La muerte no suele ser la idea que lleva un viajero al salir de casa, pero hay ciudades en las que de un modo o de otro se conecta con esa parte de la existencia. Así, el Cementerio Monumental de Milán es una visita absolutamente imprescindible, pues en ella encontraréis un auténtico museo al aire libre de escultura y arquitectura funeraria. El acceso es gratuito y siempre os encontraréis con muchos turistas, por lo que no lo dudéis y dedicadle un ratito. Os aseguramos que os va a sorprender.
El súper-cementerio que cambió Milán
El gran crecimiento que experimentó Milán a lo largo del siglo XIX trajo consigo una inesperada consecuencia: por doquier surgieron pequeños cementerios, pues al fin y al cabo la gente se moría cada vez más. En esos tiempos, un camposanto era también sinónimo de foco de enfermedades, por lo que las autoridades dieron respuesta a este fenómeno creando el Cementerio Monumental. Así, se unificaba en un solo punto la vida funeraria de buena parte de la ciudad.
Sus más de 250.000 metros cuadrados fueron proyectados por el arquitecto Carlo Maciachini. El recinto fue inaugurado en el año 1866, siendo irónicamente un lugar muy vivo y en constante evolución desde el primer día.
¿En qué momento pasó de ser un cementerio a un hito turístico como cualquier otro? Ocurrió de manera natural. Pensad que a cada fallecimiento le sucedía su correspondiente funeral, que a su vez dejaba en el cementerio una escultura, un obelisco o incluso un pequeño templete. En una ciudad con tanto dinamismo económico como Milán, las familias competían entre sí por tener el mejor enterramiento.
Y así es como se creó este particular museo al aire libre. Su belleza está fuera de toda duda, pero es que además cuenta con otros atractivos poco habituales en un camposanto, como su ubicación: céntrica a más no poder. En otras grandes urbes europeas también hay cementerios de muy alta factura, pero hay que alejarse mucho de la zona turística. En Milán está perfectamente integrado en el circuito más habitual para los viajeros.
Tumbas que os dejarán sin palabras
¿Qué se puede esperar el Cementerio Monumental de Milán? Nada más entrar os toparéis con un Hall of Fame, una especie de panteón de hombres y mujeres ilustres. En él se encuentran enterradas algunas de las personalidades más relevantes del país: escritores, científicos, músicos, arquitectos, cantantes, políticos… Precisamente, en este cementerio descansan los restos de una decena de alcaldes de la ciudad.
A partir de ahí, todo puede ocurrir. Desde una zona reservada a enterramientos hebreos hasta una enorme torre en la que se encuentra esculpida la vida de Jesús, pasando por pirámides, templos y esculturas que parecen más propias de un museo que de un camposanto.
No hay que olvidar que se trata de un cementerio, por lo que hay que hacer la visita en silencio, con ropa adecuada y sin ir comiendo o bebiendo. Más allá de eso, estaréis rodeados de turistas e incluso os toparéis con visitas organizadas.
Nosotros os recomendamos caminar sin rumbo por los diferentes pasillos del Cementerio Monumental de Milán. Es un lugar enorme, pero está perfectamente organizado y recorrer sus principales avenidas os hará pasar junto a las tumbas más interesantes.
