El Real Sitio y Villa de Aranjuez es uno de los grandes hitos turísticos que ver en la Comunidad de Madrid. Esta localidad, en la que antaño se decidía el destino de toda España, ha llegado hasta nuestros días con una propuesta que incluye un Palacio Real alucinante, algunos de los jardines más bonitos del país, un patrimonio casi infinito y una propuesta gastronómica excelente que se sustenta en las huertas de los alrededores. Hay mil motivos por los que ir a Aranjuez, pero solo si continuáis leyendo os haréis a la idea de todo lo que ver y que hacer en este increíble lugar.
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Patrimonio de la Humanidad entre fresas y espárragos
Que Aranjuez sea Patrimonio de la Humanidad desde el año 2001 no fue un regalo de la UNESCO, sino más bien una deuda que tenían que pagar. Y es que hablamos de una ciudad única, en la que el humilde modo de vida de la producción agrícola se da la mano con el lujo y el despilfarro que solo los Borbones son capaces imaginar.
La ubicación de Aranjuez es excepcional, pues se encuentra en un fértil valle rodeado por los ríos Tajo y Jarama. Entre ambos se creó desde muy antiguo una extensa red de canales, que propició el desarrollo de la auténtica huerta madrileña. Los dos productos estrella son los espárragos y las fresas, protagonizando este último el famoso Tren de la Fresa: una línea de ferrocarril que comunica la capital con Aranjuez ofreciendo visitas teatralizadas y degustaciones en el camino.
Aunque era una villa que vivía por y para la agricultura, rápidamente los monarcas españoles fijaron sus garras en ella. Prosperidad, buenas temperaturas y cercanía con Madrid: era prácticamente imposible no desarrollar allí una ciudad palaciega. Carlos I ya se interesó por el tema, pero fue Felipe II el que puso en marcha el palacio. A su alrededor no dejaron de surgir edificios, llegando al momento cumbre: el siglo XVIII.
En concreto, durante la segunda mitad de siglo todo pasaba por Aranjuez. Fue al final de la centuria, con el gobierno de Calros IV y Godoy, cuando se vivieron los momentos más felices (para la monarquía). Todo se caería de golpe en 1808, con ese Motín de Aranjuez que todos hemos tenido que estudiar en el colegio. Desde ese punto de la historia el Real Sitio fue perdiendo importancia, pero por suerte su patrimonio (especialmente palacios y jardines) ha llegado hasta nuestros días en un estado óptimo de conservación.
La visita a Aranjuez no podría ser más sencilla, pues todo lo que ver allí está relativamente concentrado. A modo de referencia, el río Tajo sería el límite norte de lo que se suele visitar. Junto a él están el Palacio Real y diversos jardines, mientras que hacia el sur está el resto del casco histórico. En diferentes puntos de la localidad tenéis aparcamientos gratuitos y oficinas de información turística, por lo que el tema es fácil. Con una jornada tendréis tiempo más que suficiente para visitar sus principales puntos de interés, de los cuales os vamos a hablar a continuación.
Turismo en Aranjuez
Palacio Real
Os recomendamos empezar la visita de la forma más obvia: yendo a ver el Palacio Real de Aranjuez, lo principal que ver allí. Su construcción se llevó a cabo entre los reinados de Felipe II y Carlos III, siendo una de las residencias oficiales de la monarquía española que más peso han tenido en su devenir histórico. Es un lugar en el que el lujo se respira a cada paso, que resulta impresionante desde fuera por sus enormes dimensiones y que por dentro os dejará sencillamente sin palabras.
Para visitarlo hay que rascarse el bolsillo (9€ por persona, precio de 2024), pero os aseguramos que cada euro merece la pena. Tras atravesar el Patio de Armas, empezaréis un recorrido cuya primera parada es la típica escalera de La Bella y la Bestia que os dejará sin palabras.
Todo está súper bien señalizado, es un itinerario lineal que no tiene pérdida. Pasaréis por salas de todo tipo, algunas sin demasiado interés y otras que os resultarán inverosímiles. A modo de referencia, en nuestra opinión lo mejor es el Gabinete Árabe, cuyo nombre ya os indica por dónde van los tiros.
También es espectacular el Tocador de la Reina, así como todo lo relacionado con Isabel II. La monarca pasó mucho tiempo en el Palacio de Aranjuez, dejándolo todo a su gusto. Quizá la sala más bizarra sea el Gabinete de Porcelana, ya cuando la visita va tocando al final. Parece una habitación más propia de una película de Tim Burton que de un palacio que está en el sur de la Comunidad de Madrid.
