Guía para visitar los campos de lavanda de Brihuega en floración: dónde están y cuáles son los mejores

Aquí os traemos una guía turística para visitar los campos de lavanda de Brihuega, para que sepáis en qué consiste la floración, dónde están los mejores campos de cultivo, cómo llegar hasta ellos y cual es la época óptima de floración.

Los campos de lavanda de Brihuega son uno de los espectáculos más impresionantes y efímeros del centro de España. Ubicados en los alrededores de uno de los pueblos más bonitos de La Alcarria, cada verano ofrecen al viajero un enorme tapiz morado en el que el aroma de la lavanda, el sonido de las trabajadoras abejas y los atardeceres son de inigualable belleza. La magia dura apenas tres o cuatro semanas, por lo que conviene estar preparados para que la visita sea certera.

Campos de lavanda de Brihuega

La Alcarria se tiñe de morado cada verano por los campos de lavanda de Brihuega

La Provenza española. Así es como se refieren a los campos de lavanda de Brihuega no pocas publicaciones, pues sus preciosos campos de cultivo parecen más propios del bucólico sureste de Francia que de la provincia de Guadalajara. Sin embargo, nada tienen que envidiar estos cultivos en el corazón de Castilla-La Mancha de sus homólogos al otro lado del Pirineo. Ni en belleza ni en tamaño, la verdad.

La historia de estos cultivos es relativamente temprana. De hecho, se pueden rastrear perfectamente tanto el quién como el cuándo. Fue un señor llamado Álvaro Mayoral el responsable de traer las primeras plantas de lavanda y lavandín a la zona, allá por el año 1963. Las condiciones de esta parte de La Alcarria resultaron óptimas para el crecimiento de esta especie, por lo que poco a poco fueron surgiendo más y más campos de cultivo. Así hasta que marcas gigantes, como la propia Loewe, empezaron a realizar aquí sus plantaciones.

Campos de lavanda de Brihuega

Durante unas cuantas décadas, la lavanda solo era una de las muchas especies que se cultivaban en La Alcarria. Todo cambió en el nuevo siglo, en concreto a finales de la década de 2010. Fue entonces cuando las redes sociales hicieron su magia (o brujería, según se mire) y se fijaron en la belleza de los campos de lavanda durante la época de floración. Rápidamente el paisaje se viralizó, las autoridades estuvieron hábiles y todo cristalizó en el Festival de la Lavanda.

Hoy en día hay toda una pop-up industry alrededor de la lavanda. Durante el mes de julio los alrededores de Brihuega se tiñen de morado, pero también sus calles: mercadillos, conciertos, exposiciones de arte… y turistas, muchos turistas. Se ha convertido en una cita imprescindible que año tras año acoge a miles de visitantes, los cuales llegan hasta la zona ávidos de estampas con las que presumir en sus perfiles de redes sociales. ¿Quieres ser uno de ellos? Sigue leyendo y te contamos dónde encontrar la anhelada lavanda.

Campos de lavanda de Brihuega

¿Cómo llegar a los campos de lavanda de Brihuega?

Aunque prácticamente todos los alrededores de Brihuega están hasta los topes de campos de cultivo de lavanda, hay algunas zonas mejores que otras. Nosotros hemos seleccionado cuatro puntos que nos parecen óptimos para hacerse a la idea de todo lo que tiene que ofrecer la lavanda briocense en época de floración.

El campo de la E. S. Alameda

Vamos a empezar con polémica, pues os vamos a enseñar un campo de cultivo chiquitito y que está al lado de una gasolinera. Sin embargo, nos parece una parada súper interesante, ya que es el primer campo de cultivo que podéis visitar si vais desde Madrid. No lo hemos dicho hasta ahora, pero apenas hay una hora de carretera entre la capital de España y Brihuega.

Así las cosas, justo antes de llegar al pueblo está el campo de cultivo de la Estación de Servicio Alameda. Podéis llegar hasta él por un pequeño caminito de tierra al que se accede desde la rotonda anterior o desde la propia gasolinera. El coche se puede quedar justo en ese arcén, a escasos metros del campo de cultivo.

