La Ermita de la Regalina es uno de esos tesoros con los que Asturias sorprende de vez en cuando al mundo. Pese a no ser un sitio especialmente conocido para los que no son de allí, se trata de uno de los templos más bonitos del Principado. No tanto por el edificio en si (que también), sino por el lugar privilegiado en el que se ubica. Se trata de uno de los miradores más bonitos de Asturias, y eso es mucho decir. Seguid leyendo y os enseñaremos dónde está y qué ver en este fantástico destino.
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El último secreto de Asturias
La Ermita de la Regalina está en Cadavedo, un pueblo que en 1954 fue galardonado como el más bonito de Asturias. Bien haríais en dejaros caer por él antes o después de la visita a la ermita, puesto que es un sitio realmente precioso.
Sin embargo, pese a estar en un pueblo tirando a turístico, lo cierto es que la Ermita de la Regalina no es un lugar especialmente conocido. Desde luego, no está al nivel de los grandes destinos turísticos de Asturias. Por un lado es una pena, ya que el sitio es maravilloso, pero por otro tiene ese aura de joyita escondida que tanto nos gusta cuando estamos de viaje.
Por si queréis saber algo más de la Ermita de la Regalina, aquí va un poquito de historia. Fue construida en el año 1931 por indicación del párroco local, que quería que la Virgen de Riégala (patrona de Cadavedo) tuviese un lugar de peregrinación asociado. La ermita fue ubicada en un paraje mágico, el cual se hizo popular rápidamente entre los habitantes de los alrededores.
Qué ver en la Regalina
La visita a la Ermita de la Regalina puede durar cinco minutos o una tarde entera, en función de lo que os gusten los sitios como este. Si nos ponemos puramente descriptivos, en el lugar están la pequeña ermita, un hórreo asturiano y unos cuantos miradores. Sin embargo, la cosa va más allá.
Por un lado, la ermita es realmente preciosa, de esas que hacen que se te encoja el alma. Sus muros blancos, remates en azul celeste y su tejadito a dos aguas crean un conjunto sencillamente encantador.
El hórreo de La Regalina merece mención aparte, no solo por ser uno de los hórreos asturianos mejor conservados sino por el cariño que le tienen sus gentes. A finales de 2020 un corrimiento de tierra casi lo engulle, lo cual hizo que fuese desmontando pieza a pieza. Finalmente se ha vuelto a instalar a 30 metros de donde estaba, también en la zona de la ermita.
Por último, los miradores merecen una mención aparte. Desde la Ermita de la Regalina hay varios bancos y vallas de madera para contemplar los acantilados y playas de los alrededores, lo cual os ofrecerá algunas de las instantáneas más bonitas de toda Asturias. Nosotros pasamos allí embobados un buen rato.
Cómo llegar a la Ermita de la Regalina
Como ya hemos dicho, la Ermita de la Regalina está en Cadavedo, uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Para llegar hasta ella, hay que tomar la salida que va a este municipio: la 450 si venís desde Avilés o la 451 si estáis conduciendo desde Galicia. Desde allí no tiene pérdida, ya que está perfectamente señalizada.
Para aparcar tampoco tendréis demasiada complicación, pues que hay un parking a escasos 100 metros de la propia ermita. En cualquier caso, aquí va un mapita: