El Valle de Roncal: guía para una escapada de fin de semana (qué ver y qué hacer)

El Valle del Roncal ofrece al viajero la mezcla perfecta entre la clásica diversidad de Navarra y la riqueza de los Pirineos. Es una región única, con siete pueblos que compiten entre sí en belleza y hospitalidad. Un lugar que huele a queso, en el que los otoños son mágicos y en el que nunca faltan rutas para caminar por la naturaleza. Todo ello concentrado en muy poquitos kilómetros, lo cual hace que sea un espacio estupendo para una escapada de fin de semana. A lo largo de los siguientes párrafos os ofrecemos una guía turística resultante de nuestra experiencia allí, en un viaje que nos llegó al corazón y que ha hecho que nos convirtamos en roncaleses de adopción.

El Valle de Roncal

Introducción: el Pirineo navarro en su mejor más auténtica

Ubicado al nordeste de Navarra, limitando al norte con Francia y al este con el Pirineo de Huesca, el Valle del Roncal es una de las regiones más emblemáticas de la Comunidad Foral de Navarra. Se trata de un estrecho valle rodeado de emocionantes montañas, por las cuales transita una infinidad de ríos.

Poblado desde antiguo, por doquier podréis ver dólmenes y cromlechs que atestiguan la presencia de humanos desde que el mundo es mundo. Su riqueza y su posición estratégica han hecho que el valle haya sido una pieza importante del tablero geopolítico local e internacional, tomando parte en batallas y conflictos de todas las épocas. Se pueden encontrar huellas de sucesos tan diversos como la Guerra de los 30 Años o la Guerra de Independencia Española.

El Valle de Roncal

Más allá de los grandes hitos, el Valle de Roncal es un lugar muy apegado a sus tradiciones más sencillas. Asociado inequívocamente a la elaboración de su queso (Denominación de Origen, obviamente), pero también a actividades como la agricultura o la carbonería. Destaca especialmente la almadía, un sistema de balsas de madera pensado para transportar mercancía usando el cauce de los ríos.

En definitiva, hablamos de un lugar vibrante y que nunca dejará de sorprender al viajero. Quizá no esté en la primera línea de la propuesta turística de Navarra, en la que todo gira alrededor de los Sanfermines y los grandes núcleos de población, pero os aseguramos que se trata de un rincón único y de gran fuerza. Con todos vosotros, el Valle del Roncal.

Cómo llegar y cómo moverse por el Valle de Roncal

Pese a lo remoto que suena hablar del Pirineo navarro para el viajero medio, lo cierto es que llegar al Valle de Roncal no es complicado en absoluto. Se encuentra a unas cinco horas tanto de Madrid como de Barcelona, lo cual le convierte en un buen destino para escapada de fin de semana o de puente. Obviamente, las distancias son mucho menores con otras capitales de provincia norteñas: dos horas y media desde Zaragoza, dos horas desde San Sebastián, una desde Pamplona…

El Valle de Roncal

En cuanto a moverse por el Valle de Roncal, no podría ser más fácil. La carretera NA-137 lo atraviesa de sur a norte, comunicando cuatro de sus siete pueblos. A los otros tres se llega por vías adyacentes a esta, como la NA-2130, la NA-176 y la NA-140. Además, hay que decir que si sigue hacia el norte, en dirección a la frontera con Francia, se llega al estupendo Valle de Belagua. Es una prolongación natural del Roncal, que está plenamente integrada en su propuesta turística. En seguida os lo enseñamos.

Turismo en el Valle de Roncal

Pueblos

Tal y como ya hemos dicho, el Valle de Roncal alberga siete pueblos preciosísimos. Aunque resulte increíble, es relativamente asequible visitarlos todos en un fin de semana. Y es que, pese a que todos tienen mucho que ver y que hacer, lo cierto es que sus dimensiones tienden hacer reducidas. Con un paseíto de una hora suele ser más que suficiente para recorrer cada uno de ellos.

Burgui

El recorrido lo vamos a hacer de sur a norte, así que empezamos por Burgui. Es la puerta de entrada al Valle de Roncal para la mayoría de sus viajeros, siendo un lugar hospitalario y con mucho que ver allí. Antigua plaza militar, todavía conserva un magnífico puente romano y una ermita construida a partir de los restos de un antiguo castillo.

