Qué ver en Brihuega, el pueblo que vive por y para la lavanda

Brihuega es una coqueta localidad de La Alcarria que no llega a los 3000 habitantes. Desde hace algún tiempo se ha convertido en uno de los destinos más visitados del interior peninsular durante un mes al año, gracias a sus increíbles campos de lavanda. En julio florecen, dejando una estampa única que atrae a miles y miles de viajeros. Eso sí, en este artículo no queremos hablar de este fenómeno, sino del propio pueblo. Hay mucho que ver y que hacer en Brihuega al margen de su lavanda, por lo que aquí os traemos una guía para que le podáis sacar todo el jugo a su casco urbano.

Qué ver en Brihuega

De paseo por el pueblo más colorido de La Alcarria

Pese a que el Festival de la Lavanda arrancó en los años 2010, la tradición turística de Brihuega se remonta muy atrás. De hecho, ya en 1973 el pueblo era declarado Conjunto Monumental Histórico-Artístico, reconociendo su patrimonio como uno de los más importantes de la provincia de Guadalajara.

Qué ver en Brihuega

Para encontrar los orígenes de Brihuega hay que remontarse a la Edad Media. Se cree que el poblamiento pudo ser incluso anterior, pero es en el medievo cuando ya se habla de Castrum Brioca: un castillo sobre la roca en el que se puede situar el embrión de la localidad. Se dice que incluso en ese castillo vivió el todopoderoso Alfonso VI, célebre por haber reconquistado Toledo en 1085.

La Edad Media se portó bien con Brihuega, pues durante esos siglos se construyeron los principales edificios de la localidad. Su importancia en términos económicos y culturales no dejó de crecer, dándole un protagonismo inequívoco durante los conflictos que vendrían en tiempos posteriores. En 1710 se produjo la Batalla de Brihuega, uno de los eventos que propiciarían la llegada de los Borbones al trono de España. Además, durante la Guerra Civil Brihuega fue tomada por las tropas fascistas españolas. Se llevaron a cabo violentos combates, los cuales acabaron con una de las primeras (y escasas) victorias de las tropas de la legítima República.

Tras este repaso histórico, volvemos al siglo XXI para decir que en Brihuega hay mucho que ver y que hacer. Es un pueblo que ha sabido entender muy bien el turismo actual y que ofrece una propuesta interesantísima. La punta de flecha es el Festival de la Lavanda, que cada mes de julio tiñe sus calles de morado.

Qué ver en Brihuega

Sin embargo, durante todo el año la localidad está preparada para sorprender a sus visitantes: calles en perfecto estado de revista, museos, eventos culturales, folletos turísticos de calidad y una oferta gastronómica de primer nivel. Hay muchos sitios para disfrutar de la comida castellana de toda la vida, aunque también establecimientos más modernos. Mención aparte merece La Celestina, un salón de té cuya visita es imprescindible siempre que se está en Brihuega.

Por sacar algo negativo, tenemos que decir que se pasan un poco de pícaros con el coste de las visitas. Prácticamente en todos los edificios de interés hay que pagar algo por entrar. No suele ser mucho (1€, 2€, 3€), pero si se suma todo y si se va en familia la visita sale por un pico. Justo unas semanas antes de ir a Brihuega visitamos Alcalá de Henares, un sitio en el que ocurre justo lo contrario: casi todo es gratis. Y eso nos empujó a gastar más dinero en los comercios y restaurantes locales.

De un modo o de otro, volvemos a la idea de que Brihuega es una maravilla con mucho que ver. Seguid leyendo y os mostraremos sus principales puntos de interés.

Qué ver en Brihuega

Turismo en Brihuega

Parque de María Cristina

Todo lo que os vamos a enseñar está organizado en un orden lógico, encarando la visita por el norte del casco urbano, atravesando hacia el sur de su zona histórica, volviendo haciendo un arco por el oeste y terminando con un par de cositas que hay en el este. Vamos, que esta lista no está por orden de importancia sino de visita. Siendo así las cosas, la primera parada deberíais hacerla en el espléndido Parque de María Cristina, una de las principales zonas verdes urbanas de Brihuega.

Parque de María Cristina

Estos jardines no solo son estupendos para pasear al amparo del microclima que generan sus altos árboles y su enorme fuente, sino que además son uno de los grandes centros de reunión gracias a los bares y kioskos de los alrededores. Además, en verano es frecuente que instalen food trucks de todo tipo, por lo que es uno de los mejores espacios para probar la gastronomía local.

