En toda visita a Ceuta que se precie, nunca debe faltar un recorrido por los alrededores del casco urbano. Y es que la ciudad autónoma no se limita a un montón de asfalto rodeado de agua y fronteras, sino que en sus 18 kilómetros cuadrados también hay espacio para bosques, acantilados y miradores. Hablamos de un recorrido que se hace en taxi y que os llevará por rincones únicos, de esos que justifican por sí solos un viaje. Con todos vosotros, la Ruta de los Miradores de Ceuta.
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Ceuta más allá de la Ciudad Autónoma
Como ya hemos dicho en diferentes artículos, fuimos a Ceuta en el marco de un viaje en coche por el norte de África. Quisimos ir a la ciudad autónoma aprovechando por la zona, pero la verdad es que poco (o nada) sabíamos sobre ella. Nos la imaginábamos como una especie de capital de microestado europeo, uno de esos sitios particulares como Vaduz, Mónaco o San Marino. Sin embargo, rápidamente vimos que la cosa era mucho más profunda.
Ceuta ciudad es una maravilla, pero nosotros quedamos absolutamente enamorados de sus alrededores. Tened en cuenta que hay dos montañitas y varios bosques por los que podréis moveros, tanto por libre como en visita guiada. Para la primera opción necesitaréis vuestro propio vehículo, mientras que para la segunda la única alternativa es el taxi. Hay una tarifa fija, que en 2024 era de 40€, mediante la cual os harán un recorrido de aproximadamente dos horas por los principales hitos de la Ruta de los Miradores de Ceuta.
La experiencia depende mucho del taxista que os toque, ya que hay muchos detalles que solo os los podrá contar una persona que conozca bien el lugar. Nosotros tuvimos una suerte enorme, ya que era un chico encantador y que adaptó el recorrido a nuestros gustos, así que lo único que podemos hacer es recomendároslo. Es el que tiene la licencia número 5, podéis preguntar por él tanto en la parada de taxis de Plaza Constitución como en el teléfono de radiotaxi Ceuta.
¿Merece la pena hacer este recorrido? Seguid leyendo y os enseñaremos todo lo que vimos. A poco que avancéis un poco, os daréis cuenta de que es una ruta imprescindible.
¿Qué se ve en la ruta de los miradores de Ceuta?
Un recorrido entre dos mares y dos continentes
Dos horas dan para mucho en un sitio como Ceuta, ubicado entre dos mares, situado en el norte de África y con la mirada siempre puesta en el sur de Europa. El punto de partida es la ciudad: podéis tomar un taxi en cualquier punto, aunque os recomendamos acudir directamente a la parada de taxi que mencionamos antes (la que está junto a la Plaza de la Constitución), pues allí siempre hay vehículos.
En seguida abandonaréis la ciudad, haciendo una especie de ocho sobre su territorio. En nuestro caso, primero fuimos al este y luego al oeste, aunque desconocemos si habitualmente se hace así o si cambia en función del taxista. Sea como fuere, vais a ver que hablamos de dos horas diversas a más no poder.
Museo Militar «Castillo del Desnarigado»
La primera parada la hicimos tras escasos minutos de comenzar la ruta. Fue en un coqueto mirador que daba hacia el Castillo del Desnarigado, un pequeño fuerte de apenas 1280 metros cuadrados. Se llama así por un esclavo bereber que se estableció allí para practicar el noble arte de la piratería, siendo su principal seña de identidad la amputación que había sufrido de la nariz. Está junto a la Playa de la Potabilizadora, en la falda sur del Monte Hacho. El taxista nos dio la opción de bajar a verlo, pero preferimos seguir adelante con la ruta y profundizar más en otras zonas.
Monte Hacho
Este primer tramo de la ruta transcurrió por la carretera que recorre el Monte Hacho, el principal accidente geográfico de Ceuta. Es considerado, junto al Peñón de Gibraltar, una de las Columnas de Hércules. De hecho, aprovechad que estáis allí para mirar al horizonte, pues muy mal se tendría que dar para no ver el otro lado del Estrecho. Por cierto, buena parte del Monte Hacho es una fortaleza militar, la cual no es visitable.