Burgui

Vidángoz

En el extremo occidental está Vidángoz, un tranquilo pueblo asociado a la brujería (algo común en todo el Pirineo) y que hace las delicias de los amantes de la escalada. En su empinado casco urbano encontraréis elementos clásicos del Valle de Roncal, como el frontón o una buena quesería.

Vidángoz

Roncal

Roncal es el pueblo que da nombre al valle. Tiene la única Oficina de Turismo que abre durante todo el año, así que os recomendamos pasar por allí en busca de mapitas e información. Fue el lugar de nacimiento del mítico tenor Juan Gayarre, por lo que podréis visitar su casa natal (hoy convertida en museo), edificios que financió para tener un gesto de amor por su patria (como el frontón o las antiguas escuelas) y también su magnífico mausoleo.

Roncal

Garde

El extremo oriental está reservado para Garde, un lugar 100% auténtico y que ofrece todo lo que cabría esperar de un pueblo de la montaña pirenaica. Encontraréis una iglesia-fortaleza, calles en las que prácticamente todo está construido a pura piedra y también un paseo junto al río precioso. Por doquier os cruzaréis con casa blasonadas, que muestran el carácter militar que también tuvo esta villa.

Garde

Urzainqui

Nuestro pueblo favorito de todo el Valle de Roncal es Urzainqui. Injustamente puede parecer poca cosa, ya que es muy chiquitito y se encuentra entre otros municipios mucho más turísticos. Sin embargo, os aseguramos que es una auténtica maravilla. Magnífica opción para alojarse (en términos de calidad/precio), con calles en las que nunca falta un balcón lleno de flores y una de las iglesias más bonitas de todo el valle. Prácticamente cada casa está protegida por un eguzkilore.

Urzainqui

Isaba

Isaba es otra de las grandes rock stars del Valle de Roncal. En este caso, tiene un casco histórico de gran tamaño (es el pueblo con mayor población) y con muchas cosas que ver en él. Además, es el punto de partida para algunas de las mejores rutas de senderismo que hacer en la zona. Si a eso se le suman un par de panaderías que elaboran producto tradicional a diario, la combinación es siempre ganadora.

Isaba

Uztárroz

Terminamos con Uztárroz, el pueblo más al norte de todo el valle. Sus dos barrios tienen un marcado desnivel, lo cual hace que tenga un carácter todavía más montañoso. Fue uno de los lugares que más nos gustó por su sencillez, su autenticidad y su conjunto. Si pensamos en una calle random del Valle de Roncal, seguramente nos venga a la mente alguna de Uztárroz.

Uztárroz

Senderismo y espacios naturales

El Valle de Roncal es una auténtico paraíso en materia de senderismo. No solo es uno de los espacios naturales de mayor belleza de todo el sur de Europa, sino que además tiene un abanico de rutas enorme, con muy diversas dificultades y con una variedad absolutamente increíble. En una vida es casi imposible recorrer todos sus senderos, por lo que os podéis imaginar que en un finde hay que hacer una selección súper exquisita. Nosotros optamos por las tres rutas más típicas, las cuales os vamos a enseñar a continuación.

El Valle de Roncal

La Senda de los Oficios y la Foz de Burgui (SL-NA 78)

En el extremo sur del valle está la Foz de Burgui (SL-NA 78), que comparte espacio con la Senda de los Oficios. Es un paseíto corto, que apenas llega a la hora entre ir y volver, pero que en nuestra opinión es auténticamente imprescindible. Empezaréis conociendo algunos de los oficios tradicionales del Roncal, puestos en valor a través de recreaciones de sus estructuras más típicas. Por ejemplo, hay un horno de pan o una calera.

La Senda de los Oficios y la Foz de Burgui

Después os encaminaréis hacia un magnífico mirador que da a la Foz de Burgui. Es el desfiladero por el cual se entra al valle desde el sur, que cuenta con una belleza fuera de lo normal y que también es el hogar de cientos de aves rapaces. Que no os engañe la sencillez y facilidad de la ruta: irse del valle sin hacerla sería un crimen.

Ruta a la Cascada de Belabarce, la Cueva del Ibón y los puentes medievales (SL-NA 79)

La más conocida con diferencia es la Ruta a la Cascada de Belabarce (SL-NA 79). Esta es más larguita (10 kilómetros, los cuales se recorren en algo menos de tres horas) y permite visitar algunos de los elementos naturales más característicos del valle. El que le da nombre es un coqueto salto de agua, que es precioso pese a no ser especialmente alto.

Ruta a la Cascada de Belabarce, la Cueva del Ibón y los puentes medievales

También pasaréis por la Cueva del Ibón, una pequeña red de cavernas que puede contemplarse tanto desde un mirador de madera como a pie de campo. De hecho, os recomendamos tirar de linterna de móvil y meteros en su primera oquedad, porque la experiencia es única.

Por si todo esto fuera poco, la ruta también os permitirá visitar un buen puñado de puentes de época medieval. Si os gusta la ruina romántica (¿a quién no?), disfrutaréis al máximo con lo que ha llegado a nuestros días de estos pasos de piedra.

La Vuelta de Arrako (SL-NA 80) en el Valle de Belagua

La tercera ruta que hicimos fue la Vuelta de Arrako (SL-NA 80), un itinerario único para conocer el Valle de Belagua. Es la prolongación natural al norte del Valle de Roncal, la cual está plenamente integrada en cualquier escapada por la zona. Podréis visitar viejos hayedos, una cascada y también subir a un magnífico mirador (en el que hay un restaurante en el que se come de maravilla, os hablaremos de él en el apartado de gastronomía).

Vuelta de Arrako

Mirador de Larra-Belagua

Por último, aunque no sea una ruta como tal os recomendamos ir al Mirador de Larra-Belagua. Desde este pequeño apeadero junto a la NA-137, ya no demasiado lejos de la frontera con Francia, disfrutaréis de unas vistas estupendas de los valles de Belagua y Roncal. Merece la pena subir hasta allí, ya que la panorámica es sobrecogedora.

Mirador de Larra-Belagua

Organización de la ruta

Por si os sirve de referencia, así fue como organizamos nuestro fin de semana en el Valle de Roncal:

  • Viernes: somos dos humildes asalariados, así que el viernes salimos del trabajo a eso de las 14:00. Por tanto, el primer día básicamente consistió en llegar al valle, hacer el check in en el hotel e irnos a cenar. Estábamos alojados en Urzainqui, por lo que cenamos allí mismo. En el Café-Bar Las Golondrinas pudimos pegarle el primer tiento al magnífico queso Denominación de Origen Roncal.
  • Sábado mañana: empezamos con un paseíto de una hora en Urzainqui, el pueblo que está justo en el medio del valle. La idea era dedicar la primera jornada a la mitad norte, así que fuimos a Isaba. Primero hicimos la ruta a la Cascada de Belabarce, para después ver el propio pueblo. Con eso consumimos la mañana al completo.
  • Sábado tarde: fuimos a comer a la Venta de Juan Pito, un restaurante del que os hablaremos un poquito más abajo. Después hicimos la Vuelta de Arrako, una ruta por el corazón del Valle de Belagua. Al terminar, cogimos el coche y nos fuimos hacia la frontera, para hacer una breve parada en el Mirador de Belagua. Terminamos el día yendo a merendar al Refugio de Belagua, otro lugar mágico del que os hablaremos en el apartado de gastronomía. Se nos hizo de noche, así que fuimos a descansar al hotel y luego cenamos de nuevo en Urzainqui.
  • Domingo mañana: la primera para la hicimos en Roncal, el pueblo que da nombre al valle. Fue el pueblo en el que más tiempo echamos, ya que hay mucho que ver allí. La idea era ir viendo las cosas de norte a sur, pensando en que al final del día nos tendríamos que ir a casa. Por ello, la siguiente parada fue en Garde, un pueblo en el que estuvimos una horita.
  • Domingo tarde: llegamos a Burgui a la hora de comer, por lo que nos fuimos de pintxos allí mismo. Después vimos el pueblo, para posteriormente hacer la ruta a la Foz de Burgui. Como ya hemos dicho, con una hora es más que suficiente para hacerla en su totalidad. Terminamos el finde yendo a Vidángoz, pueblo que supuso el broche de oro a nuestra escapada por el Valle de Roncal. A eso de las 17:00 emprendimos el regreso a casa, llegando a las 22:00 con la sensación de haber exprimido el finde. Al día siguiente estábamos reventados en nuestros respectivos trabajos, pero valió la pena.
El Valle de Roncal

El Valle de Roncal, Destino Turístico Starlight

Cada región tiene sus particularidades y sus señas de identidad. En el caso del Valle de Roncal, es un destino asociado inequívocamente a los cielos estrellados que enaltecen el alma y el espíritu. Es uno de los mejores puntos de la Península Ibérica para contemplar el firmamento, algo que ha quedado certificado por el sello Destino Turístico Starlight.