Qué ver en Brihuega

Puerta de la Cadena

¿Ya estáis listos para hincarle el diente a Brihuega y a todo lo que ver allí? En ese caso, empezad por la estupendísima Puerta de la Cadena. Conocida hasta hace no mucho como Puerta de Valdeatienza (ya que comunicaba con la localidad de Atienza, a unos 65 kilómetros de allí). Se trata de uno de los cinco accesos que tenía en origen el recinto amurallado briocense, siendo el más pintoresco y fotografiado de todos ellos.

Puerta de la Cadena

Calle Cadena

Como no podía ser de otro modo, la Puerta de la Cadena da acceso a la Calle Cadena, uno de los principales lugares de paso del casco histórico. Comunica extramuros con la emblemática Plaza de Herradores, no sin antes poner al viajero ante algunos de los edificios mejor cuidados de la ciudad. En julio, durante el Festival de la Lavanda, es una de las calles más decoradas.

Qué ver en Brihuega

Fuente de los Doce Caños

A poco que caminéis por allí llegaréis hasta la Fuente de los Doce Caños, quizá la fue más espectacular que ver en Brihuega. No es extraño ver a gente haciendo fila para probar sus aguas, pues se dice que quien beba de allí encontrará pareja en un abrir y cerrar de ojos. Así que ya sabéis: es una parada obligada si estáis un poco solateras y queréis que Cupido lance sus flechas sobre vuestro corazoncito.

Fuente de los Doce Caños

Calle de las Armas

El siguiente lugar que visitamos fue la Calle de las Armas. Allí está la Casona de los Gómez, un edificio de corte renacentista que destaca principalmente por los escudos blasonados de su fachada. Durante once meses al año es toda una rock star, pero queda discretamente ocultada durante el mes de julio tras la decoración del Festival de la Lavanda.

Qué ver en Brihuega

Iglesia de San Simón

Antes de seguir avanzando por el casco histórico briocense, os recomendamos ir hasta la Iglesia de San Simón. Es el edificio de la localidad que más representa la arquitectura mudéjar, siendo mencionado siempre como todo un ejemplo de convivencia entre judíos y moriscos. De hecho, se piensa que pudo haber sito utilizada tanto como sinagoga como mezquita a lo largo de los años. Hoy ha quedado un poco encajonada entre edificios residenciales, pero todavía se puede visitar (previo pago).

Iglesia de San Simón

Calle Mayor

Vamos ahora con la Calle Mayor, la que sin duda fue nuestra favorita. Flanqueada por oportunos soportales que protegen de las inclemencias del tiempo (en Brihuega puede hacer mucho frío en invierno y aun más calor en verano), es una callecita monísima y repleta de comercios de interés.

Qué ver en Brihuega

Plaza del Coso

Al final de la misma se encuentra la Plaza del Coso. Si bien antaño el punto de reunión briocense era la Fuente de los Doce Caños, dicho honor ha pasado a esta plaza desde que la gente tiene lavadora en casa. En ella están algunas de las paradas más relevantes de la ruta que os estamos proponiendo por el casco histórico de Brihuega: la cárcel, el ayuntamiento, unas cuevas y unas bonitas fuentes.

Real Cárcel de Carlos III

Como su propio nombre indica, la Real Cárcel de Carlos III fue construida, el llamado mejor alcalde de Madrid. Incluir el nombre del monarca no es casualidad, ya que el presidio vino a sustituir uno preexistente de época de Felipe II. El caso es que con el tiempo dejó de albergar reclusos y pasó a tener usos culturales, siendo utilizado como biblioteca o academia de música. Con la llegada del siglo XXI se convirtió en la Oficina de Turismo de Brihuega.

Real Cárcel de Carlos III

Ayuntamiento

Es moderno, pero el Ayuntamiento de Brihuega no tiene nada que envidiar a los de los alrededores. De hecho, es uno de los más bonitos de la zona, gracias a su coqueta arquitectura (dos plantas con una pequeña torre del reloj) y a la elección de los materiales para decorar su fachada.

Ayuntamiento de Brihuega

Cuevas Árabes

Justo en el extremo opuesto de la plaza están las Cuevas Árabes. Son toda una rareza que bien merece ser visitada, pues os adentraréis en un conjunto de galerías subterráneas de casi diez kilómetros. Su uso a lo largo del tiempo ha venido marcado por la situación en la que se encontraba Brihuega. ¿Tiempos de bonanza? Pues almacén de comida, pues sus cuevas tienen una temperatura constante alrededor de 10 grados. ¿Tiempos de guerra? Laberinto en el que esconderse y esperar a que pase la movida.

