Qué ver en Canencia, el pueblo de los tres puentes medievales

Canencia es para los madrileños uno de los mayores sinónimos de «ir a la sierra» que existen, a la altura de otros destinos como Navacerrada o Somosierra. El pueblo, ubicado a medio camino entre la zona más llana del valle y el puerto de montaña al que da nombre, es un enclave fantástico para disfrutar de la arquitectura y el modo de vida propios de la Sierra Norte. En este post os vamos a contar qué ver en Canencia, un pueblo al que siempre es bueno acudir en busca de aire puro y elementos para romper con la rutina.

De perreras reales a lugar de referencia de la montaña madrileña

Lo primero que llama la atención de Canencia es su nombre. Existen dos teorías que lo explican, cada cual con su propio significado:

  • La más popular tira de lo obvio y explica su nombre como un derivado de la palabra can (perro). Al parecer, el municipio era un lugar de caza habitual para la monarquía y la alta nobleza de España, por lo que aquí estaban unas antiguas perreras reales.
  • Otra explicación bien distinta, aunque igual de evocadora, es que Canencia proceda de la palabra canus, que haría referencia al color blanco. ¿Por qué? Pues ni más ni menos que por las cercanas cumbres nevadas. ¡Más bonito imposible!

Sea como fuere, Canencia es un lugar que vive por y para su entorno. Huertas y lugares de cultivo rodean al municipio desde antiguo, además de impresionantes bosques por los que da gusto hacer senderismo.

El pueblo vivió una época de esplendor a comienzos del siglo XIX, cuando pasó a pertenecer a la provincia de Madrid (antes era parte de Segovia). En ese momento llegó a tener hasta 700 habitantes, siendo uno de los principales enclaves de la zona. Ese momento dorado se fue diluyendo poco a poco, pero en la actualidad goza de un segundo auge gracias a su posicionamiento como destino de montaña.

Así, fin de semana tras fin de semana los madrileños acudimos a Canencia para disfrutar de su patrimonio, de su gastronomía y de su entorno natural. Es uno de los lugares más populares de la Comunidad de Madrid para hacer senderismo y rutas en bicicleta, por lo que su ambiente siempre es fascinante.

Por cierto, Canencia tiene una propuesta turística muy bien trabajada. En la web del ayuntamiento podéis encontrar un cuaderno turístico dedicado a los más pequeños de la casa, en el que el simpático Peluso (un galgo que vive en el pueblo) os enseñará todos los puntos de interés a través de juegos y actividades. Una iniciativa más que admirable y que pone en valor que los pueblos de la Sierra Norte de Madrid tienen muchísimo que ofrecer.

Turismo en Canencia

Parroquia de Santa María del Castillo

El punto de partida de nuestra ruta por Canencia fue la Parroquia de Santa María del Castillo, una iglesia del siglo XV que es de lo más grande de los alrededores. Originalmente era de estilo gótico, pero tuvo que ser reconstruida prácticamente por completo tras los daños sufridos durante la Guerra Civil.

Ayuntamiento

Muy cerca de la iglesia, en la Plaza de la Constitución, está el Ayuntamiento de Canencia. Se ubica en una casa consistorial súper interesante, con una pequeña galería en la parte inferior, un balcón en la planta superior y una mini-torre con un reloj.

Escultura de los tres perros

Al ladito de allí está la escultura de los tres perros, un monumento que sirve de homenaje a los tres perros del escudo heráldico de la localidad. Aun sabiendo que la teoría de que Canencia procede de la palabra can no está unánimemente aceptada, nuestro perro se sintió como en casa.

Canencia es un excelente lugar para disfrutar de la arquitectura popular de la Sierra Norte. El pueblo es tirando a grandecito, por lo que encontraréis ejemplos de todo tipo de construcciones: desde casas humildes hasta enormes casona solariegas, pasando por establos o fuentes de piedra.

Potro de Herrar

Uno de esos elementos populares que nunca faltan en la serranía madrileña es el Potro de Herrar, que en este caso está puesto en valor junto a un enorme carro de madera.

Ermita del Santo Cristo

Al lado del potro está la Ermita del Santo Cristo, un pequeño templo que antaño estaba a las afueras de Canencia pero que en la actualidad forma parte de su núcleo urbano.

Puentes medievales

Si os apetece hacer senderismo, los alrededores de Canencia tienen muchas opciones. Por un lado, podéis ir a visitar los diferentes puentes medievales de la localidad. Hay tres: Puente Cadenas, Puente Canto y Puente de Matafrailes. No son los únicos del Valle del Lozoya, pues no muy lejos de allí está también el Puente de Congosto.

Puerto de Canencia

Por supuesto, también podéis subir al Puerto de Canencia y hacer una rutita por allí. La ruta más típica es la Senda del Arroyo de Sestil del Maillo y de la Ladera de Mojonavalle, un bonito itinerario circular en el que podréis disfrutar de la cara más bonita de esta zona de la sierra. 100% recomendable, especialmente durante el otoño.

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