El ferry entre Klaipeda y Smiltyne: cómo llegar al Istmo de Curlandia

Visitar el Istmo de Curlandia es algo casi obligatorio si se está de viaje en Lituania, ya que este Parque Nacional es uno de los espacios naturales más importantes del país. Eso sí, tenemos que reconocer que al principio nos pareció mucho más difícil de lo que en realidad era, ya que la información que encontrábamos en internet no era del todo buena y nos surgían dudas sobre mil cosas. Una de ellas era cómo llegar hasta Curlandia, ya que veíamos que por tierra no podía ser (al menos, no desde Lituania). En este artículo os contamos todo sobre el ferry que une Klaipeda y Smiltyne, la forma más habitual de desplazarse entre este istmo de arena y el continente.

Dos ferrys, un mismo destino

Lo primero que hay que decir es que existen dos ferrys que unen la localidad de Klaipeda con el Istmo de Curlandia:

  • Ferry para peatones y ciclistas: se toma en el Puerto Viejo (Senoji Perkela / Old Ferry Port), ubicado en la Danes g. 1. Llega al centro de Smiltyne.
  • Ferry para coches y furgonetas: se toma en el Puerto Nuevo (Naujoji Perkela / New Ferry Port), unicado en la Nemuno St. 8. Llega a unos dos kilómetros al sur de Smiltyne.

Nosotros íbamos en furgoneta, así que fuimos al Puerto Nuevo (un poquito más al sur que el Viejo). No está especialmente bien señalizado, lo cual lo hace confuso. Al fin y al cabo, desde el enorme puerto de Klaipeda salen ferrys hacia destinos de todo el Mar Báltico. Tras una primera intentona fallida (fuimos a la lanzadera de ferrys internacionales), llegamos al Puerto Nuevo y nos pusimos en la fila.

En cuanto a horarios, hay que decir que existen muy buenas frecuencias. En temporada alta (meses de verano), sale un ferry cada 20 minutos durante las horas centrales del día. El resto del año tampoco es especialmente problemático, ya que hay al menos uno por hora.

Llegó el momento de hablar de la parte más dolorosa: las tarifas. A nosotros (verano de 2021) nos costó 13€ (dos personas + furgoneta). Solo venden tickets de ida y vuelta, así que guardad el papelito que os den como oro en paño.

No se os hará muy pesado el trayecto, ya que tiene una duración de diez minutos. Tiempo suficiente para bajarse del vehículo y cotillear un poco, aunque la mayor parte de la gente permaneció en su asiento.

Por cierto, con la entrada te dan un pequeño libreto con un mapita del istmo, sus principales atractivos turísticos, horarios del ferry y demás información práctica. Es de agradecer, ya que nosotros fuimos un poco a ciegas y nos ayudó a ordenar la visita.

Por cierto, no penséis que este es el único gasto que tendréis. Aparte del ferry, en el Parque Nacional (la práctica totalidad del istmo) os cobrarán un peaje de entre 5€ y 20€ (obviamente, la tarifa más cara corresponde al verano). Una bonita clavada, pero en teoría lo recaudado se destina a tareas de conservación.

Si queréis más información sobre este destino, pasaos por el post que hemos preparado sobre qué ver en el Parque Nacional del Istmo de Curlandia, donde os contamos todo lo que puede ofrecer la visita a este lugar mágico de Lituania.

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