Cuevas Árabes

Fuentes del Coso

Por último, en la zona de la plaza más pegada a la Plaza Mayor están las Fuentes del Coso, dos fuentecitas gemelas cuya construcción se remonta a la época de Carlos III.

Iglesia de San Miguel

Quizá lo más lógico desde este punto parezca encaminarse ya hacia la zona del castillo, pero os recomendamos hacer primero un desvío hacia la pequeña Iglesia de San Miguel. Merece la pena visitarla incluso si está cerrada, ya que su portada es espectacular. Probablemente sea una de las más bonitas de toda la provincia de Guadalajara, pues tiene matices de arte románico, gótico e incluso de mudéjar toledano. No os vayáis de Brihuega sin verla, nos lo agradeceréis.

Iglesia de San Miguel

Puerta de la Guía

A veces los momentos más dramáticos transforman los pueblos y las ciudades de una manera sorprendentemente bonita. Es el caso de la Puerta de la Guía, un acceso a la zona del castillo que se abrió de manera improvisada durante la Guerra de Independencia. En resumidas cuentas, los franceses hicieron un hueco en la muralla para poder conquistar la zona más guarecida de la misma. Sin embargo, tras los combates se conservó y se le dotó de la estructura monumental de la que hoy presume. A modo de curiosidad os diremos que este arco fue abierto por el General Joseph Léopold Sigisbert Hugo, padre del célebre Víctor Hugo.

Puerta de la Guía

Castillo de la Piedra Bermeja

El origen de Brihuega se sitúa en su uso como fortaleza. Esa herencia la recoge el Castillo de la Piedra Bermeja, una solemne construcción que tiene huellas tanto de árabes como cristianos. Como la reconquista fue avanzando hacia el sur, poco a poco fue dejando de ser una sobria construcción defensiva y evolución en palacio-fortaleza. Sea como fuere, está integrado en el recinto defensivo de la ciudad y su interior bien merece una visita.

Castillo de la Piedra Bermeja

Iglesia de Santa María de la Peña

Sin lugar a dudas, uno de los grandes edificios medievales que ver en Brihuega es la Iglesia de Santa María de la Peña. Data del siglo XIII, es el clásico templo cisterciense y en su interior hay una talla románica de la virgen que le da nombre, que a la vez es la patrona de la localidad. Por cierto, como tantas otras construcciones medievales, la iglesia fue impulsada por el arzobispo Ximénez de Rada, una de las grandes figuras de la historia briocense.

Iglesia de Santa María de la Peña

Cementerio

La zona del Cementerio de Brihuega también está en la lista de cosas que ver en la localidad. No solo por las esculturas y lápidas, que también, sino porque desde el camposanto disfrutaréis de unas vistas excelentes del paisaje. Además, es lugar de paso si queréis visitar tanto el Salón Noble como la Capilla Gótico-Mudéjar del castillo (previo pago de 2€, claro).

Qué ver en Brihuega

Convento de San José

A pocos pasos de la iglesia está el Convento de San José. También parece medieval, pero es algo posterior. En concreto, fue fundado en el año 1619 por el alcalaíno Juan de Molina y su mujer Ana Coronel de Albornoz. Albergó a monjes franciscanos por un par de siglos, hasta que llegó la desamortización de Mendizábal y pasó a tener otros usos. Hoy en día alberga dos museos.

Convento de San José

Museo de Miniaturas del Profesor Max

El primero de ellos es el sorprendente Museo de Miniaturas del Profesor Max, dos de los pioneros de elaboración de miniaturas a nivel mundial. En su interior alberga aproximadamente 65.000 piezas, entre las que destacan esculturas realizadas en chicle, un texto escrito en el canto de una tarjeta de visita, un globo terráqueo grabado en una cabeza de alfiler o una réplica de La Última Cena dibujada en un único grano de arroz.

Museo de Historia de Brihuega

Si estáis en un mood más tradicional, en otras estancias del convento podéis ver el Museo de Historia de Brihuega. En él podéis hacer un amplio y profundo repaso del devenir histórico de la localidad y de su entorno más inmediato.