Justo al final de la visita hay una especie de museo del traje de la monarquía española en democracia. Podréis ver algunas prendas del comisionista Juan Carlos I, así como vestidos de boda de Sofía, Letizia, Elena y Cristina. Justo lo que queríais ver cuando pensasteis en ir a Aranjuez. Bromas aparte, el Palacio Real es absolutamente imprescindible. Merece la pena al 100%.
Plaza Elíptica
Una vez lo hayáis visitado, lo más conveniente sería empezar a explorar los muchísimos jardines que hay a su alrededor. Quizá lo primero sería ir a la Plaza Elíptica (no confundir con el intercambiador de la capital), un espacio verde desde el cual disfrutaréis de unas vistas magníficas del Patio de Armas.
Jardín del Parterre
Justo al otro lado del palacio está el Jardín del Parterre, uno de los mejores ejemplos de jardinería clásica francesa que hay en España y toda una visita imprescindible que ver en Aranjuez. Es de época de Felipe V y su disposición resultó absolutamente novedosa. Quizá a primera vista no os parezca demasiado espectacular, pero si paseáis un poco por él descubriréis esfinges, fuentes, esculturas y todo tipo de composiciones vegetales.
Jardín de la Isla
El parterre da entrada al Jardín de la Isla, los jardines más famosos y turísticos de Aranjuez. Fue uno de los grandes responsables de la declaración de Aranjuez como Patrimonio de la Humanidad, pues se trata de una de las mejores obras de jardinería del Renacimiento de todo el continente europeo.
Sus 25 hectáreas, todas ellas rodeadas por las aguas del río Tajo, dan para mucho. Es estupendo en cualquier época del año, aunque tenemos que decir que sus sombras son especialmente gustosas si vais a hacer la visita en un día de calor.
Su decoración es magnífica. Lo primero que veréis será el Grupo del Puente: un conjunto de seis esculturas en el que hay tres dioses y tres diosas. Según os adentréis en el jardín os iréis encontrando con fuentes, huertas, un cenador y árboles de todo tipo.
Exploradlo a tope, es uno de los jardines más bonitos de España. Hay mucho que ver en Aranjuez y sin duda estos jardines son parada obligada.
Jardín del Príncipe
El único espacio verde capaz de rivalizar con el Jardín de la Isla es el gigantesco Jardín del Príncipe, creado en épocas de Carlos IV para unificar un buen puñado de jardines preexistentes. Para ello no escatimó en gastos, creando una auténtica locura que incluso a día de hoy resulta difícil recorrer en una sola jornada.
¿Merece la pena visitar el Jardín del Príncipe habiendo visto los otros? Sin lugar a dudas. En sus 145 hectáreas encontraréis literalmente de todo: puentes, un castillo, embarcaderos, ocho jardines claramente independientes entre sí, árboles singulares, huertas, esculturas, fuentes, invernaderos…
Nuestro espacio favorito fue la Montaña Suiza, una especie de cenador elevado sobre un promontorio artificial. Subir hasta él tiene premio, ya que podréis disfrutar de una de las mejores vistas de los jardines.
También quedamos absolutamente fascinados por el Estanque Chinesco, una pequeña formación de agua con dos templetes, chorros de agua y patos por todas partes. Por su belleza, suele ilustrar muchos de los artículos que hablan sobre la ciudad y todo lo que ver en Aranjuez.
Museo de Falúas Reales
Aunque está dentro del Jardín del Príncipe, pensamos que el Museo de Falúas Reales merece una mención aparte. Su visita está incluida en la entrada del Palacio Real, así que si habéis pasado ya por caja os merece la pena ir hasta allí. En su interior se expone parte de la colección de falúas (embarcaciones de recreo) de la monarquía española. Ojo, que son barcos históricos: aquí no veréis los yates en los que Juan Carlos I, Felipe VI y compañía pasan los veranos mientras vosotros os morís de calor porque no tenéis aire acondicionado en casa.
La verdad es que las falúas nos fliparon, probablemente de lo más sorprendente que ver en Aranjuez. Están acompañadas por cuadros en los que se ven diferentes rincones de España repletos de falúas, tal y como se estilaba en el pasado.
Real Cortijo de San Isidro y Bodegas de Carlos III
A unos diez minutos en coche del centro de Aranjuez (o una hora andando, si le echáis valor) se encuentran el Real Cortijo de San Isidro y las Bodegas de Carlos III. Lo que fue una explotación agrícola del mal llamado mejor alcalde de Madrid hoy en día es una pedanía que bien merece una visita.
