Pequeño y discreto, pero a la vez vibrante y colorido. Así es Kingly Court, una galería comercial al aire libre de tres pisos ubicada en la zona más interesante del West End de Londres. Se accede desde Carnaby Street (otro lugar que bien haríais en visitar) y en su interior encontraréis restaurantes, cafeterías, galerías de arte y tiendas vintage. Acompañadnos y descubriréis uno de los sitios más especiales de la capital del Reino Unido.
Delicias culinarias y concept stores en una galería de tres pisos
El Soho es un barrio con mucho encanto, en el que lo inesperado siempre está a la orden del día. Y Kingly Court es el mejor ejemplo de ello. Por fuera parece un sitio más: hay carteles chulos y señalizaciones que indican que se puede comer en el interior, pero poquito más. Sin embargo, si atravesáis sus coloridos pasillos llegaréis a una zona absolutamente fascinante.
Imaginad un amplio patio interior, a cuyo alrededor se alza una galería de tres plantas. En cada una de ellas podréis encontrar diferentes establecimientos, todos ellos con la frescura y la calidad por bandera.
Podéis entrar a Kingly Court simplemente a pasear, ya que el edificio es una pasada desde el punto de vista arquitectónico. Al ser una galería comercial, también tiene un gran ambiente en las horas centrales del día. Sin embargo, como no podía ser de otro modo, lo mejor que podéis hacer es ir allí a probar sus restaurantes y tiendas.
Os esperan entre 20 y 30 establecimientos. A nivel gastronómico, la variedad es absolutamente maravillosa: uno de sushi, una pizzería, un americano, un indio, un griego… ¡Incluso uno de cupcakes! Como es lógico, no pudimos probarlos todos. Eso sí, tenían una pinta excelente y muy buenas valoraciones en google.
Además, hay varias tiendecitas en las que podréis encontrar artesanía, marcas independientes e incluso pequeñas galerías de arte. Una oferta cultural de lo más completa.
Ambiente bohemio a un precio sorprendente
Queremos hacer una mención específica a la atmósfera de Kingly Court, ya que es de lo mejorcito que tiene. Imaginad un ambiente entre hippie y bohemio, pero a la vez súper acogedor. Da gusto pasear por las diferentes galerías y curiosear de un sitio a otro.
Además, la zona está perfectamente preparada para la vida londinense. Si vais en un día de lluvia, encontraréis carpas en las que refugiaros. Por el contrario, en verano también es un espacio de lo más fresquito. Es famoso también por su decoración navideña, así que esta visita es un valor seguro en cualquier época del año.
Por si todo esto os parece poco, tenemos que decir que los precios nos parecieron bastante moderados. En Londres, en un sitio como ese, lo normal sería encontrar tarifas súper disparadas, pero Kingly Court es un sitio asequible y en el que encontraréis opciones para todos los bolsillos.