No son pocos los que dicen que Cesis es el pueblo más bonito de Letonia. No sabemos si lo dirán por su espectacular castillo, por su precioso casco urbano, por estar en el corazón del precioso Parque Nacional de Gauja o por la suma de las tres cosas, pero desde luego es una visita imprescindible en el país. En este post os enseñamos cómo fue nuestra experiencia allí en un frío y lluvioso día de finales de verano.


Tabla de contenidos
Mucho más que un castillo
Lo primero que tenemos que decir sobre Cesis es que nos da la sensación de que la gente solo va para visitar su castillo. Buscando información sobre este pueblo, encontramos millones de artículos que hablaban largo y tendido sobre la fortaleza, pero que despachaban el resto de la urbe en pocas líneas. Así que nosotros vamos a hacerlo al revés y a mostrar un buen recorrido por Cesis pueblo, sin entrar en muchos detalles sobre el castillo.
Eso sí, es inevitable hablar de una de las estructuras militares más importantes de Letonia. De hecho, el origen de Cesis se remonta al año 1206, cuando los Hermanos Livonios de la Espada, en colaboración con una tribu local, instalaron una primigenia guarnición en la loma en la que actualmente está el castillo.
A su alrededor surgió un pueblo que, a la postre, resultó clave para el control del centro y el norte de Letonia. No en vano, la ciudad ha sido asediada en numerosas ocasiones por rusos, alemanes, polacos, suecos e incluso daneses. Su conveniente distancia con la capital, a menos de 100 kilómetros, también resultó relevante.
De hecho, a día de hoy Cesis es una de las mejores excursiones desde Riga que se pueden hacer. En menos de una hora y media en coche os plantaréis junto a su impresionante castillo, además de poder pasar un día estupendo recorriendo sus callejuelas. Justo eso es lo que os vamos a contar en las siguientes líneas.


Turismo en Cesis
Castillo de Cesis
Por mucho que queramos dedicarle más tiempo a Cesis pueblo, su castillo siempre será el inicio y el fin de todas las visitas a este destino. Conocido también como Castillo de Wenden, se trata de una de las fortalezas medievales más famosas del mundo entero.


Fue fundado a comienzos del siglo XIII. Aunque ha pasado por momentos de toda clase y condición (prosperidad, asedios, decadencia) en la actual ha llegado a nuestros días en un buen estado de conservación, aunque muy modificado tras restauraciones más o menos afortunadas.


Es uno de los atractivos turísticos más destacados de toda Letonia. La visita es de lo más pintoresca, ya que te dan un pequeño farol y puedes recorrer su interior iluminando tú mismo las estancias. La mala noticia es que no dejan entrar con perro, así que tuvimos que dejar la visita para otra ocasión y conformarnos con admirar su exterior.
Por cierto, junto al castillo original está el Castillo Nuevo, actual sede del Museo de Historia y Arte de la ciudad.


Parque del Castillo
Sin embargo, como ya hemos dicho en varias ocasiones, Cesis es mucho más que su castillo. Y la mejor muestra de ello es el enorme y precioso parque que hay a su alrededor, en el que no falta absolutamente de nada: decenas de caminos, un lago enorme, colinas, restos arqueológicos… Sin duda, merece la pena darse un paseíto por allí.


Por cierto, si no queréis entrar al castillo, dando una vuelta por el parque podréis disfrutar a las mil maravillas de sus impresionantes muros.
Iglesia de la Transfiguración de Cristo
En la parte alta del parque, ya pegando con la Palasta Iela, está la Iglesia de la Transfiguración de Cristo, un pequeño templo ortodoxo de origen alemán. Destaca fundamentalmente por sus cúpulas con forma de cebolla, además de por las tonalidades azules de su fachada.


Sala de Exhibiciones de Cesis
En las antiguas caballerizas del castillo se ha instalado la Sala de Exhibiciones de Cesis, un espacio de visita imprescindible para los amantes del arte. Tiene una exposición permanente con obras hechas en la ciudad durante el siglo XX, aunque destaca fundamentalmente por las exposiciones temporales que organiza durante todo el año.
Oficina de Turismo
Cerca de allí está la Oficina de Turismo de Cesis, un espacio que bien haríais en visitar si queréis información sobre la ciudad o sobre el Parque Nacional de Gauja. Son encantadores, pese a ser la típica oficina súper concurrida.


Iglesia de San Juan
Tampoco podéis dejar de visitar la Iglesia de San Juan, puesto que es el templo más grande de Letonia sin contar aquellos que están en Riga, la capital. Fue construida a comienzos del siglo XIII, como uno de los grandes hitos del cristianismo en su avance por el Báltico.
Más allá de su enorme torre o de sus luminosas paredes blancas, la iglesia tiene como principal carta de presentación uno de los órganos más destacados del país. De hecho, incluso organizan un festival anual protagonizado por ese instrumento.


Arquitectura popular
Por último, no podéis dejar de visitar las principales callecitas del centro. Quizá la má destacada, o al menos un excelente punto de partida, es la Rigas Iela, donde encontraréis excelentes muestras de la decadente arquitectura popular de Cesis. Sin embargo, cualquiera de las calles aledañas al castillo puede ser un buen lugar para tener acceso a las vetustas casas de la urbe.


Por cierto, prestad mucha atención a las esculturas que hay repartidas por la ciudad. Hay muchas y con formas de lo más variadas, hasta el punto de que Cesis podría considerarse un auténtico museo al aire libre.