Plaza de San Antonio
De vuelta al centro de Aranjuez, vamos ahora con el casco histórico de la ciudad. Una vez hayáis visitado el Palacio Real y sus jardines más cercanos, la primera parada debería ser la icónica Plaza de San Antonio. Es uno de los grandes espacios públicos de la urbe, destacando por tener el suelo de tierra, por los arcos de los edificios de los alrededores (de los que ahora hablaremos) y también por su magnífica fuente. De hecho, la Fuente de la Mariblanca es tan alucinante que en ocasiones sirve para darle nombre a la plaza. Es uno de los mejores conjuntos escultóricos de Aranjuez, lo cual es mucho decir.
Real Capilla de San Antonio
En uno de los extremos de la plaza está la Real Capilla de San Antonio, un precioso templo barroco que sirve para dar entrada al Real Sitio desde el sur. Comenzó a construirse en 1752, aunque posteriormente Carlos III se sumó al proyecto y mandó ampliarla. Su elemento arquitectónico más representativo es el conjunto de cinco arcos de medio punto que dan a la plaza.
Casa de Caballeros y Oficios
Vamos ahora con la Casa de Caballeros y Oficios, un enorme edificio que ocupa la práctica totalidad del oeste de la Plaza de San Antonio. Fue construido entre los siglos XVI y XVIII, con la intención de albergar tanto al séquito de la corte como a sus ministerios. Su fachada es enorme y parece un continuo, pero puede diferenciarse donde empieza la parte de los caballeros y donde la de los oficios.
En su interior alberga dos patios, comunicados entre sí, que podéis visitar de manera gratuita. El que está al norte es más chiquitito y apenas tiene vegetación: ese es el de los oficios.
Por otro lado, el que da al sur es el de los caballeros, en cuyo interior encontraréis una de las zonas ajardinadas más interesantes que ver en Aranjuez. Quizá no sea tan pomposo como los jardines del norte, pero igualmente merece una visita.
Plaza de Parejas
Precisamente, desde el patio de la Casa de Caballeros llegaréis a la enorme Plaza de Parejas. En su momento era utilizada para todo tipo de festejos, como corridas de toros o juegos de caña. Allí da la fachada sur del palacio, desde donde los monarcas contemplaban dichos actos.
Palacio de Silvela
No muy lejos de allí está el Palacio de Silvela, un edificio de finales del siglo XIX rodeado por el antiguo Jardín de Plantas Medicinales de la monarquía española. Lamentablemente no podréis visitarlo por dentro, ya que pertenece a manos privadas y en la actualidad se utiliza únicamente para la realización de eventos (como bodas y bautizos de alta alcurnia).
Jardín de Isabel II
Lo que sí podréis visitar es el Jardín de Isabel II, el primer jardín creado para uso y disfrute del pueblo de Aranjuez. Fue una especie de regalo de la reina, durante su minoría de edad, a la ciudad de Aranjuez. Tiene narices que no se pusiera en marcha hasta bien entrado el siglo XIX, momento en el cual el resto de zonas verdes eran solo para la nobleza y la monarquía.
Casa de Infantes
Terminando ya con la Plaza de San Antonio, lo último que nos queda por mencionaros es la Casa de Infantes. Esta enorme construcción neoclásica fue encargada por Carlos III para que se alojasen los infantes Gabriel y Antonio.
Teatro Real Carlos III
No penséis que las cosas que ver en Aranjuez terminan en el palacio, sus jardines y la plaza, pues el resto del casco histórico también es una pasada. El mejor ejemplo es el Teatro Real Carlos III, uno de los teatros más bonitos de España. Es el teatro cubierto más antiguo del país, inspirándose claramente en los coliseos italianos del siglo XVIII. En la actualidad mantiene una ajetreadísima agenda cultural, normalmente llenando en cada representación las casi 350 butacas que tiene.
Calle Postas
En general el centro urbano de Aranjuez es fácil de recorrer, ya que básicamente es una cuadrícula. Sin embargo, os podéis imaginar que unas calles son más animadas que otras. Quizá la más interesante sea la Calle Postas, pues en ella encontraréis un montón de bares y restaurantes con lo mejor de la gastronomía ribereña.
Mercado de Abastos
Siendo Aranjuez el mayor proveedor hortofrutícola de la capital de España, no debería sorprender a nadie que su Mercado de Abastos sea visita obligada. Es una obra de finales del siglo XIX, desarrollada por el arquitecto Enrique Sánchez. En su interior podréis ver (y oler) todo tipo de productos. Quizá el sábado esté un poco vacío (nosotros fuimos como a las 13:00 y apenas vimos cuatro puestos abiertos), pero aun así siempre diremos que mereció la pena.
