La Ruta del Queso del Valle de Améscoa

Hoy vamos a enseñaros uno de los últimos motivos por los que fuimos a Navarra: disfrutar de la excelente Ruta del Queso del Valle de Améscoa. Se trata de un itinerario cultural en el que diferentes queserías tradicionales se presentan al viajero, ofreciendo un producto delicioso y que recoge con mimo muchos siglos de tradición. Seguid leyendo y os enseñaremos cómo es la ruta, dónde están las queserías y qué se puede esperar de ellas.

Cuando la tradición es deliciosa

Primero vayamos al contexto. El Valle de Améscoa es una de las zonas más auténticas de Navarra, estando encajonado por la Sierra de Lokiz (al sur), el Parque Natural de Urbasa-Andía (al norte) y por la provincia de Álava (al oeste). Entre las montañas y el coqueto Río Uiarra se ha creado un espacio histórico-cultural en el que un producto tan sencillo (y tan querido) como el queso brilla con luz propia.

Las tradiciones son muy importantes en el Valle de Améscoa, hasta el punto de que una vez al año (el segundo domingo de octubre) se celebra el Artzai Eguna o Día del Pastor, en el que los habitantes del lugar celebran su pasado y disfrutan de sus productos artesanales en compañía. Por supuesto, nunca falta el queso.

Diferentes familias se han transmitido de generación en generación la manera en la que elaborar este producto. A nuestros días ha llegado casi una decena de queserías tradicionales, en las cuales es posible hablar de primera mano con los maestros queseros, degustar sus productos y llevárselos a casa tras pagar un precio más que razonable.

Eso sí, no esperéis tiendas abiertas como las que cabría encontrar en un centro comercial. La mayor parte de las queserías están ubicadas en las propias viviendas de los queseros, por lo que simplemente hay que tocar la puerta, llamar por teléfono y cruzar los dedos para que puedan atenderte en ese momento. Obviamente, cuanto menos intempestiva sea la hora mejor que mejor.

Las queserías del Valle de Améscoa ofrecen un producto artesanal y ecológico por igual, con pequeñas tiradas que en ocasiones no llegan a más que unos cientos de piezas al año. Eso sí, estos quesos son suficientes para cosechar todo tipo de premios a lo largo y ancho del mundo.

Queserías del Valle del Améscoa

Aranarache

En Aranarache se encuentran dos pequeñas queserías:

  • Quesería Rufino Pérez de Albéniz (Calle de San Miguel 22), que es una de las más emblemáticas del Valle de Améscoa.
  • Quesería Hermanos Aguirre (Calle de San Miguel 30), a escasos metros de la anterior.

Eulate

Eulate es donde más establecimientos encontraréis, pues cuentan con hasta cinco queserías tradicionales:

  • Quesería Urederra (Calle Medio Barrio), una de las más tradicionales.
  • Quesería Victoriano Aguirre (Calle Copalacio Alto 70): tiene el honor de ser una de las más grandes, elaborando hasta 3000 quesos año tras año.
  • Quesería Larramendi (Calle Copalacio Alto 86): incluso mayor que la anterior, con hasta 4000 piezas. No en vano tienen una explotación de casi medio millar de ovejas.
  • Quesería Goian: sus quesos se pueden comprar por todo el valle. Si queréis comprarle directamente al establecimiento, llamad al 685757054.
  • Quesería Ricardo Remiro: ganadora de la medalla de oro en el World Cheese Awards, elabora un delicioso queso con Denominación de Origen Idiazábal. Nosotros compramos en esta quesería y fueron encantadores.

Zudaire

Por último, si todavía andáis con ganas de queso en Zudaire tenéis una quesería adscrita a esta ruta:

  • Quesería Surgaina: sus quesos se sirven en envases reciclables, con al menos dos meses de curación. Tradición y modernidad van de la mano.

No solo de queso se llena una despensa

La Ruta del Queso no es más que la punta de lanza de la gastronomía que podéis encontrar en el Valle de Améscoa. Por doquier veréis tabernas, mercados y pequeños establecimientos en los que ofrecer los diferentes productos elaborados en la zona.

Os vamos a poner un par de ejemplos. Por un lado, nosotros nos hicimos con unas deliciosas mermeladas ecológicas en Casa Paulina (Artaza), donde además compramos arándanos deshidratados.

Por otro lado, también nos dimos un capricho y comimos en la deliciosa Pizzería El Molino (Larraona), donde elaboran pizzas con ingredientes de la zona.

En el viaje también comimos txistorra, bebimos vino blanco e incluso le compramos nueces a un paisano que las vendía a 6€ kilo en su jardín, junto al inicio de la ruta por al Nacedero del Urederra. Vamos, que si os vais de allí sin llenar el buche no será por falta de oportunidades.

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