Cuevas que han servido como hogar hasta hace cuatro días, una sucesión interminable de miradores hacia la Alhambra y una abadía que domina el cielo de Granada. Eso es lo que podéis encontrar si sabéis qué ver en el Sacromonte, el barrio con más personalidad y duende de la ciudad nazarí. En sus empinadas calles se respira flamenco, pero también la tranquilidad que solo dan los lugares más apartados del centro de las grandes urbes. En este artículo os proponemos un paseo por este lugar mágico, clave para entender el flamenco y la propia esencia de Andalucía.
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Oh, ciudad de los gitanos
Antes de nada, una pequeña introducción sobre un barrio que tan bien retrató Federico García Lorca en su mítico Romancero Gitano. De hecho, antes de seguir leyendo os recomendamos que escuchéis el siguiente vídeo, en el cual la no menos mítica banda Marea adaptó uno de sus poemas: el Romance a la Guardia Civil (en concreto, los pasajes de la Ciudad de los Gitanos):
¿Todo listo? Pues hablemos ya del Sacromonte, un pequeño barrio ubicado a las colinas orientales de la ciudad de Granada. Su periférica ubicación y sus enormes desniveles hacían de este paraje una zona poco atractiva, lo cual hizo que en el siglo XV se estableciese en ella una población desfavorecida que acababa de llegar a Andalucía procedente de la India: los gitanos.
Poco a poco se fueron asentando allí, ganándole terreno literalmente a la montaña. Y es que si por algo se caracteriza el Sacromonte es por sus casas cueva, método de poblamiento habitual del barrio. En ellas creció y se desarrollo una potente cultura que influyó de manera determinante en el flamenco a nivel mundial y que a día de hoy todavía late con fuerza.
El Sacromonte tiene algo muy difícil, pues ha sido capaz de convertirse en un destino turístico habitual sin haber perdido su esencia. Todavía hoy suena flamenco a diario, vive gente a la antigua y su urbanismo se conserva casi intacto.
Un paseo por el Sacromonte no debería llevaros más de dos o tres horas. Eso sí, tened presente que las cuestas están aseguradas, así como el calor durante buena parte del año. A ese tiempo deberíais sumarle bastante más tiempo en caso de que os quedéis a ver algún espectáculo flamenco o simplemente a degustar su deliciosa gastronomía. Sea como fuere, nosotros os vamos a mostrar a continuación las cinco visitas imprescindibles del barrio: seguid leyendo para descubrir qué ver en el Sacromonte.
Turismo en el Sacromonte
Camino del Sacromonte, la vía principal
El Sacromonte se encuentra en el extremo oriental del casco histórico de Granada. Llegar hasta él es relativamente sencillo, ya que el acceso al barrio comunica directamente con otro de los grandes destinos turísticos granadinos: el Albaicín. Desde la Cuesta del Chapiz, a la altura de la residencia universitaria Carmen de la Victoria, sale el Camino del Sacromonte. Esto no es más que la carreterilla que recorre el barrio de principio a fin, a veces de manera estrecha y otras con una versión más monumental.
Recorrer esta calle es sinónimo de conocer en profundidad el Sacromonte, pues el 100% de sus escasas calles adyacentes componen la totalidad del entramado urbano del barrio. Así, a lo largo de esta interminable cuestecita aparecerán ante vosotros casas-cueva, zambras, miradores, restaurantes, tiendas y todo tipo de escenas pintorescas. Id con los ojos bien abiertos, pues esta zona de Granada sorprende a cada paso.
Cuevas
Como ya hemos dicho, la forma de vivir más típica del Sacromonte es la de la casa cueva. Por doquier veréis muchas señalizadas (que se pueden visitar a cambio de un donativo), otras reconvertidas en restaurantes y otras que siguen siendo totalmente privadas.
Si os interesa el tema, sin lugar a dudas deberíais subir hasta el Museo Cuevas del Sacromonte, una institución etnográfica en la que podréis aprender mucho sobre el barrio a través de cerámica, muebles y demás objetos dispuestos a lo largo de aproximadamente una decena de casas cueva. Cuesta 5€ por persona, pero os aseguramos que merece la pena. Sin lugar a dudas, una de las mejores cosas que ver en el Sacromonte.
Zambras
Hay un tipo de cueva especial: la zambra. Básicamente son antiguos hogares que han sido reconvertidas en espacios para la realización de espectáculos de flamenco, ya sea únicamente a través de actuaciones musicales o también acompañados de una típica propuesta gastronómica. Aunque no entréis, solo con pasear por el barrio llegarán a vuestros oídos los sonidos propios del taconeo, el cante y la guitarra.
Cuevas Los Tarantos, Cueva Flamenca Los Amayas, Cueva La Rocío, Zambra María la Canastera, La Chumbera… la lista es interminable. Aunque siempre sobrevuela por el ambiente la amenaza de clavada para guiris incautos, en general es un lugar con una buena relación calidad-precio en cualquiera de sus establecimientos.
Miradores
¿No queréis gastar dinero? En ese caso, podéis disfrutar de otro espectáculo gratuito que ofrece el Sacromonte a cada paso: el de sus impresionantes vistas sobre la ciudad de Granada. En concreto, podréis asomaros a infinitos miradores hacia la Alhambra, el Albaicín y el entorno natural que envuelve a la urbe. No nos cansaremos nunca de insistir: asomaos siempre que podáis. Os aseguramos que siempre seréis recompensados con una panorámica alucinante.
Abadía del Sacromonte
Llegar hasta el final del barrio tiene premio, pues justo allí encontraréis la espectacular Abadía del Sacromonte. Este edificio del siglo XVII se construyó tras el hallazgo de las reliquias de San Cecilio (discípulo del Apostol Santiago) y de los Libros Plúmbeos del Sacromonte (posteriormente tildados de falsificación histórica).
Sea como fuere, se trata de un conjunto muy completo y en el que hay mucho que ver: las Santas Cuevas, la abadía, el museo, miradores, la vegetación cercana… Os recomendamos subir hasta allí en cualquier momento del día, aunque sin duda al atardecer es cuando más bonito está.
Y hasta aquí nuestras recomendaciones con cosas que ver en el Sacromonte. Esperamos que os haya gustado el artículo y que disfrutéis de lo lindo en el barrio.