Plaza de la Constitución y Ayuntamiento
El Mercado de Abastos justo da a la Plaza de la Constitución, en la cual se encuentra el Ayuntamiento de Aranjuez. Esta enorme plaza no solo alberga la casa consistorial de la localidad, sino que además es uno de los grandes puntos de reunión para sus habitantes.
Hostal Castilla (Corralas típicas)
Vamos ahora con una de las grandes sorpresas de la ruta. Si camináis por la Calle Carretera de Andalucía hasta más o menos el cruce con la Calle de la Rosa, llegaréis hasta el Hostal Castilla. No lo dudéis: entrad y caminad hasta el patio.
Allí os espera un lugar fascinante, pues este alojamiento se encuentra situado en una antigua corrala. Así es como eran antaño buena parte de los edificios de vecinos de Aranjuez (y de otras localidades de los alrededores, claro). Lamentablemente se han ido perdiendo, pero aquí podéis disfrutar de una muestra que se conserva en un estado sensacional.
Antiguo Hospital de San Carlos
Otro edificio con solera es el Antiguo Hospital San Carlos, construido entre 1773 y 1776 (en tiempos de Carlos III). Mantuvo una función más o menos similar hasta finales del siglo XX, ya que fue utilizado como centro de salud. Sin embargo, hoy en día es un centro de la Universidad Rey Juan Carlos.
Iglesia y Real Convento de San Pascual Bailón
Una de las fachadas del antiguo hospital da hacia una plaza, en la cual os espera el otro lado la Iglesia y Real Convento de San Pascual Bailón. Ocupado actualmente por monjas concepcionistas franciscanas, en tiempo fue todo un hito, ya que se trata del único Real Patronato creado durante el reinado de Carlos III. Tiene un huerto de grandes dimensiones, pero nosotros nos encontramos el edificio cerrado a cal y canto.
Casa del Gobernador
De época de Carlos IV es la Casa del Gobernador, que fue encargada al arquitecto Juan de Villanueva. Es un edificio que hoy en día puede pasar desapercibido, ya que no está excesivamente ornamentado, pero precisamente destaca por lo armónico de su fachada.
Palacio de Medinaceli y Centro Cultural Isabel de Farnesio
Muy cerquita de la Casa del Gobernador se encuentran el Palacio de Medinaceli y el Centro Cultural Isabel de Farnesio. La verdad es que ya andábamos bastante cansados y no los apreciamos demasiado, pero si os gusta la arquitectura de época son una buena parada.
Iglesia de Alpajés
La Iglesia de Alpajés (conocida también como Iglesia de la Virgen de las Angustias) fue una de las última visitas que hicimos. Fue construida entre 1681 y 1690 siguiendo un diseño del arquitecto Cristóbal Rodríguez de Jarama, tiene un estilo a medio camino entre el barroco y el clasicismo y en la fachada se puede ver el escudo de armas de Carlos II. Tuvo que ser reformada en el siglo XX, ya que sufrió muchos daños durante la Guerra Civil.
Palacio del Nuncio
Del siglo XVIII es el Palacio del Nuncio, actual residencia universitaria y espacio multiusos para eventos universitarios. Es un edificio con mucha historia, pues durante el siglo XIX fue utilizado como alojamiento para los miembros del séquito de Isabel II (que venía con mucha frecuencia a la localidad).
Palacio de Godoy
Como no podía ser de otro modo, el Palacio de Godoy tuvo un lugar protagonista en los sucesos del Motín de Aranjuez. De hecho, cada año se representa el asalto que acabó con el reinado de Carlos IV, en una celebración que cuenta con la declaración de Interés Turístico Internacional.
Estación de Tren de Aranjuez
Terminamos con uno de los grandes puntos de entrada y salida de viajeros en la localidad: la Estación de Tren de Aranjuez. Más allá de su uso práctico (presta servicio de tren de Cercanías, Media Distancia y Larga Distancia), arquitectónicamente es una joya neomudéjar. Es, sin lugar a dudas, una de las estaciones de ferrocarril más bonitas de la Comunidad de Madrid, por lo que no se nos ocurre mejor manera de poner punto y final a una larga jornada en Aranjuez que yendo a contemplar su magnífica fachada.
Mapa turístico de Aranjuez
Rematamos el post con este mapa turístico, en el cual os enseñamos todo lo que ver en Aranjuez: