Gastronomía, arquitectura, naturaleza… ¡y también leyendas! Siempre que intentamos aproximarnos a los destinos que visitamos desde todos los ángulos. Fue así como conocimos la historia del Monstruo del Gran Lago, una criatura legendaria que vive en las tranquilas aguas del lago Storsjön. Una especie de primo sueco del Monstruo del lago Ness del cual os vamos a hablar en este artículo, contándoos su historia y también dónde intentar observarlo.
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El monstruo hallado en 1635 y que fue protegido por la ley
El Monstruo del lago Storsjön fue avistado por primera vez en el año 1635. El Storsjöodjuret (así es como se le conoce en Suecia) fue descrito como una serpiente acuática con aletas y cabeza de perro. Se dijo que tenía unos seis metros: algo absolutamente fascinante.
Cuando se empezó a tejer la leyenda, se dijo que la serpiente que aparece en la piedra rúnica de Frösön no era otra cosa que el Monstruo del Gran Lago. Obviamente no tenía nada que ver, pero los supuestos avistamientos de la criatura continuaron sucediéndose.
A finales del siglo XIX se vivió un repunte en el interés por el monstruo. De hecho, los habitantes de la zona pusieron en marcha una iniciativa conjunta para capturarlo, que incluso llegó a tener el apoyo del rey Óscar II.
Este tipo de criaturas mitológicas no se suelen dar en Suecia. De hecho, no hay algo igual en todo el país, lo cual explica una iniciativa insólita: en el año 1986, la provincia de Jämtland promulgó una ley que declaraba que el Gran Monstruo era una especie en extinción y le otorgaba la máxima protección. La ley estuvo vigente hasta el año 2005.
Pese a que en la sociedad actual no es común la creencia en monstruos y seres mitológicos, en la zona no abandonan la idea de encontrar a la criatura. De hecho, se han instalado cámaras de alta definición en puntos estratégicos (incluyendo una debajo del agua): si hay algo ahí, lo acabarán grabando.
¿Cómo encontrar al Monstruo del Gran Lago?
Toda esta historia se traduce en un recurso turístico muy popular en la zona. Y es que existe un camino del Monstruo del Gran Lago, en el cual se pueden seguir sus pasos y conocer su historia a través de diferentes paneles informativos. Es una actividad muy chula en general, pero especialmente recomendable si viajáis con niños pequeños.
Para llegar hasta ella, tenéis que poner en Google Maps «Fotspår efter Storsjöodjuret». Es muy fácil, simplemente hay que abandonar la isla de Frösön por el norte y tomar el primer desvío a mano derecha. Allí, en el mismo aparcamiento, veréis un pequeño monumento a Karl Fredrik Johansson.
Allí comienza un recorrido muy divertido, en el cual iréis hallando diferentes rastros del monstruo. Por ejemplo, durante toda la ruta irán apareciendo sus enormes huellas.
También podéis encontrar huesos y enormes espinas de pescado. ¡Seguro que son los restos de un banquete del Storsjöodjuret!
Si sois buenos detectives, incluso conseguiréis encontrar cacas del monstruo. Ni más ni menos que unas cacas gigantes que, sin lugar a duda, pueden ser buen material para un instagrameo de categoría.
Por cierto, podéis formar parte de la búsqueda si tenéis la suerte de avistar al Monstruo del Gran Lago o tenéis alguna pista que ayude en tan ardua tarea. En el mismo aparcamiento se puede coger un impreso para describir lo sucedido. ¡Nunca se sabe!
Tibrandsholm, el túmulo de la Edad del Bronce
Al final de la ruta os espera Tibrandsholm, un pequeño túmulo de la Edad del Bronce. Si no os gustan mucho los seres mitológicos pero sí la arqueología, en esta zona podréis hacer que la excursión se vuelva más interesante.
Nosotros tardamos más o menos una hora en recorrer el caminito, hacer muchas fotos, subir a lo alto del túmulo y deshacer el camino andado. Lo pasamos en grande, sin duda fue uno de los ratos más graciosos del viaje por Suecia.