Mirador de San Antonio
Donde sí podréis parar con toda la tranquilidad del mundo es en el Mirador de San Miguel, uno de los grandes hitos de la Ruta de los Miradores de Ceuta. La panorámica no podría ser más espectacular, con una vista de prácticamente 360º de toda la península en la que se asienta Ceuta. Podréis ver la ciudad, cementerios de diferentes credos, el norte de Marruecos, la costa de Algeciras, el Peñón de Gibraltar…
Benzú
Una vez exploréis a tope el Monte Hacho, el taxi debería llevaros hacia la otra parte alta de la zona. Tendréis que atravesar de nuevo Ceuta ciudad, recorriendo su línea de costa en busca del otro espacio natural. Nosotros hicimos una parada en Benzú, una pequeña pedanía llena de encanto. Vimos su mezquita, probamos su té verde y aprendimos mucho sobre su desarrollo a lo largo del siglo XX, gracias a las explicaciones de nuestro taxista.
La Mujer Muerta
En general todas las rutas atraviesan Benzú, paréis o no, ya que desde allí se puede disfrutar de una vista increíble de otro de los grandes monumentos naturales de Ceuta: la Mujer Muerta. Se trata de una montaña de poco más de 800 metros de alto, conocida también como Monte Musa, que se ha hecho popular por su siniestra silueta. Tal y como veis en la foto, vista desde Ceuta parece la silueta de una mujer tumbada.
Frontera con Marruecos
Una vez vista la silueta de la Mujer Muerta, exploramos un poquito las montañas cercanas. Y eso nos llevó a estar frente a la frontera con Marruecos, en una imagen absolutamente dantesca: alambradas, puestos de vigilancia, militares… En resumen, la muestra más palpable del abismo que hay entre Ceuta y todo lo que le rodea. Tenemos que decir que fue una parada muy interesante a nivel pedagógico, pero que a la vez nos hizo creer un poquito menos en la raza humana. Es increíble que solo separen unos metros a Ceuta del cercano pueblo de Beliones (ya en Marruecos), porque se siente como si hubiese un mundo entre ambas poblaciones.
Cuartel de la Legión
Ceuta y la Legión Española siempre van de la mano, por lo que seguro que no os sorprende cruzaros con un par de Cuarteles durante el recorrido. Si os gusta el tema gozaréis al pasar frente a sus instalaciones, para la verdad es que a nosotros ni fu ni fa.
Mirador de Isabel II
La última gran parada de la ruta es el Mirador de Isabel II, en lo alto del Monte García Aldave. Os permitirá disfrutar de una panorámica de Ceuta desde el lado opuesto al Mirador de San Antonio, además de permitiros caminar entre pinos, chumberas y eucaliptos. Muy cerquita hay un campo de tiro, así que no sería raro que escuchaseis disparos. Sea como fuere, la foto desde este punto es alucinante. ¡Parada obligada!
El Príncipe, el supuesto barrio más peligroso de España
A estas alturas, tras un par de horas en el coche, ya nos habíamos hecho bastante amiguetes del taxista. Vio que estábamos interesados también en conocer la realidad del barrio de El Príncipe, así que se ofreció a enseñárnoslo. Primero hicimos una parada en la Calle Doctora Soraya, justo al lado del Hospital Universitario de Ceuta, donde está el mirador hacia la imagen más típica de esta barriada obrera. Allí pudimos ver el típico panorama con casitas de colores que siempre se utiliza para ilustrar cualquier publicación sobre la zona, incluyendo los carteles de la popular serie El Príncipe (la ficción protagonizada por Hiba Abouk, Alex González y José Coronado).
Obviamente no nos podíamos quedar en ver el barrio desde fuera, así que el taxista nos ofreció dar una vuelta por sus calles. Nos pidió que no fuésemos haciendo fotos por respeto a la gente (algo totalmente lógico), pero la verdad es que no vimos nada de lo que preocuparnos. Se habla mucho de El Príncipe como el barrio más peligroso de España, pero nosotros solo nos cruzamos con gente normal haciendo cosas cotidianas. Donde los periódicos hablan de tiroteos y delincuencia, nosotros vimos a señoras haciendo la compra y niños jugando al fútbol. De hecho, la única gente con mala pinta que vimos fue a la policía de la entrada. Suele haber un control a la entrada/salida del barrio y la verdad es que no fueron nada amables.
Terminamos la ruta ya en la frontera, pues le pedimos al taxista que nos dejase allí. El recorrido por El Príncipe supuso la mejor manera de terminar no solo con la Ruta de los Miradores, sino también con la visita a Ceuta. No esperábamos tantísimo de la ciudad autónoma, así que desde ya nos declaramos auténticos enamorados de este sitio único. Desde aquí le damos infinitas gracias al taxista con la licencia 5 de Ceuta, pues gracias a sus explicaciones disfrutamos de una experiencia increíble.