Plaza de Toros «La Muralla»

Sabéis que odiamos la tauromaquia a más no poder, pero hay que reconocer que algunos de los edificios relacionados con la mal llamada fiesta son muy bonitos. Es el caso de la Plaza de Toros «La Muralla», construida con los mismos materiales que la muralla.

Plaza de Toros "La Muralla"

Murallas

El nombre de la plaza de toros viene dado porque está integrada en un costado de las murallas de Brihuega. Este sistema defensivo todavía conserva muchos metros en pie y se distribuye alrededor de todo el casco urbano, pero es en esta zona donde se puede contemplar en su versión más espectacular.

Qué ver en Brihuega

La muralla actual fue construida entre los siglos XII y XIII, cumpliendo más bien una función disuasoria que de uso real. De un modo o de otro, lo cierto es que sus altos muros y sus almenas ofrecen la imagen que todos esperamos de un recinto amurallado medieval.

Qué ver en Brihuega

Os recomendamos investigar bien por esta zona, ya que allí os esperan unos cuantos miradores, así como toda una pléyade de yacimientos arqueológicos.

Qué ver en Brihuega

Iglesia de San Felipe

Si habéis seguido todo el recorrido, de manera natural habréis vuelto hasta la Puerta de la Cadena. Seguid caminando ahora hacia arriba, dejando el acceso a la villa a mano derecha. Llegaréis así hasta la Iglesia de San Felipe, una joya románica del siglo XIII.

Iglesia de San Felipe

Sufrió un desolador incendio a comienzos del siglo XX, pero hilaron fino en su reconstrucción y lo dejaron todo espectacular. Mención aparte merece su torre, la cual deberíais intentar contemplar desde la calle lateral.

Iglesia de San Felipe

Real Fábrica de Paños

En Brihuega también ha habido sitio para la industria, de lo cual ha quedado patrimonio que ver. El mejor ejemplo es la Real Fábrica de Paños, iniciada en tiempos de Fernando VI e inaugurada ya bajo el reinado de Carlos III. Pasó a ser una de las fábricas de paños más importantes de su época, lo cual se refleja en su espectacular arquitectura y en sus coquetos jardines decimonónicos. Ese tipo de belleza siempre ha atraído a los poderosos, por lo que no extraña que hoy en día sea utilizado como balneario.

Campos de Lavanda de Brihuega

Hasta este punto hemos escrito más de diez veces la palabra lavanda, lo cual no es casualidad. Y es que hay una verdadera industria turística surgida al amparo de la floración de esta familia de plantas de color morado. De hecho, es el motivo por el que muchos viajeros (nosotros incluidos) se acercan hasta este rinconcito de La Alcarria cada mes de julio. Ver los campos de Lavanda de Brihuega es una experiencia sencillamente alucinante: por la belleza de sus colores, por lo profundo de sus aromas y también por todo lo que surge a su alrededor.

Campos de lavanda de Brihuega

En el enlace del párrafo anterior podéis encontrar una completa guía sobre los campos que hay alrededor de Brihuega: cómo encontrarlos, qué esperar del festival, cuánto se tarda en hacer la visita… Poco más que añadir sobre el tema, aunque nunca está de más insistir en que se trata de uno de los mayores espectáculos naturales que se pueden encontrar en el interior de la Península Ibérica.

Qué ver en Brihuega

Aparcar en Brihuega

Vamos a terminar haciendo un breve resumen de las mejores opciones para aparcar en Brihuega. Lo primero que hay que decir es que no tendréis ningún problema si vais de agosto a junio: es un pueblo acostumbrado a recibir turistas y hay opciones de sobra para un flujo normal de viajeros.

¿Qué pasa entonces en julio? Que la localidad colapsa y aparcar se vuelve un poco más complejo, pero no es nada que no esté previsto. Lo más habitual es llegar a la localidad por la CM-2011, ya sea desde Madrid (zona oeste) o desde otros puntos (zona este). En ambos casos, justo a la entrada del pueblo tenéis amplios aparcamientos gratuitos. Incluso las pistas deportivas del instituto local se habilitan como improvisado parking.

No merece la pena ponerse a callejear por el centro en busca de aparcamiento, ya que hay pocas plazas y buena parte de ellas están reservadas a residentes.

Qué ver en Brihuega

Mapa turístico de Brihuega

No podía faltar un mapa turístico con todo lo que ver en Brihuega, en el cual os mostramos sus principales puntos de interés:



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