El último pueblo sin coches, el lugar perdido en los Picos de Europa, un sitio en el que se ha detenido el tiempo… Son muchas las formas poéticas para empezar una guía con todo lo que ver en Bulnes, un pueblo singular a más no poder y cuya visita parece más propia de Suiza que de Asturias. Y es que para llegar a visitarlo solo hay dos opciones: un largo sendero a pie por la montaña o un funicular. El coche no es una opción, lo cual le convierte de inmediato en un destino prácticamente único. Seguid leyendo, porque aquí os traemos todo lo necesario para visitar una auténtica joya.
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Bulnes, el pueblo más recóndito de los Picos de Europa
Bulnes es un pequeño pueblo perteneciente al Concejo de Cabrales. Situado a 649 metros sobre el nivel del mar, está ubicado en el macizo central de los Picos de Europa. Hasta el año 2001 solo se podía llegar a él a pie, pero fue en ese año cuando se inauguró un funicular de montaña que a día de hoy es operado por ALSA.
Pese a las dificultades de acceso y que apenas cuenta con una treintena de personas empadronadas, Bulnes es un destino turístico de primer nivel. Forma parte de la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España desde 2021 y en sus calles encontraréis una estupenda oferta de hoteles, restaurantes y tiendecitas.
Bulnes es un pueblo fantástico y con mucho que ver. A nosotros nos parece un espacio imprescindible para tomarle el pulso a la realidad de los Picos de Europa, pues en pocos lugares se ha conservado tan bien la esencia urbana de montaña como allí.
Cómo subir a Bulnes
Cuando hace años visitamos Suiza, nos quedamos sorprendidos por la cantidad de sitios a los que solo se podía llegar en tren. Sin embargo, ya hemos dicho que a Bulnes no se puede acceder en coche, por lo que básicamente tenéis dos opciones.
Funicular
Con sus 2227 metros, el Funicular de Bulnes atraviesa la montaña y os llevará justo a la entrada del pueblo. Funciona durante todo el año de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 18:00, ampliando su horario de 10:00 a 20:00 durante puentes, festivos y veranos. El coste por persona es de aproximadamente 18€ y la duración del trayecto es de escasos diez minutos.
A pie, solo para valientes
También tenéis la opción de subir a pie, pero es una actividad reservada solo para personas habituadas a la montaña. Se tarda un montón, hay mucho desnivel y el trayecto, aunque sea bonito, no justifica el esfuerzo. Solo os lo recomendamos si vais muy justos de presupuesto.
Turismo en Bulnes
Barrio de Abajo (La Villa)
Bulnes está dividido en dos barrios claramente diferenciados, cada cual con sus cosas que ver. El primero de ellos es el Barrio de Abajo, conocido también como La Villa. Es justo el que está más pegado a la salida del funicular y en él encontraréis el único edificio religioso de la localidad: la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves. Goza de un estado de conservación excepcional, gracias a una reciente restauración.
En el barrio de abajo encontraréis básicamente pequeñas casitas hechas en piedra, un montón de rincones con encanto, el inicio de varias rutas de senderismo y también un buen puñado de estampas junto al río. No tenemos un itinerario que daros, pero tampoco hace falta: recorred hasta la última de sus calles, que en 15 o 20 minutos habréis pasado por todas.
Barrio de Arriba (El Castillo)
El Barrio de Arriba, también llamado El Castillo, es la otra parte que ver en Bulnes. Está mucho menos transitado, ya que muchos turistas se ahorran los diez minutos de cuesta que hay que hacer para llegar hasta él. Aun así, el esfuerzo merece la pena, tanto por las vistas que os dará del propio pueblo de Bulnes como del magnífico Naranjo de Bulnes (Pico Urriellu).
En nuestra opinión, subir hasta aquí es imprescindible. Puede que veáis más casas abandonadas y que os dé un poco de pereza el desnivel que hay que superar, pero os aseguramos que merece muchísimo la pena.
Restaurantes y shopping en Bulnes
Nosotros fuimos a Bulnes por primera vez hace un montón de años, justo cuando acaban de abrir el funicular. En ese momento nos dio la sensación de que el pueblo se había salvado por los pelos de su desaparición, ya que todavía quedaba un establecimiento abierto (el Bar Guillermina) y se veían unos pocos turistas. Como 20 años después hemos vuelto y nos hemos llevado una grata sorpresa, ya que nos hemos encontrado varios hoteles, bares y restaurantes. Lejos de ser de baja calidad o para guiris, hemos podido comprobar que son más que razonables a nivel calidad-precio.
La mayor parte están en el Barrio de Abajo (de hecho, solo vimos un hotel y un bar en el Barrio de Arriba). Nuestra recomendación es la Casa del Puente, un establecimiento en el que podréis disfrutar comida tradicional o tomar una deliciosa taza de té a orillas del río Tejo.