Guggenheim Bilbao es uno de los museos más importantes de toda Europa. Y esto, en un continente que lleva ya más de un siglo volcado con el turismo cultural, es mucho decir. Se trata de una institución absolutamente fascinante, que fue capaz de transformar Bilbao (e incluso todo el País Vasco) y que año tras año atrae a más de un millón de personas procedentes de todo el mundo. Su propuesta arquitectónica es increíble, en su interior fliparéis con todo lo que el arte de vanguardia puede ofrecer y sin duda será uno de los grandes hits de vuestra visita a la ciudad. En este artículo os contamos su fascinante historia, todo lo que podéis esperar del museo y cómo fue nuestra experiencia recorriéndolo.

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El museo que cambió Bilbao
Aunque su aspecto vanguardista denota modernidad, su arraigo en la urbe podría hacer pensar que se trata de una institución que lleva allí toda la vida. Sin embargo, el Museo Guggenheim Bilbao no fue inaugurado hasta finales del siglo XX. Abrió sus puertas en 1997, tras seis años de arduo trabajo.

El gobierno del País Vasco y la Fundación Guggenheim se pusieron de acuerdo para crear la tercera sede del proyecto, tras Nueva York (1959) y Venecia (1979). Fue un proyecto rompedor desde el primer día, ya que por aquel entonces Bilbao era una ciudad tirando a gris, con un marcadísimo ADN industrial. Sin embargo, este fue el pistoletazo de salida para el renacer de la ciudad, hasta el punto de que hoy en día se habla de efecto Guggenheim. ¡Para que luego digan que la cultura no es transformadora!
Casi de un día para otro, Bilbao pasó de ser una urbe de trabajadores a situarse en el circuito turístico internacional. Y es que la arquitectura de vanguardia o el arte contemporáneo hacen buen match con otros muchos atractivos de la ciudad, como su magnífica gastronomía o las evocadoras calles de su casco viejo.
Ya no se puede concebir una visita a Bilbao sin pasar en algún momento por Guggenheim Bilbao. El edificio y la institución se han convertido en uno de los grandes emblemas de Euskadi… sin que nadie regale nada. Y es que hablamos de un punto de interés de primer nivel, que sorprende tanto por dentro como por fuera. Seguid leyendo y os daremos todas las claves para organizar vuestra visita.

Visitar el Guggenheim de Bilbao por fuera
La enésima joya de Frank Gehry
Empecemos por lo más obvio: el edificio en el que se asienta Guggenheim Bilbao es una auténtica pasada. Es una de las grandes obras de Frank Gehry, que en principio fue llamado para rehabilitar la Alhóndiga. Sin embargo, el arquitecto canadiense lo tenía clarísimo: quería construir algo totalmente nuevo y que se emplazase en el norte de la ciudad.
Merece la pena acercarse al museo para verlo, incluso aunque no se vaya a visitar por dentro. ¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya de un edificio tan alucinante? En una de las grandes obras arquitectónicas de la humanidad, al menos en el siglo XX. En un primer vistazo todo parece desordenado, pero si seguís mirando (y lo haréis, ya que es difícil apartar los ojos) os daréis cuenta de que sus formas son armónicas y tienen un sentido que os envolverá para siempre.

Nosotros no somos arquitectos, pero al parece el edificio es un hito también desde el punto de vista técnico. Al parecer, lleva al titanio hasta su punto de máxima curvatura, consiguiendo formas inverosímiles y que son increíbles desde cualquier punto de vista.
Puppy y Maman
Pero no solo del edificio principal vive Guggenheim Bilbao. Conviene que exploréis sus alrededores, ya que en ellos están expuestas algunas de las obras más emblemáticas de su colección permanente. En la parte alta os espera Puppy (literalmente Cachorro), una escultura de Jeff Koons. Tiene más de 12 metros de alto y recrea un west highland white terrier a base de flores. En concreto, se utilizan más de 38000 plantas que hay que reponer dos veces por año, haciendo que sea una escultura viva. Nada tiene que ver el bueno de Puppy en su versión primaveral respecto a lo que os ofrecerá en otoño.

Puppy es una auténtica rock star, junto a la cual veréis a gente haciéndose fotos a prácticamente cualquier hora del día. También es uno de los elementos más característicos del Bilbao del siglo XXI, por lo que no podéis pasar por allí sin mostrarle vuestros respetos.
Justo en el lado opuesto del museo, pegada a la ría, está la otra gran escultura de los alrededores del Guggenheim Bilbao: Maman (Mamá en francés), de Louise Bourgeois. Bronce, acero y mármol puestos al servicio del espectáculo, creando una araña de más de 10 metros de alto. Aunque parece tener una temática siniestra, en realidad es un homenaje a su madre. Es una de esas esculturas que tienen hermanitas, pues también podréis encontrar esta araña de más de 22 toneladas en Londres, Tokio y Ottawa.

La cara más luminosa de la ría
Por último, no dejéis de pasear por este tramo de la ría de Bilbao. Toda ella es alucinante, pero justo en las inmediaciones del Guggenheim late con mucha más fuerza. El paseo que han creado entre el agua y el museo es delicioso, está lleno de gente a cualquier hora del día y os dará los argumentos definitivos para interiorizar que la capital de Vizcaya está llena de luz.

Visitar el Guggenheim por dentro
Un edificio superlativo
Obviamente, el interior de Guggenheim Bilbao también tiene mucho que ofrecer. Una vez paséis por caja (12€ por persona, precio de 2025) podréis moveros con libertad por las entrañas de la obra de Frank Gehry. Es un conjunto lleno de espacios diáfanos, con tres plantas conectadas entre sí y que os permitirán caminar de una manera muy fluida pese al enorme número de visitantes. Nada más entrar llegaréis a un hall gigante, con una altura de 50 metros. Desde allí os iréis moviendo, mediante escaleras y ascensores, por los diferentes espacios de Guggenheim Bilbao.

Por un lado, os recomendamos coger un mapa nada más entrar, ya que así podréis ver qué exposiciones visitar y cómo acceder a ellas. Sin embargo, no podemos dejar de recomendaros justo lo contrario: que os dejéis llevar. La experiencia de pasear sin rumbo por el corazón del museo es mágica. De una manera natural iréis descubriendo sus diferentes salas, como si fuese el propio museo el que os quisiese mostrar sus atractivos.

Colección permanente: el arte contemporáneo
No hay que olvidar que Guggenheim Bilbao pertenece a una fundación internacional, con museos repartidos por todo el mundo. Solomon R. Guggenheim no solo fue un gran filántropo, sino también uno de los grandes coleccionistas de arte de su tiempo. Por ello, sus museos tienen una colección permanente absolutamente increíble. Hay que decir que es «permanente», ya que es posible que los fondos roten entre las diferentes franquicias. Sin embargo, nunca faltarán obras de gigantes como Mark Rothko o Sol LeWitt.

Pensad además que si algo define a las vanguardias artísticas es su diversidad. Por ello, en Guggenheim Bilbao encontraréis prácticamente de todo: desde pequeñas obras de arte hasta creaciones de varios metros de largo. Pintura, escultura y arquitectura se dan la mano a través de su excelente colección.

La fuerza de las colecciones temporales
Sin embargo, si por algo destaca Guggenheim Bilbao (y la institución en sí misma) es por sus ambiciosas exposiciones temporales. Se podría decir que son las más relevantes a nivel internacional, al menos en cuanto a arte contemporáneo se refiere.

Andy Warhol, Richard Serra o la increíble Yayoi Kusama son algunas de las figuras que han protagonizado exposiciones temporales en los últimos años. Cuando nosotros fuimos la última vez (2025), tuvimos la suerte de ver una muestra de Hilma af Klint. La pintura sueca, pionera del arte abstracto, hizo que nos volase la cabeza con cada una de sus creaciones.

Resulta muy divertido que el museo tenga unas exposiciones temporales tan diversas y de semejante calibre. Bilbao es una ciudad a la que siempre se vuelve, por lo que es de agradecer que siempre haya una muestra así de interesante esperando al viajero.
Información práctica
Para terminar, aquí os dejamos los datos prácticos para organizar vuestra visita a Guggenheim Bilbao:
- Dirección: Abandoibarra Etorb., 2, Abando, 48009 Bilbo, Bizkaia
- Teléfono: +34 944 35 90 80
- Web: https://www.guggenheim-bilbao.eus/
- Tarifas:
- Adultos: 12€
- Estudiantes y jubilados: 6€
- Menores de 18 años: gratis
- Horarios:
- De martes a domingo: de 10:00 a 19:00
- En épocas de mucha afluencia (semana santa o verano) el horario de cierre se suele ampliar hasta las 20:00