Esta fundación se encarga de hacer una gran labor de difusión sobre astronomía, de proteger la limpieza de los cielos y de generar oportunidades de desarrollo económico a través del turismo para los amantes de las estrellitas. No catalogan un lugar con su sello de buenas a primeras, sino que tiene que pasar unos filtros súper ambiciosos.

Mirador de las Estrellas

En este caso, en todos los pueblos encontraréis un Mirador de Estrellas. Ese punto, que suele estar en la zona más alta o en las afueras de cada lugar, asegura una óptima observación del firmamento. Normalmente implica que no se encienden luces alrededor, así como un panorama amplio para poder mirar hacia las estrellas (nada de edificios altos ni árboles con copas densas).

Queso Denominación de Origen Roncal: ¡lo más!

Otro de los grandes emblemas del valle es la elaboración de queso. Así, la Denominación de Origen Queso Roncal garantiza que los productos con su vitola están hechos siguiendo métodos tradicionales, sostenibles y en los que prima la tradición. La particularidad de este producto, más allá de que se elabora en el valle, es que es queso hecho con leche cruda de oveja.

Allá dónde vayáis veréis queserías (prácticamente cada pueblo tiene una). Suelen ser proyectos interesantísimos, que sirven para dar trabajo a gente del Valle de Roncal y para poner en valor los oficios tradicionales de la manera más deliciosa posible. En cada quesería os ofrecerán hacer una pequeña degustación, previa a la posibilidad de comprar sus productos a un precio más competitivo del que lo haríais en el Carrefour de al lado de vuestra casa. Sí, el queso Roncal es fácil de encontrar en cualquier sitio, pero aquí lo adquiriréis sin intermediarios y apoyando al máximo la economía local.

Quesería Ekia

¿No queréis llevaros a casa el queso? No hay problema. En todos los restaurantes os ofrecerán pintxos, raciones e incluso postres (acompañando el queso con membrillo y nueces) de este delicioso manjar de dioses. No dejéis de probarlo.

A modo de referencia (precios de 2024), una ración de queso oscila entre los 8€ y los 12€ en función de la categoría del establecimiento. En las queserías podéis comprar cuñas de hasta un kilo por unos 18€, que siempre vienen envasadas al vacío. Así duran más y no tendréis ningún problema de olores con el coche. Por cierto, en todas las queserías venden otros productos tradicionales elaborados en el valle, como cerveza artesanal o miel.

Dónde comer en el Valle de Roncal

Bares y restaurantes de toda la vida

El Valle de Roncal tiene una oferta gastronómica amplia y variada, con un equilibrio digno de mención entre todos sus pueblos. En ninguno encontraréis 40 bares abiertos a la vez, pero lo cierto es que todos los pueblos tienen al menos una pequeña cafetería en la que tomar algo y salir del paso. Esto cada vez es más difícil de encontrar en las zonas rurales de la Península Ibérica.

El Valle de Roncal

Los pueblos con más gente son Burgui, Roncal e Isaba, lo cual se traduce en que allí hay más opciones (tres o cuatro sitios en cada uno, no esperéis más). Recordad que Navarra y Euskadi son prácticamente uno en muchos aspectos, pero sobre todo en términos gastronómicos. Allí se estilan mucho los pintxos, los zuritos y las cuadrillas que van de bar en bar compartiendo una copa de vino.

Obviamente hay sitios de postín, pero nosotros os recomendamos que busquéis bares y restaurantes de toda la vida. Esos en los que encontraréis txistorra, queso de la zona, pelotas de carne picante y demás delicias tradicionales.

Venta de Juan Pito

Hay un par de sitios que merecen una mención aparte, ya que son un punto de interés en si mismo. El primero es el Restaurante Venta de Juan Pito, típico bar de carretera de toda la vida que se ha convertido en una auténtica institución en la zona. Se encuentra en un punto elevado al norte de la región, sobre el Valle de Belagua.

Venta Juan Pito

Desde la propia venta tendréis unas vistas sensacionales del valle. También hay que considerar que es el punto de partida de varias rutas de senderismo que recorren los montes cercanos, como la Vuelta de Arrako (de la que ya os hemos hablado).

