo. A nosotros nos encanta, siempre que vamos a la capital de Escocia nos dejamos caer por allí.
Stockbridge
Por último, también merece una visita el barrio de Stockbridge. Si es posible, os recomendamos reservar las horas centrales del día, ya que la oferta gastronómica de esta zona de Edimburgo es sobresaliente. No os vayáis de allí sin ir a la mítica Circus Lane.