La Reserva Natural de Styggforsen y sus preciosas cascadas

Ubicada a unos 20 kilómetros al norte del pueblo de Rättvik, la Reserva Natural de Styggforsen fue una de las mejores sorpresas que nos llevamos en nuestro viaje por el centro de Suecia. Se trata de un espacio único, cuyo aspecto está claramente determinado por el cráter que dejó el impacto de un meteorito. La zona se puede recorrer mediante una ruta de poco más de un kilómetro, la cual os permitirá visitar incluso la casa de un troll.

Un paisaje modelado por la caída de un meteorito

Hace 377 millones de años, durante el periodo Devónico, cayó un meteorito en lo que hoy es el término municipal de Boda. El bólido que cayó del cielo tenía aproximadamente 4 kilómetros de diámetro, por lo que el impacto fue brutal. De hecho, se realinearon verticalmente estratos rocosos que eran horizontales, transformándose el paisaje para siempre.

En lo que atañe a Styggforsen, a raíz de ese modelado hoy se puede contemplar una caída de agua de casi 40 metros de altura (36, para ser exactos). Se cree que la base de la cascada estaba antes de que impactase el meteorito, pero sin duda ese evento lo dejó con un aspecto similar al actual.

El paisaje es tan singular que en el año 1979 se creó una Reserva Natural para protegerlo. 12 hectáreas que en el año 2005 se incorporaron a la red Natura 2000, que no podía dejar pasar la oportunidad de proteger este ecosistema húmedo.

Ruta por Styggforsen: una hora muy bien aprovechada

Para recorrer la Reserva Natural de Styggforsen, existe una ruta de apenas 1,3 kilómetros (que incluso puede acortarse mediante un atajo, quedándose en la mitad de distancia). Simplemente tenéis que ir al amplio aparcamiento que hay junto a la cafetería, leer el panel informativo y echar a andar.

El recorrido lo centra todo en contemplar las cascadas desde diferentes puntos de vista. Tendréis que sortear 40 metros de desnivel: no es una cifra especialmente grande, pero está súper concentrado en puntos muy concretos. Por suerte, hay varias escaleras y pasarelas para ayudaros a sortear esas cuestas.

Hay que decir que la ruta está muy bien montada. Encontraréis muchos paneles informativos a la que camináis por este bonito bosque, incluyendo datos chulísimos sobre el paisaje, su historia y sus leyendas. Mención especial merece este último punto, ya que durante la ruta pasaréis por la cueva de un troll.

Hay tres miradores principales: uno en la zona más alta, otro a mitad de cascada y otro ya desde la parte baja. Ojito en los días de lluvia, porque el terreno puede volverse resbaladizo.

También veréis un par de casitas durante la ruta. Al parecer, en Styggforsen existía la posibilidad de encontrar plata, por lo que durante décadas la zona estuvo en explotación.

En definitiva, se trata de una ruta muy bonita y que os recomendamos llevar a cabo. No es la más larga del mundo, pero ni falta que le hace.

Ficha técnica: cómo llegar, distancia y otros datos

📍 Punto de inicio: hay un aparcamiento con espacio suficiente. Para llegar hasta él, únicamente tenéis que poner Styggforsen en vuestro GPS.

📏 Distancia / desnivel: la ruta completa tiene 1,3 kilómetros, con 40 metros de desnivel positivo. Se puede acortar y dejarla solo en 700 metros de ruta, con más o menos la mitad de desnivel.

💪 Dificultad: ruta fácil y para toda la familia. La mejor muestra es que la hicimos al lado de unos niños pequeños, los cuales estaban dándolo todo en esa noble actividad que es recolectar bayas.

⏲️ Duración: 45 minutos fueron suficientes para hacer la ruta.

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