Entre las muchas particularidades que encontraréis en vuestro viaje, las propinas en Estados Unidos son un tema sobre el que se puede hablar largo y tendido. No funcionan como en España, donde son algo absolutamente opcional y vinculado a la calidad del servicio recibido. Si estáis pensando en ir a EEUU, desde ya os podéis mentalizar de que allí las propinas son obligatorias y que tendréis que darlas en prácticamente todas las comidas que hagáis.
Tabla de contenidos
¿Cómo funcionan las propinas en Estados Unidos?
El asunto de las propinas en Estados Unidos es tan polarizador como la pizza con piña, ya que no se puede tener una opinión intermedia: todo el mundo habla de ellas y ofrece opiniones claramente posicionadas a favor o en contra. A modo de resumen, la gente que está a favor de las propinas defiende que los camareros tienen salarios muy bajos (en muchos Estados todavía está en poco más de dos dólares la hora) y que sin ellas esos trabajadores tienen una realidad muy complicada. Por otro lado, la gente que está en contra de las propinas argumenta que ya ha pagado por la comida y que no quiere dejarla por obligación (así pensaba Mr. Pink en la legendaria Reservoir Dogs de Quentin Tarantino).
El debate en sí da igual: las propinas en Estados Unidos están socialmente asumidas y es obligatorio darlas. Siendo 100% sinceros no es obligatorio darlas, pero si no lo hacéis estaréis faltando al respeto al camarero y como mínimo escupirá en vuestra comida (si no en vuestra cara).
Lo normal es que al pagar la cuenta os pregunten la propina que queréis dejar, aunque en algunos restaurantes viene ya incluida. Sea como fuere, la única escapatoria la encontraréis en sitios de fast food tipo McDonald’s. En el resto de los establecimientos de EEUU os tocará pasar por caja.
¿Cuánta propina hay que dejar?
Cuando vayáis a pagar una cuenta (ya sea una consumición en un pub o una comilona en un restaurante), veréis primero el importe de lo que os hayáis comido o bebido. Justo después, os propondrán tres diferentes porcentajes. Suelen ser 15%, 18% y 20%, aunque hemos llegado a ver 20%, 25% y 30% o incluso aun más elevados. La teoría dice que el más pequeño es el mínimo aceptable, que lo correcto es el del medio y que si habéis quedado muy contentos con la comida tenéis que poner el alto. Estas cifras no son obligatorias. De hecho, siempre está la opción de custom tip, para que podáis poner la cantidad que consideréis.
Si estáis haciendo la operación a través de una pantallita, os pondrán diferentes cuadrados con los porcentajes y en ellos os calcularán la cantidad definitiva. Si os han traído un ticket, veréis que viene el importe final, justo debajo un espacio para la propina y aun más abajo un espacio para calcular el total. Recomiendan poner almohadillas (#) al principio y al final de las cifras, para que nadie ponga números de más.
A modo de referencia, lo normal es dejar entre un 15% y un 20%. Si la consumición es muy barata es posible que el porcentaje sea mayor, ya que por ejemplo nadie espera una propina de menos de uno o dos dólares. Por cierto, esto no aplica solo a restaurantes: también está extendido en otros servicios, como los taxis o los botones de los hoteles.
Nosotros, como buenos españoles, sentíamos un profundo dolor con cada propina obligatoria. Al final tiramos por la calle del medio y dejábamos siempre un 15%: no es la mejor cifra del mundo, pero nos dolía en el alma soltar más panoja.
¿Se deja propina solo en efectivo o también con tarjeta?
Si bien es cierto que en España es habitual dejar propina solo cuando se paga en efectivo, en Estados Unidos no se andan con chiquitas. A la hora de pagar por tarjeta, también os preguntarán cuánta propina queréis dejar.
De hecho, es curioso que el pago de la consumición principal os lo pasarán al momento en la tarjeta, mientras que las propinas suelen llegar unos días más tarde.
¿Qué pasa si no se deja propina?
Internet es un lugar prodigioso y lleno de historias fascinantes sobre personas que no dejaron propina. Os podéis encontrar de todo: gritos, camareros que persiguen al cliente con el ticket en la mano, fluidos extra añadidos gustosamente en la consumición…
¿No apetece dejar propina por sistema? Claramente no. Sin embargo, es una práctica absolutamente consolidada y os recomendamos que lo hagáis. Es como si vais a visitar un templo ortodoxo, en el que es obligatorio cubrirse los hombros, y decidís no hacerlo porque en vuestro país no es costumbre. Mala idea.
¿Las propinas se las quedan realmente los trabajadores?
En mitad del viaje nos entró esa curiosidad, así que abrimos el correspondiente hilo en Reddit. Rápidamente se formó el clásico debate a favor y en contra de las propinas, pero entre todo ese fulgor aparecieron testimonios de trabajadores de Estados Unidos. Tenemos que decir que la mayoría afirmaba trabajar o haber trabajado en sitios en los que las propinas de verdad acaban en los empleados, algo que nos reconfortó bastante. De hecho, todos decían que las propinas no eran para el camarero en sí, sino que se repartían entre todos los trabajadores (cocineros, limpiadores, etcétera).
Por cierto, muchos dijeron que solo en los lugares más turbios las propinas se las queda el dueño. Así que, por suerte, parece que realmente las propinas sirven para complementar los exiguos sueldos de los trabajadores hosteleros.