En la Venta de Juan Pito se puede comer muy bien y muy barato. A modo de referencia (precios de 2024), nosotros nos dimos un homenaje en forma de alubias rojas, migas del paster, huevos con txistorra y natillas caseras. Todo ello, regado por vino del lugar, no llegó a los 25€. Es decir, comimos dos por 12,5€ por persona. ¡Increíble!

Venta Juan Pito

La única pega que tiene la Venta de Juan Pito es que es chiquitita, no se puede reservar y siempre está hasta arriba de gente. Os recomendamos ir a eso de las 13:00 (a esa hora no deberíais tener problema para encontrar sitio) o mentalizaros de que os tocará esperar. Eso sí, la espera no podría ser mejor, ya que podéis pediros un zurito de cerveza y sentaros fuera a disfrutar del paisaje, hasta que llegue vuestro turno y os llamen.

Refugio de Belagua

El otro establecimiento del que queremos hablaros en detalle es el Refugio de Belagua. Imaginad una especie de Overlook Hotel a la Navarra, solo que con mucho más encanto y sin fenómenos paranormales. Fue impulsado por el Club Deportivo Navarra, que consiguió inaugurarlo en 1971. Durante un tiempo funcionó con normalidad, hasta que tuvo que ser cerrado en el año 2004. Esta joya pertenecía al imaginario colectivo navarro, así que se trabajó muy duro hasta que en 2018 volvió a abrir sus puertas.

Refugio de Belagua

A nivel arquitectónico es una maravilla. Típico refugio de montaña que se suele ver en post de Instagram que dan más envidia que gusto, pero al alcance de la mano. De hecho, eso es lo que marca la identidad del Refugio de Belagua: podría ser un establecimiento de lujo con precios prohibitivos, pero pertenece al pueblo y como tal ha optado por precios populares.

Podéis dormir allí, ir a comer, utilizarlo como base para hacer una rutita de senderismo o simplemente visitarlo como lo que es: una de las construcciones más bonitas del Pirineo navarro. Nosotros fuimos allí a media tarde, para tomar un té después de un largo día de senderismo y pueblitos. Disfrutamos la experiencia a más no poder, hasta el punto de que se nos hizo de noche contemplando las montañas de los alrededores.

Refugio de Belagua

Alojamiento en el Valle de Roncal

Si os estáis preguntando dónde dormir, tenemos buenas noticias. Con el alojamiento en el Valle de Roncal pasa lo mismo que con los restaurantes: están distribuidos de una manera súper equilibrada entre todos los pueblos. En todos ellos encontraréis opciones, siendo un pelín más caros los grandes (Burgui, Roncal e Isaba) y un poco más baratos el resto.

En términos generales, tenemos que decir que el Valle de Roncal tiene alojamientos tirando a baratos. Pensad que no es un espacio tan céntrico como Pamplona, que no tiene la fama de los pueblos del Camino de Santiago o que no se ha puesto de moda repentinamente como el Valle del Baztán. Ya habéis visto que es un sitio espectacular, así que aprovechad que tiene unos precios más competitivos que otras zonas de Navarra.

Excursiones desde el Valle de Roncal

¿Tenéis más de un fin de semana? En ese caso aprovechad para ver algunas joyas de los alrededores. Hacia el norte tenéis los Pirineos franceses, con localidades magníficas a tiro de piedra. Si queréis ir a lo mainstream, a un par de horitas tenéis joyas del Camino de Santiago como San Juan Pie de Puerto.

Hacia el este os espera el Pirineo oscense, una de nuestras regiones de España favoritas. De hecho, apenas hay unos 30 kilómetros entre Garde y Ansó, unidos de manera directa mediante la carretera NA-176.

Al sur tenéis algunos de los lugares más famosos de Navarra. A pocos kilómetros os esperan hits como el Castillo de Javier o la Foz de Lumbier. Incluso, si venís desde el sur, la carretera os hará atravesar el magnífico pueblo de Olite.

Por último, al oeste tenéis más Pirineo navarro. Todo lo que digamos de él es poco, con enclaves como el Valle de Salazar o la Selva de Irati esperando para enamoraros. Incluso si seguís yendo al oeste tenéis el Valle del Baztán, otra joya maravillosa.

Mapa turístico del Valle de Roncal

Terminamos con un mapa turístico del Valle del Roncal. En él os hemos situado los siete pueblos del valle (color azul), las rutas de senderismo de las que os hemos hablado (color verde) y todo lo que ver en la zona alta del Valle de Belagua (color naranja).

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