¿Es el más espectacular de todos? Claramente no. ¿Merece la pena? Estamos seguros de que sí. Resulta la primera toma de contacto con el espectáculo de la lavanda en flor, no suele haber mucha gente y podréis hacer las primeras fotos interesantes. Muy recomendable.

Lavanda en La Alcarria

Destilería Jardín de la Alcarria

A escasos 500 metros de allí está la segunda parada: la Destilería Jardín de la Alcarria. Se trata de uno de los muchos negocios surgidos al calor de estos cultivos y que demuestran que la economía puede ser realmente dinámica en este rinconcito de España. Básicamente se dedican a extraer los aceites esenciales de la lavanda y a elaborar con ellos todo tipo de productos. Imaginad cualquier cosa, pues fabrican desde jabones hasta bebidas alcohólicas.

Casa entre lavanda

Merece muchísimo visitar esta destilería. Justo antes de la misma tienen su propio campo de cultivo, el cual es amplio, está perfectamente trabajado y resulta espectacular a simple vista. Además, podéis entrar a su tienda y probar todos los productos de los que os hablábamos en el párrafo anterior.

Destilería Jardín de la Alcarria

Por si todo esto fuera poco, durante todo el mes de julio organizan visitas guiadas por sus instalaciones. Tienen un coste de una hora, te regalan una bolsita de lavanda y os aseguramos que merece muchísimo la pena. La experiencia consiste en un vídeo en el que se explica todo el proceso de cultivo y puesta en valor del producto, una visita por sus instalaciones y también un recorrido por un pequeño jardín botánico en el que se explican las diferentes especies de espliegos, lavandas y lavandines que hay en la zona. Todo ello por 3€/persona.

Lavanda de tipo grosso

CM-2005, la opción mainstream

Vamos ahora con los campos más impresionantes, esos que protagonizan miles de publicaciones cada mes de julio. La opción más típica consiste en recorrer la carretera CM-2005 (la que abandona Brihuega por el norte) hasta encontrar unos campos de cultivo enormes. Los encontraréis tras unos 5 kilómetros, los cuales pueden recorrerse entre 5 y 20 minutos en función del atasco que haya.

La zona principal tiene dos amplios aparcamientos gratuitos, personal a pie de campo que os indicará dónde dejar vuestro vehículo, dos casetas de información en las que dan folleto y una pequeña tienda en la que se pueden comprar tanto souvenirs como botellas de agua fría.

Campos de lavanda de Brihuega

Realmente allí hay varios campos, por lo que simplemente tenéis que acercaros al que más os guste. Hay gente que se limita a verlos desde fuera, pero la mejor experiencia consiste en caminar por un carril entre plantas y adentrarse en el campo tan lejos como aguanten vuestros pies.

Es indescriptible la sensación de caminar entre lavanda, con el sonido de las abejas a todo trapo y con el aroma de la plantación impregnándose en la nariz. De verdad, de los mejores planes que se pueden hacer para dar el pistoletazo de salida al verano, al menos en esta parte de España.

Campos de lavanda de Brihuega

GU-925, ondulaciones púrpuras

¿Tenéis ganas de más? En ese caso vamos a enseñaros otra enorme zona de campos de cultivos. En este caso tendríais que abandonar Brihuega por el este, yendo por la carretera GU-925 en dirección Malacuera. Tendréis que hacer unos 12 kilómetros hasta llegar a la primera parada, a la cual se accede tras un buen puñado de curvas.

Lavanda bajo un cielo azul

Hay dos pequeños aparcamientos. A mano derecha hay un campo de cultivo salvaje, que quizá no es el más bonito pero que igualmente merece la pena. Sin embargo, el que está a mano derecha resulta impresionante, pues la lavanda está plantada sobre unas pequeñas colinas que tienen ondulaciones hipnóticas. Es probablemente la estampa más bonita de todos los campos de cultivo.

