Hablar del pequeño pueblo de Vianden, en el noreste de Luxemburgo, implica necesariamente mencionar su tremendo castillo. Sin embargo, la localidad tiene muchas otras sorpresas esperando al viajero, y el mejor ejemplo os lo traemos en este artículo. Seguid leyendo para conocer más (y saber cómo visitar) la Central Hidroeléctrica de Vianden, una de las grandes obras de ingeniería del centro de Europa.
Una pila gigante en el interior de una montaña
Que las centrales hidroeléctricas son infraestructuras que utilizan la fuerza del agua para generar electricidad es algo que se aprende en el cole. Sin embargo, un milagro de la ciencia como ese tiene muchos matices, y el mejor ejemplo lo encontramos en Vianden. En este caso hablamos de una central hidroeléctrica reversible, es decir, que tiene la capacidad de aumentar la energía del agua para así poder satisfacer la demanda en horas pico (y guardando recursos en momentos valle).
¿Cómo hace esto la Central Hidroeléctrica de Vianden? Pues ni más ni menos que almacenando más de 7 millones de metros cúbicos de agua en lo alto de la montaña. En caso de necesitar generar una gran cantidad de energía, todo ese líquido se suelta por un circuito que va por el interior de la montaña y que tiene casi 300 metros de caída.
Vamos, que es como una especie de batería gigante. Si Vianden (o los pueblos de los alrededores) tienen una gran necesidad de energía, su central hidroeléctrica está dispuesta para la ocasión.
El mirador de la Central Hidroléctrica de Vianden
Si este tipo de cosas os llaman la atención, podéis aprovechar la visita al Castillo de Vianden y así conocer esta locura de la ingeniería. Es una visita cómoda, rápida y que os permitirá ver algo que no es nada habitual.
Una vez dejéis el coche en el aparcamiento que hay a los pies de la central, podéis acercaros a los paneles informativos que hay a los pies del mirador. Allí os explicarán cómo funciona todo ese tinglado y obtendréis un montón de información útil.
Hecho eso, hay que subir por una serie de escaleras y pasarelas hasta lo alto de un mirador. Allí podréis contemplar la zona de almacenamiento de agua.
Además, desde las alturas se puede disfrutar de una excelente panorámica de los alrededores. Hay unos letreros que indican no solo lo que está más cerca, sino también la distancia con algunas capitales europeas (entre ellas Madrid, a 1310 kilómetros).