Ondulados campos de lavanda

Si avanzáis un poquito más, llegaréis a una segunda parada. En ella hay un aparcamiento de tierra, un marco rojo perfecto para posturear y también una interminable sucesión de plantas de lavanda. Merece la pena llegar hasta allí, pues además es una zona menos concurrida que las anteriores.

Campos de lavanda de Brihuega

¿Buscáis incluso más intimidad? Perfecto. Avanzad un poquito más y llegaréis a un tercer campo de cultivo, junto al cual hay un aparcamiento de tierra muy chiquitito. Allí lo normal es que no os encontréis con nadie, por lo que a la experiencia podréis sumarle dos factores de gran interés: la tranquilidad y el silencio. No hay mejor manera de terminar un recorrido por los campos de lavanda de Brihuega.

Lavanda en una cuesta

Mapa turístico con los campos de lavanda de Brihuega

Para facilitaros las cosas, aquí os hemos preparado un mapa turístico con los campos de lavanda de Brihuega. No tienen pérdida:

Consejos para la visita

¿Tenéis ya ubicados los campos de lavanda? Pues vamos ahora a daros unos cuantos consejos para su visita:

  • Empezamos por lo más obvio: hay que respetar siempre los campos. Pensad que son cultivos de los que vive la gente del pueblo, que muy gentilmente son ofrecidos a los viajeros para su disfrute. Si pisáis las plantas o arrancáis ramitas (aunque sea solo una) estaréis jugando con su modo de vida. Sed muy respetuosos o acabarán por prohibirse las visitas.
  • El aparcamiento no es un problema, ya que todos los campos de cultivo visitables siempre tienen apeaderos de mayor o menor tamaño para que dejéis los vehículos.
  • La vestimenta es importante. Conviene que vayáis con ropa clara (blanca preferiblemente) para que haya un mayor contraste en las fotos. Os recomendamos también ir con pantalón largo, ya que las malas hierbas crecen entre los cultivos y algunas pinchan.
  • El Festival de la Lavanda es un evento muy concurrido, por lo que conviene seleccionar bien el día de la visita. Si tenéis la opción, lo mejor sería ir de domingo a jueves, ya que los viernes y los sábados las aglomeraciones están aseguradas.
  • La hora de la visita también es importante. Lo mejor es ir a primera hora o a última, ya que la luz será vuestra mejor aliada para las fotos. Eso sí, no nos engañemos: los campos de lavanda son espectaculares en cualquier momento del día.
  • Las plantas de lavanda están distribuidas en filas, por lo que entre medias quedan avenidas por las que transitar. Pensad que son caminos estrechos, por lo que conviene que solo os adentréis en carriles vacíos. Es decir, que podáis ir y volver sin cruzaros con nadie, porque de lo contrario acabaréis pisoteando la lavanda.
  • No arméis ruido. La experiencia es mucho más bonita si se disfruta con tranquilidad y reposo, por lo que os recomendamos no molestar a los demás con gritos. El típico «¡Pepeee! ¡Mira qué flor más gorda!» es casi un delito en Brihuega.
  • Por último, seguimos hablando de respeto y os pedimos encarecidamente que no visitéis los campos privados. Algunos cultivos no se prestan a la visita, estando claramente delimitados con carteles y cinta roja. No os paséis de listos y haced caso a sus dueños.

Si seguís todos estos consejos, estamos seguros de que viviréis una experiencia alucinante.

Cartel en campos de lavanda

¿Merece la pena ir a Brihuega?

Por último, hemos hablado ya varias veces de Brihuega. ¿Merece la pena visitar la localidad? Por supuesto, no tengáis ninguna duda. Hablamos de uno de los pueblos más bonitos de La Alcarria, con un patrimonio excepcional y con una gente súper acogedora. Por si eso fuera poco, durante el Festival de la Lavanda la urbe se llena de actividades y eventos de todo tipo. Hay un mercadillo por sus calles, fabrican helados con lavanda, hay conciertos del más alto nivel e incluso food trucks. Antes o después de ir a los campos de lavanda os deberíais pasar por el pueblo, os prometemos que es una maravilla.

Brihuega
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